El ajedrez de Vaca Muerta
Mientras las actividades en Vaca Muerta descienden por debajo del 50%, los referentes locales iniciaron una peregrinación por las diversas oficinas de las nuevas autoridades nacionales electas. El derrotado Guillermo Pereyra inició la jugada sindical con apoyo implícito del Kirchnerismo
La elección dejó vía libre al Gobernador Omar Gutiérrez y al ex gobernador Jorge Sapag para convertirse en los referentes de Vaca Muerta. El tablero político cambió, el poder provincial se concentró y la partida de ajedrez comenzó mucho antes al día de las elecciones nacionales.
Los resultados indican que perdió el sindicalista Guillermo Pereyra y ganó la familia Sapag. Cuando se relacionan los nombres que ocuparán las bancas en el Congreso Nacional en los próximos años, se observa que los intereses de los neuquinos estarán representados por tres mujeres descendientes de los fundadores del partido provincial: Chani Sapag (hermana del ex gobernador), Silvia Sapag (prima del ex gobernador) y Lucila Crexell (sobrina del ex gobernador).
Bajo el cuidadoso armado legislativo y el contundente resultado electoral, los referentes provinciales iniciaron una maratónica rueda de reuniones para exponer ideas y proyectos que beneficie el desarrollo de Vaca Muerta.
El gobernador Gutiérrez se reunió con el presidente electo Alberto Fernández, mientras que el ex gobernador se reunión con el candidato a ocupar la Presidencia de la Cámara de Diputados, Sergio Massa.
Tanto Gutiérrez como Sapag explicaron las inconvenientes que genera el famoso decreto 566 de la administración Macri. “Con el congelamiento del precio en boca de pozo se pierden recursos para el Estado” expresó el hombre que cambió la historia petrolera neuquina tras el conflictivo acuerdo YPF-Chevrón.
La propuesta
Al parecer, Jorge Sapag lleva adelante una nueva batalla. Cambiar la forma de administrar los impuestos para generar el desarrollo petrolero que el país necesita. Como hombre político sabe que necesitará aliados para implementar esta jugada, y es por eso que Sergio Massa se adelantó para posicionarlo en la escena nacional como “el hombre político que más conoce sobre Vaca Muerta”.
La ecuación es sencilla, si se congela el precio también se congela la inversión y el desarrollo de Vaca Muerta. El freno a la inversión desacelera la producción. Por lo tanto, menos producción es menos recaudación, y consecuentemente mayor impacto negativo en los fondos coparticipables.
Palabras más, palabras menos fue la posición del Gobierno de la Provincia ante los referentes electos. Pero esta sencilla ecuación tiene impacto directo en el precio de los combustibles, y éste último en cualquier actividad económica.
Entonces, el desafío es hacer que el precio en boca de pozo no impacte en las economías regionales. Para ello, el ex gobernador salió a explicarle a Sergio Massa la teoría sobre el ITC (Impuesto a la Transferencia de los Combustibles).
En Argentina, todos los combustibles líquidos están grabados con el ITC, que representa el 41% del valor de las naftas en la boca de surtidor y el 37% del gasoil.
La propuesta consiste en llegar a un acuerdo federal para modificar la alícuota con un mecanismo “flotante” que posibilite conservar el valor del litro de nafta en su equivalente actual (de U$D 0,87/U$D 0,90 el litro).
En síntesis, se congela el precio de las naftas en el mercado interno independientemente del valor del dólar y del precio del barril en boca de pozo.
Quien debe hacer el ajuste
Esta propuesta determina que la variable de ajuste es el impuesto (ITC) y no el bolsillo de la gente. Un algoritmo inversamente proporcional al actual gravamen.
El principio del ITC es que el estado recauda más, cuanto más alto está el precio de las naftas. Mientras que la actual propuesta consiste en que, el Estado recauda más cuánto más producción petrolera se genere.
Según los economistas consultados, la propuesta contempla “dos caminos que no son independientes el uno del otro”. El primero consiste en obtener “el compromiso de la industria en incentivar el desarrollo con mayor ingreso de capital y mayor producción”. El segundo, y quizás el más difícil, consiste en “acordar con los estados provinciales congelar el gastos público”.
Al parecer, ideas existen en el tablero de ajedrez provincial. Mientras el sector liderado por Guillermo Pereyra intenta incorporar un proyecto de creación del “Ente Autárquico Federativo Regional Mixto de Vaca Muerta” con el apoyo implícito de los referentes kirchneristas, del otro lado del tablero, los referentes provinciales buscan alternativas heterodoxas que cambien el paradigma de la sociedad y la desconcentración del poder sindical.
Dos modelos en una misma provincia. Dos miradas diferentes de una misma actividad. Dos dinosaurios de la política neuquina con llegada directa al nuevo gobierno nacional. Hasta ahora, una propuesta es más gasto, la otra una ilusión de más producción. La partida de ajedrez en el tablero de Vaca Muerta continúa, el líder sindical aplicó el enroque para salvaguardar la próxima jugada.
Fuente: Mejor Informado.