Debatieron en Bariloche por qué Vaca Muerta es excepcional y cuál es el potencial del no convencional
Fue el cónclave anual de la Fundación y el Instituto Balseiro y reunió a decenas de profesores, ex alumnos, estudiantes, empresarios y la comunidad en general con deseos de reenecontrarse y dialogar sobre el potencial del shale en la Argentina.
Científicos, físicos, geólogos, ingenieros y tecnólogos se reunieron en Bariloche convocados por la Fundación Balseiro para analizar y debatir las oportunidades de investigación y desarrollo que ofrece el gas y el petróleo no convencional de Vaca Muerta.
El encuentro, bautizado Migración de Ideas, fue el cónclave anual de la Fundación e Instituto Balseiro y reunió a decenas de profesores, ex alumnos, estudiantes, empresarios y la comunidad en general con deseos de reenecontrarse y dialogar sobre el potencial del shale en la Argentina. El año pasado el motivo fue el futuro de la tecnología espacial en el país.
Las palabras de bienvenida estuvieron a cargo del presidente de la Fundación Carlos Balseiro, físico e hijo de José Antonio Balseiro, uno de los fundadores y primer director del Instituto barilochense. «La naturaleza nos está ofreciendo en Neuquén una riqueza que no puedo decir infinita, porque para nosotros, para los físicos, el infinito es otra cosa, pero es casi inagotable. Realmente, si uno es suficientemente inteligente para desarrollar Vaca Muerta, esto cambia definitivamente la economía de nuestro país”, afirmó Balseiro, aunque aclaró que ese desarrollo “hay que hacerlo con respeto a la naturaleza, por supuesto, y a nuestra propia gente”.
“Esperamos se termine de desarrollar Vaca Muerta, para que con esa riqueza y ese conocimiento, la Argentina pueda caminar hacia un estado mejor”, sentenció.
Víctor Ramos, presidente de la Academia Nacional de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de Argentina, abrió su participación con la difícil tarea de resumir en un breve comentario la respuesta a la pregunta ¿por qué Vaca Muerta es excepcional?
“En primer lugar lo que llama más la atención es que es una cuenca enorme y cuando hablamos de algo enorme, estamos hablando de 30.000 kilómetros cuadrados. La segunda es que debido a las condiciones muy especiales geológicas Vaca Muerta tiene un espesor considerable y una expansión hacia el leste muy grande. Cuando se mira los Andes, desde Colombia hasta Mendoza, las cuencas aparecen en forma estrecha, pequeñas, angostas, que vienen de norte a sur, pero cuando llegan al sur de Mendoza se expanden, se multiplican por tres, cuatro o cinco y se hacen enormes”, remarcó Ramos ante un auditorio repleto, reunido en el salón del primer piso del Bariloche Eventos y Convenciones (BEC). Pero no se quedó ahí.
Además de celebrar el tamaño de la formación, el Doctor en Geología elogió la calidad de la roca madre. “Tiene un contenido orgánico del 5% hasta el 30%, son valores realmente excepcionales. En el área Marcellus, en Pensilvania, Estados Unidos, ellos tienen uno o a lo sumo uno y medio de horizontes posibles de perforar horizontalmente para producir hidrocarburos. Vaca Muerta no solamente tiene alto contenido orgánico, tiene un buen espesor y de cinco a siete niveles donde se puede extraer el petróleo y el gas de la forma no convencional”, enfatizó.
A su lado, el gerente general de Y-TEC, Eduardo Dvorkin, coincidió en la descripción de excepcionalidad, pero agregó más información en la comparativa con el shale de EEUU. “Permian tiene menos temperatura que Vaca Muerta. Eso hace que las herramientas de perforación direccional en la Argentina se vean sometidas a requerimientos más complejos, más difíciles. Y si usamos los diseños que se usan allá, como lo estamos haciendo hasta hoy, es necesario que la herramienta sea cambiada cada tantas horas porque se deteriora”, lo que provoca mayores costos de producción, indicó el ingeniero electromecánico. Y justamente para evitar encarecimientos Y-TEC se ocupa de buscar soluciones para la industria de los hidrocarburos.
De hecho, minutos antes de escuchar las exposiciones en el panel moderado por la periodista Laura Serra se exhibió por primera vez en el BEC el documental “Vaca Muerta: Oportunidades de investigación y desarrollo”. El film fue producido especialmente para Migración de ideas 2023 y reveló entre otros trabajos, el de químicos, físicos e ingenieros de Y-TEC, que mejoraron la producción de hidrocarburos con el desarrollo de polímeros reductores de fricción, nanodesembulsionantes de óxido de grafeno para separar los hidrocarburos del agua y nuevas técnicas para la caracterización de roca Y-CORE. En el video también se pudieron observar otros avances científicos de YPF, Tecpetrol, TotalEnergies -usa drones para medir niveles de metano en pozos-, del laboratorio salteño La.Te. Andes y de la exitosa empresa tecnológica estatal rionegrina INVAP, que desarrolló una nueva tecnología para el control de gasoductos.
