Cumbre sobre el Clima: EEUU busca reducir hasta 52% la contaminación por GEI para 2030
Auspiciada por Joe Biden, junto a más de 40 países que representan el 80 % de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, muestra que el rumbo de la acción climática está cambiando con gran compromiso por parte de naciones líderes. En la misma el flamante mandatario prometió bajar a más de la mitad la contaminación por gases de efecto invernadero con respecto a los niveles de 2005. El pasado 22 de abril en el «Día de la Tierra» durante la celebración de la Cumbre de Líderes sobre el Clima, los líderes mundiales se comprometieron a tomar medidas más ambiciosas para abordar la aceleración del cambio climático.
Desde que Biden asumió la presidencia en enero de 2021, una de sus acciones más inmediatas fue reincorporar a los Estados Unidos al Acuerdo de París. Esta gestión fue sin duda una de las más esperadas por el resto del mundo. Estableció así un nuevo rumbo para los EE.UU, que consiste en alcanzar emisiones netas cero, para el 2050 como plazo máximo.
Biden lanzó un proceso que involucra a todo el gobierno, organizado a través de su Grupo de Trabajo Nacional sobre el Clima, para establecer este nuevo objetivo de emisiones para 2030, conocido como la “Contribución Determinada a Nivel Nacional” (NDC), una presentación formal a la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC). Estados Unidos presentó un plan para duplicar para 2024, la financiación climática pública anual para los países en desarrollo en relación con el nivel promedio durante la segunda mitad de la Administración Obama-Biden.
El informe de la WMO sobre el estado del clima mundial en 2020, publicado el 19 de abril, brindó detalles de indicadores climáticos preocupantes, incluidas concentraciones récord de GEI, aumento de las temperaturas de la tierra y los océanos, aumento del nivel del mar, deshielo y retroceso de los glaciares y clima extremo. También destacó los impactos en el desarrollo socioeconómico, la migración y el desplazamiento, la seguridad alimentaria y los ecosistemas terrestres y marinos.
El Jefe de la ONU dio la bienvenida a los compromisos asumidos durante la cumbre, y pidió a la comunidad internacional que haga de esta “una década de transformación”, comenzando por construir una coalición global para emisiones netas cero a mediados de siglo para alcanzar los objetivos del Acuerdo de París. “Los jóvenes están presionando a sus mayores para que hagan lo correcto”, dijo.
El Secretario General tomó con satisfacción el anuncio de contribuciones nacionales determinadas nuevas y mejoradas, entre ellas las de EE.UU., Canadá y Japón, el compromiso de Brasil de lograr la neutralidad del carbono para 2050, así como el anuncio de la República de Corea de que pondrá fin a toda la financiación externa del carbón, y presentará unas contribuciones más ambiciosas este año.
El presidente argentino, Alberto Fernández, participó de la Cumbre, y señaló que la justicia ambiental es también justicia social, y debe ir de la mano de la justicia financiera. Mencionó que como parte de la agenda argentina para bajar las emisiones contaminantes, el país asume el compromiso de que el 30% de la matriz energética nacional provenga de energías renovables. Además anunció que la deforestación ilegal va a ser tipificada como un delito ambiental, y que enviará en breve al Congreso un proyecto de ley para la protección ambiental de bosques nativos.
La Cumbre ha mostrado que el rumbo de la acción climática está cambiando, pero todavía hay un largo camino por recorrer. Para evitar una catástrofe climática permanente, debemos aprovechar urgentemente el impulso dado hoy para las personas y el planeta. El liderazgo de los principales emisores será fundamental para garantizar el éxito en Glasgow. Ahora es urgente que todos los países, especialmente otros grandes emisores, presenten sus planes climáticos para 2030 mucho antes de la COP 26.