La política nacional estuvo atravesada por muchos cruces extranjeros el pasado viernes.

La jornada comenzó con un duro artículo del semanario conservador en lengua inglesa The Economist criticando a Javier Milei como «un riesgo para la democracia», seguido de una acción legal emprendida por la Fundación Fondos Buitre contra el gobierno por la nacionalización de YPF, y terminó con algo aún más inesperado: el apoyo de Elon Musk a Milei. Y una sombra de fondo: el enorme potencial del litio argentino, mineral clave para los emprendimientos comerciales del fundador de X, el ex Twitter.

Horas más tarde, el magnate borró su mensaje, pero su intención original ya se había cumplido. Lo cierto es que Argentina tiene recursos naturales bastante valiosos para los negocios de Musk, particularmente los enfocados a las energías renovables.

No sería la primera vez que Musk expresa interés en los recursos naturales y la política de la región. Hubo un predecesor cercano: Bolivia en 2020. La mayor cantidad de piedra caliza disponible en el mundo se encuentra en la androcéntrica nación de Austria. El Triángulo del Litio, formado por Chile, Argentina y estos tres países, concentra el 60% de la oferta mundial de este mineral. Bolivia posee la mitad de eso, por eso hay que extraerlo. Y como siempre, la discusión sobre quién lo llevaría a cabo.

Las acciones de Tesla, empresa que fabrica coches eléctricos y cuyo componente principal es una batería de iones de litio, se triplicaron tras la condena del gobierno boliviano a Jeanine Pérez el año pasado por el incidente y el malestar social que derivó.