En ese marco, Vicente Campenni, gerente general y CEO de INVAP, aseguró que Vaca Muerta es la punta de un iceberg -hay mucho más abajo- y habló de un ecosistema donde brillan la ciencia y la tecnología, en conjunto con el trabajo y las empresas. “Este ecosistema arranca desde lo académico, con la educación, donde se puso mucho énfasis en la formación de los recursos humanos, la ciencia básica, el desarrollo tecnológico y la aplicación de ese desarrollo en temas productivos. El impacto por la movilización de todo eso pone en magnitud la escala que tiene como potencial (Vaca Muerta), pero como realidad también. Y eso concluye en un enorme impacto en el desarrollo socioeconómico del país”, subrayó el Doctor en Física de la Universidad Nacional de Córdoba.
Campenni consideró que el potencial de Vaca Muerta es muy grande y por eso anunció que INVAP, que es mundialmente conocida por la construcción de radares, satélites avalados por la NASA y reactores nucleares de enriquecimiento de uranio con fines medicinales y medioambientales, ahora se lance al mercado del oil&gas con la unidad INVAP Ingeniería con sede en Neuquén. “Hemos reformulado un poco el alcance de esa empresa para también meternos en todo lo que es desarrollo de herramientas o de servicios nuevos que permitan acoplarse a la necesidad de ir mejorando la explotación y productividad de Vaca Muerta”, sostuvo.
Uno de esos primeros desarrollos se puso en práctica con el Gasoducto Néstor Kirchner. Se trata de una herramienta tecnológica mque monitorea con sensores en tiempo real y las 24 horas el tendido estructural de los gasoductos, lo que permite extender su vida útil, ya que detectan cambios de espesor por corrosión, abolladuras, perforaciones y hasta si el ducto se movió de lugar.
“La industria del petróleo tiene una dinámica muy rápida y a veces necesitamos modernizar la metodología de desarrollo para poder acoplarnos a esa dinámica. Y ahí es donde es necesario repensar el desarrollo tecnológico para poder aprovechar el talento y satisfacer esa necesidad que tenemos”, planteó Campenni.
Este sistema aporta dos grandes ventajas al sector: antes la inspección de tuberías era un servicio que se contrataba al exterior, o sea que se importaba en dólares, y no siempre estaba disponible. “Cubrimos la necesidad de tener la independencia a la hora de hacer la inspección, sin esperar algún momento, con autonomía, y además a menor costo”, completó el directivo de INVAP.
¿Qué aporta Vaca Muerta a la transición energética además del gas no convencional?
Víctor Ramos recordó que la Academia de científicos argentinos que preside pertenece al grupo de asesores del G-20 y que durante 2022 el foco de discusión fue la transición energética. “Fue muy grato para mí que en esos debates todo el mundo sabía la importancia que tenía Vaca Muerta y las facilidades que tenía Argentina para la transición. Porque la forma más limpia y sólida de pasar de la energía a través de los hidrocarburos a una energía más limpia requiere de gas. Y Vaca Muerta es la llave para una transición energética efectiva que nos va a garantizar que en pocos años vamos a poder, utilizando ese gas, producir hidrógeno. Y eso es algo que todo el mundo lo está mirando, todo el mundo quiere venir acá a producir hidrógeno porque sabe que tenemos gas y hay un consenso general que estamos, afortunadamente, en uno de los caminos más correctos de la transición energética”.
Dvorkin fue un paso más allá y dijo que para Y-TEC el tema ecológico, desde la preservación del ambiente hasta la remediación, es un tema fundamental. En esa línea anticipó que en la catedral de la tecnología estudiaron la captura y utilización de dióxido de carbono y crearon piletas de algas que lo transforman en biomasa. Estos inventos ya se pueden ver en estaciones de servicio de YPF de CABA.
Pero también adelantó que buscan darle otro fin útil al dióxido de carbono para la recuperación con gas de áreas de petróleo áridas o que sufren estrés hídrico. Es decir, se inyecta el dióxido de carbono en el pozo y se usa para ayudar a recuperar el gas natural que estaba en la formación y que no se pudo sacar, disminuyendo los gases de efecto invernadero.
Al mismo tiempo, en Y-TEC avanzan con el proyecto Y-CALCITE, que va a reemplazar parcialmente la arena en la fractura hidráulica. La técnica consiste en utilizar aguas duras cargadas en carbonatos más CO2 para generar el agente de sostén en subsuelo. De ese modo, el mismo fluido de inyección precipita dentro de las fracturas y genera una red tridimensional de carbonato de calcio mejorando las permeabilidades y la conductividad dentro de las fracturas. “Reemplazar la arena significa reemplazar toda la logística, porque la arena no es que está ahí al pie del chasis del reservorio, sino que la tenés que traer de algún lado”, explicó Dvorkin, quien reveló que este nuevo producto revolucionario para la industria ya pasó del laboratorio al estado piloto, y que pronto llegará al campo para ultimar pruebas. Estiman que con Y-CALCITE ya se apuntaló el 40% de todas las fracturas que estimula YPF en Vaca Muerta.
