Dubai: Un refugio lujoso contra el covid 19
La región se ubica como un destino seguro y placentero alejado del virus. Gracias a esta condición aumentaron las compras inmobiliarias y muchos empresarios lo ven como el paraíso desde donde manejar sus empresas, a distancia.
Dubai situado en Emiratos Árabes Unidos a pesar de las pérdidas que le causó la pandemia de coronavirus, la misma pandemia le permite repuntar sus ingresos. Lo hace erigiéndose como refugio contra el confinamiento al que obliga el covid-19 en el resto del mundo.
Es que cuenta con una de las mayores compañías mundiales de vacunación, el país muestra teniendo al virus en un puño mientras abre las puertas al turismo internacional, una canilla que no debería cerrarse ya que, hoy en día, buena parte de sus ingresos no provienen del petróleo -escaso- sino de otras fuentes diversas.
Aunque rija el distanciamiento físico en los espacios públicos y no usar barbijo se castigue con multas elevadas, en Dubai no hay cuarentena ni toque de queda. Los bares y comercios están llenos de gente.
De todos modos, para ingresar a Dubai, uno de los siete principados de los Emiratos Arabes Unidos, es requisito que los turistas presenten una prueba PCR negativa reciente. Si no la tienen deben hacérsela en el aeropuerto de Dubái.
El diminuto país de 2,9 millones de habitantes recibió 16 millones de turistas en 2019 y vislumbraba llegar a los 20 millones en 2020, pero la pandemia –como a todos- les arruinó los planes e impusieron un confinamiento estricto que finalizó en julio del año pasado, con el inicio de todas las actividades.
La pandemia mundial de coronavirus dejó a los dubaitíes en rojo y con las manos atadas a causa de una colosal inversión inmobiliaria improductiva: condominios de lujo, torres gigantes, villas de ensueño, campos de golf, marinas, barrios residenciales e incluso islas enteras artificiales, como Palm Jumeirá –el archipiélago con forma de palmera- preciosas pero completamente vacías.
El cierre de las fronteras frenó todas las transacciones inmobiliarias y el sector, que ya venía complicado desde 2014 y apostaba a un nuevo boom inmobiliario, quedó desplumado. La asfixia del encierro y la reapertura de los aeropuertos cambió las cosas. “Poco después constatamos un aumento de las ventas, y no se detuvo desde entonces», explicó Zhann Zoshinke, director del gabinete de análisis Property, a la agencia RFI.
El cese del confinamiento social hizo repuntar el mercado inmobiliario en Dubai, un refugio paradisíaco para resguardarse del virus
Con la economía más diversificada del Golfo, Dubai necesita que los turistas, la actividad comercial, las finanzas y las operaciones con bienes raíces le permitan regresar –al menos- al 8% del PIB que esos segmentos sumaban en 2019.
«Vemos aquí a muchos evadidos del confinamiento en otros países», confirmó Zoshinke. Por otra parte, también influyen las mayores facilidades que se dan a quienes quieren residir en Dubai, comprar una vivienda e incluso montar una empresa. Cualquier extranjero puede ser propietario del 100% de una empresa en ese principado árabe.
También en abril, la inmobiliaria Property Monitor informó la venta de 90 viviendas en precios superiores a 10 millones de dirhams (unos 2,23 millones de euros).
«Creo que la gente constata que Dubai ya no es un sitio de construcción, como hace una década, cuando poseía el récord mundial de grúas», opinó Matthew Bate, director de BlackBrick, otra agencia de bienes raíces que apuesta con todo a una villa de mármoles blancos de 1.309 m2, diseñada con estilo italiano pero totalmente moderna, con 60 metros de playa privada, pileta de natación, y cine. Se encuentra alejada de todos, en el extremo de una de las hojas de palmera, y es un paraíso de 22 millones de euros.
El sector inmobiliario tuvo una caída de 3,7% el año pasado, pero en el 2021 eso ha cambiado. En abril, se registraron 81 ventas en Palm Jumeirá, contra las 54 del 2020. Según informó la empresa IHS Markit, especializada en análisis de riesgos, en el archipiélago construido artificialmente se vendió una mansión por casi 25 millones de euros, una cifra récord incluso en términos locales.