Decreto 929: un paso para recobrar la confianza de los inversores
Chevron y Petronas ya tienen libre disponibilidad sobre el 20% de la producción. Shell aguarda los beneficios. Aunque hay dudas sobre los años en que el Estado incumplió con la norma.
Sortear el cepo cambiario para girar dividendos a sus casas matrices, repagar las inversiones y repartir utilidades entre los accionistas, es uno de los grandes reclamos que han mantenido en los últimos años las petroleras con activos en Vaca Muerta, sobre todo las multinacionales.
En un contexto de fuerte restricción externa, con las reservas del Banco Central en estado crítico, el ministro de Economía de la Nación, Sergio Massa, comenzó a dar señales en la resolución de esa cuestión medular para que Vaca Muerta se convierta en un polo generador de dólares.
Su primera gira internacional al asumir en el gabinete de Alberto Fernández, tuvo como eje central dar una fuerte señal de respaldo a las inversiones petroleras en la Argentina. En Estados Unidos, se reunió con las altas esferas de Chevron y les prometió reactivar el Decreto 929 del año 2013, del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, que posibilitó el acuerdo entre YPF y la petrolera norteamericana para poner en marcha el primer desarrollo en Vaca Muerta, en el yacimiento Loma Campana. Se trata del proyecto de shale oil emblemático de Vaca Muerta, que concentra el mayor volumen de inversiones y el principal campo productor de crudo de Neuquén.
El Artículo 6º del Decreto 929/13 establece que las compañías beneficiarias del Régimen de Promoción gozarán, a partir del quinto año contado desde que se comience a ejecutar los proyectos de inversión, el derecho a comercializar libremente en el mercado externo el 20% de la producción, sin retenciones y con libre disponibilidad sobre esas divisas generadas.
Además, el Artículo 7º indica que en los períodos en que la producción nacional no alcanzase a cubrir las necesidades internas de abastecimiento, los beneficiarios tendrán el derecho a obtener por ese 20% un precio no inferior al valor de exportación de referencia, así como también tendrán el derecho prioritario a obtener divisas de libre disponibilidad a través del Mercado Único y Libre de Cambios por esas ventas.
Para acceder al Régimen de Promoción, cada proyecto debe superar una inversión mínima de 250 millones de dólares en los primeros tres años del proyecto. Desde hace ya varios años, hay compañías con desarrollos en Vaca Muerta que cumplen los requisitos. Incluso algunas iniciaron los trámites durante el gobierno de Mauricio Macri, pero no prosperaron, sobre todo tras la restitución de los controles de capitales por las corridas cambiarías que se desataron tras el derrumbe del modelo económico de Cambiemos.
Hacia fines del año pasado, Massa comenzó a dar luz verde a esos reclamos. La primera en recibir el beneficio fue Chevron, que a través de la firma Compañía de Hidrocarburo No Convencional (CHNC) -la sociedad que conformó con YPF en Loma Campana-, había iniciado la solicitud administrativa en 2018 y la había retomado en 2020.
El 9 de diciembre de 2013, como parte del trato, y para garantizarse que Chevron se decidiera a una inversión de tamaña magnitud cuando la rentabilidad de Vaca Muerta era un misterio, YPF le cedió a CHNC su parte de los derechos a la libre disponibilidad de comercialización del 20% de la producción de crudo y de las divisas generadas. Finalmente el 29 de septiembre del año pasado, la actual administración reconoció los beneficios a la compañía norteamericana, a través de la Resolución 655/2022.
Días atrás, durante la inauguración del Oleoducto Sierras Blancas-Allen, en Neuquén, la secretaría de Energía de la Nación, Flavia Royon, señaló que Chevron “ya ha exportado haciendo uso del decreto sin el pago de derechos de exportación”.
Además, manifestó la intención de dar “la tranquilidad que este gobierno como los anteriores tienen a Vaca Muerta como una política de Estado. El ministro Massa ya nos instruyó a trabajar en el Decreto 929 para dar certidumbre jurídica y fiscal a los inversores”.
Las autoridades de la compañía angloholandesa estaban expectantes porque horas antes Massa había anunciado vía Twitter que les reconocería los beneficios. Sin embargo, hubo decepción porque en una reunión privada con los altos directivos en pleno yacimiento de Sierras Blancas, Royon no dio mayores precisiones del cómo se aplicaría la medida.
“Estamos trabajando particularmente en Shell. El ministro Massa instruyó a reconocer la vigencia del 929 y estamos trabajando en el tema para validar el monto de inversiones de acuerdo a cuando la empresa hizo la presentación en 2015”, respondió, luego ante la consulta de la prensa.
Shell inició la solicitud por sus proyectos en las áreas Coirón Amargo Suroeste y Sierras Blancas, en los que ya superó inversiones por más de 2.000 millones de dólares.
La segunda empresa que, junto a Chevron, ya tiene cerrado el reconocimiento del régimen promocional es la malaya Petronas, a través de la Resolución 779 del 28 de noviembre de 2022. La compañía había iniciado su reclamo el 21 de diciembre de 2018 por el desarrollo de La Amarga Chica, junto a YPF.
La gran duda entre las empresas es qué pasará con los años en los que el Estado no les reconoció el beneficio, pese a que cumplían con los requisitos de la normativa.
Fuentes de la secretaría de Energía de la Nación señalaron a +e que “el Decreto 929 está vigente, nunca se derogó, lo que pasó es que los proyectos que se presentaron en su momento no habían tenido los beneficios que le corresponden. Los proyectos de Petronas y CHNC tienen los beneficios desde que sale la norma, es decir, algunos es a partir de los 3 años, y otro de los 5 años de iniciada la inversión. A partir de ese plazo les corrían los beneficios y no lo usaron, pero no es retroactivo, sino que habrá que ver cómo se enmienda eso”.
El 27 de enero pasado, el gobierno publicó la Resolución 26, mediante la cual aprobó el «procedimiento de solicitud del beneficio” del Decreto 929. Este instrumento habilita a que se sumen más empresas que tienen desarrollos avanzados en Vaca Muerta. Más allá de la implicancia económica, cumplir con esa norma es clave para generar confianza en los inversores.
Fuente: LM Neuquen