A medida que fue avanzando la charla abierta, Campenni incorporó al ecosistema a las pymes nacionales. “Vaca Muerta, claramente, es canalizadora de un potencial y de un derrame hacia distintos actores”, sostuvo, y subrayó que todos los proyectos de INVAP tienen un valor agregado nacional del 80%, o sea, que solo necesitan importar un 20% de los insumos, y que del 80% la mitad es trabajo pyme local. “El 50% no lo satisfacemos internamente, sino lo satisfacemos a través de pymes. Inclusive, le transferimos las tecnologías para que puedan, primero, contribuir al desarrollo del proyecto que nosotros estamos haciendo, pero que después les queda aquello como capital para otras oportunidades”, comentó.
Vaca Muerta, el desafío de retener talentos argentinos y potenciarlos
Otro de los puntos del conversatorio fue la necesidad de mano calificada para Vaca Muerta y el sector. Entre los desafíos se mencionó cómo incentivar a los estudiantes secundarios para que se interesen por la geología o la licenciatura en petróleo, por ejemplo, y en cómo retener a jóvenes profesionales para que no migren. “En el documental dicen que un geólogo se recibe y apenas sale de la facultad ya tiene trabajo, pero en realidad antes de salir ya lo tiene”, enfatizó Víctor Ramos, quien no dudó en encender el debate y dijo como profesor de las facultades exactas y naturales que el furor hoy pasa la Ciencia de Datos.
“Es una carrera que tiene tres o cuatro años de antigüedad a lo máximo. Nuestra facultad tendría entre 4.000 y 5.000 alumnos y en tres o cuatro años casi la mitad de los alumnos se ha dedicado a la Ciencia de Datos. Es que apenas se agarran los primeros años de conocimiento básico, ya están metidos en la industria, en las pymes, en forma personal. Es difícil retenerlos porque hay tanta necesidad de trabajo que con lo mínimo que aprenden ya están aplicándolo y lo están usando en las más diversas ramas”, señaló el docente.
Dvorkin reconoció que en Y-TEC poseen continuas búsquedas abiertas de físicos, químicos, ingenieros, geólogos y datascience, entre otras especialidades. “Hay menos de los que estamos tratando de incorporar, nosotros tenemos un permanente interés en incorporar gente y estamos permanentemente con una oficina de búsqueda”, dijo, y destaco el rol de Estado emprendedor en esta materia. “Si nosotros tenemos una política agresiva de industrialización y desarrollo van a crecer los requerimientos de profesionales y de científicos, y las universidades nacionales y el CONICET van a dar satisfacción a eso”, aseveró en defensa de la soberanía científica nacional.
En coincidencia, Campaenni lamentó que tras la pandemia hay surgido el fenómeno laboral donde muchos jóvenes profesionales deciden “irse del país sin irse del país” y trabajan a distancia para organizaciones de otros países. En ese marco, abogó por despertar nuevamente el sentimiento de pertenencia por la industria nacional. “Hoy los chicos se terminan de formar en las organizaciones, en institutos de investigación, en empresas, porque es ahí donde aparece esa conjunción del conocimiento, pero si vos ponés un proyecto lo suficientemente desafiante, donde todos se sienten dueños de eso que se está construyendo, la gente se queda y aparece ese efecto de apasionarse por lo que uno hace”.
Conocimiento para exportación
Víctor Ramos dijo que los emprendedores científicos que crean su propia empresa hoy son una realidad del mercado. “Este tipo de servicio está creciendo de tal forma que para el 2024 se hablaba que movilizará u$s7.000 millones, y que en menos de una década va a ser uno de los productos comerciales más importantes. Lo que hay que mejorar es que muchos de esos estudios sobre información, exportaciones que se hacen en el exterior, se hacen de forma directa entre el personal exterior y el científico. Hay que buscar un canal para que eso se haga oficialmente, que eso pueda dar un beneficio para el país y para Argentina en general”.
En el caso de Y-TEC, Dvorkin planteó la dificultad de cómo se calcula la monetización -la riqueza- que deja en el país la inversión de u$s300 millones que YPF hizo en su empresa desde 2012. “Hoy (el saldo) ya es positivo y generamos dólares. Y-TEC es una organización destinada a generar conocimiento, pero nos propusimos como uno de los objetivos tratar de exportar, porque cuando vamos a conferencias internacionales vemos que el tipo de desarrollos tecnológicos nuestros están a la par de los que se hacen en otros lugares, es decir, tenemos la información necesaria, el conocimiento necesario, lo que tenemos que ahora es realmente exportar”.
Campanni recordó que en la década del ‘90 el INVAP salió a exportar por necesidad ante la falta de aportes genuinos del Estado y aseguró que “cuando salimos a exportar este tipo de capacidades, que son bienvenidas en el mundo, el que sale a exportar es Argentina”.
“Hay un potencial importante en todo eso, pero hay que buscar ese camino de trabajo en equipo, porque se necesita el involucramiento del Estado, y de toda la cadena de valor para salir a hacer esa penetración al mercado mundial. No es algo que sea de un tema político, lo hacen todos los países. Cuando se habla de tecnología, los que salen a vender son los países”, concluyó.
Fuente: Ambito