Dejan de entregar biocombustibles para cubrir el cupo en surtidores
Los productores de biocombustibles argumentan que los precios actuales no cubren los costos y, por tal motivo, dejaron de entregar los productos a las petroleras. El sector espera una actualización de los valores de la Secretaría de Energía.
En medio del congelamiento de los precios de los combustibles en los surtidores y del barril de petróleo como medida para contener la inflación, productores PyMEs y cerealeras dejaron de entregar a mediados de diciembre el biodiésel y bioetanol para que las refinadoras realicen la mezcla obligatoria con las naftas y el gasoil establecida por ley. Como resultado, hoy se venden combustibles sin componente vegetal.
Así lo confirmaron distintas fuentes del sector a Econojournal. “No hay entregas de biocombustibles por un problema de costos. Hay empresas que no tienen espaldas para soportar esta situación con estos precios”, indicó un ejecutivo de una cámara empresaria de productores.
Y agregó que “el precio está por debajo de lo que tiene que estar. Esto a muchas empresas, sobre todo medianas, no les permite cubrir los costos, por lo tanto, no están entregando los productos”.
Además, el sector aguarda la actualización de los precios de estos productos regulados que tiene que publicar la Secretaría de Energía, que dirige Sergio Lanziani.
Lo que argumentan los productores de biocombustibles es que los precios están atrasados entre un 15% y 20%, según varíe el producto. En este sentido, entienden que las petroleras vienen adquiriendo biodiésel y bioetanol a un precio mínimo establecido por la cartera energética que “es muy bajo” y que “no alcanza a cubrir los costos”. Por tal motivo, dejaron de entregar biocombustibles a mediados de diciembre. Las petroleras, por su parte, tampoco pudieron aumentar los precios de las naftas y gasoil —YPF amagó con subir un 5% hace 15 días, pero finalmente no fue autorizado por el gobierno—, por lo que lo más probable es que, hasta que no se defina qué sucederá con los precios en surtidores, el valor regulado de los biocombustibles permanezca congelado.
Otra fuente empresaria indicó que “la situación es muy compleja y trajo muchos problemas en el sector” y, aunque también esto ocurrió en 2019, esta situación “no es para nada habitual” en el mercado local.
Cuando estaba a cargo de Gustavo Lopetegui, la Secretaría de Energía estableció a partir de septiembre del año pasado un precio mínimo que habilitó posibles negociaciones entre productores y refinadores. Pero en el sector critican el congelamiento de los combustibles que implementó Mauricio Macri después de las PASO, que según los productores impactó fuertemente en la industria.
El último aumento, otorgado en noviembre, llevó el precio de la tonelada de biodiésel, que se elabora casi todo con soja, a 44.121 pesos. Mientras, el precio de adquisición del litro de bioetanol de caña de azúcar, que se elabora en los ingenios tucumanos, y el bioetanol producido en las provincias del centro del país a base de maíz llegaron a 29,80 pesos.
Ahora los productores aguardan saber cuál será el porcentaje que establecerá la nueva Secretaría de Energía a cargo de Sergio Lanziani. Una medida que se espera para los próximos días. El funcionario responsable que en lo formal debería instrumentar la actualización de los precios es el subsecretario de Hidrocarburos, Juan José Carbajales.
Cualquier aumento de los biocombustibles genera malestar en las petroleras porque están obligadas a mezclar estos insumos con las naftas y el gasoil que producen, pero –al mismo tiempo- el nuevo gobierno mantiene los precios congelados en los surtidores.
Los valores de los biocombustibles están regulados por la ley de fomento 26.093 y los actualiza el gobierno nacional mensualmente. La norma establece una mezcla de 10% de biodiésel para el gasoil y 12% de bioetanol con las naftas.
Fuente: Econojournal.