Ductos bolivianos quedarían ociosos salvo para transportar gas argentino
La declinante producción de gas natural como consecuencia de la escasa exploración y el deterioro de los megacampos pone en un complejo escenario a las futuras exportaciones de Bolivia. Según el analista y exministro de Hidrocarburos Álvaro Ríos, si el país no adopta políticas para reactivar el sector de hidrocarburos podría quedar con los ductos ociosos y limitarse al cobro de “peaje” por el uso de estos para el transporte de gas desde Argentina y Brasil.
El especialista afirma que Bolivia tiene alguna posibilidad de mejorar su producción de gas obteniendo éxito en al menos cinco pozos exploratorios que actualmente son perforados.
Sin embargo, aclara que los campos en producción se encuentran en fase de declinación, de modo que el éxito en los nuevos descubrimientos solamente permitirá reponer la producción.
Ríos menciona que ductos bolivianos, como el Yabog, que conecta el sur del país (Tarija) con Río Grande (Santa Cruz), y el GTB, que se extiende desde Río Grande hasta la frontera con Brasil, están quedando semivacíos a raíz de la reducción de las exportaciones a Brasil, ya que tienen una capacidad de transportar 30 millones de metros cúbicos día (MMm3d), pero actualmente sólo llevan 20.
Añade que, a medida que no se descubran nuevas reservas de gas, las exportaciones al vecino país continuarán en descenso y los ductos quedarán vacíos.
“Podemos estar pensando que, si no hacemos exploración o si no reactivamos nuestro sector rápidamente, utilizar esos ductos y generar un peaje por transporte; tal vez pasar gas argentino de Vaca Muerta, que es un gas que ya está descubierto y solamente falta producirlo, para llevarlo al mercado brasileño”, subraya Ríos.
El experto añade que es una alternativa que Bolivia “debe ir mirando” en la medida en que los actores políticos no logren cambiar el sistema impositivo para atraer inversiones que permitan incrementar reservas de gas.
El experto menciona, además, que la capacidad de producción de gas en Bolivia bajó de 61 MMm3d a 52 MMm3d entre 2014 y 2020.
En caso de no encontrar nuevas reservas, esta capacidad bajará otros 10 MMm3d en los próximos cinco años. En este contexto, la exportación será inviable.
“Si el sistema político boliviano, que es el responsable de armar un marco jurídico, no se pone de acuerdo y no hace una nueva Ley de Hidrocarburos que atraiga inversiones rápidamente, nos vamos a quedar como país que cobra peaje para transportar el gas. Lo peor sería ni transportar el gas, porque no cobraríamos y esos ductos quedarían vacíos”, dijo Ríos.
Fuente: Los Tiempos.