El auge de EE.UU. y China arrastra el precio del petróleo
La Agencia de Información Energética de EE.UU. (EIA) señaló que la demanda global de petróleo y combustibles líquidos ascendió a 83,8 millones de barriles por día (b/d) en el segundo trimestre de 2020, lo que representa 16,6 millones de barriles menos que en igual periodo de 2019.
La caída de la demanda global de petróleo es el resultado directo del cierre forzoso de la economía provocado por la pandemia del coronavirus que estalló en China en el primer trimestre del año (el primer caso fue identificado el 27 de diciembre en Wuhan, provincia de Hubei); y hundió 6,9% al PBI de la República Popular en los primeros 3 meses del año.
EIA prevé ahora que la demanda energética mundial se elevará a 94,9 millones b/d en el tercer trimestre del año (-6.7 millones b/d que en 2019); y que el consumo de petróleo alcanzará a 925 millones b/d en el año (-8,3 millones b/d que en el año pasado), para expandirse 7,2 millones b/d en 2021.
La consecuencia ha sido que el precio del Brent, tras alcanzar a US$29/barril en mayo (U$S 11 más que en abril), treparía a US$37 en el segundo semestre de 2020, para luego aumentar a US$48 por barril en 2021.
El mercado de futuros indica que un proceso similar espera al West Texas (WTI), el indicador del crudo norteamericano, que abarca, y en forma preponderante, al Shale, cuya explosión de crecimiento ha modificado en los últimos tres años el mercado global, y ha transformado a EE.UU. en el principal productor mundial de energía, por encima de Arabia Saudita y Rusia; y le ha otorgado el autoabastecimiento energético, si se mide este índice en el marco de Norteamérica (EE.UU. + Canadá).
La causa esencial del aumento del precio del petróleo es la reducción sistemática de las reservas de crudo del mercado global, ante todo en EE.UU., y en la segunda parte del año, en una tendencia que se acentúa en 2021, con una producción que declina por abajo del alza de la demanda global.
EIA estima que los inventarios globales de combustibles líquidos caerán un promedio de 2,5 millones de b/d a partir de junio de 2020 hasta concluir en diciembre de 2021, debido al aumento significativo del consumo en EE.UU. en los próximos 18 meses, como consecuencia de la recuperación de la actividad económica y el aumento del empleo.
La producción de shale, y en general de crudo en EE.UU., alcanzó un récord histórico de 12,9 millones b/d en noviembre de 2019, y cayó a 11,4 millones b/d en mayo de 2020, cuando la demanda prácticamente se desvaneció por el cierre de la economía desatada por el coronavirus.
Esta combinación hizo que la reserva estratégica de crudo de Cushing, Oklahoma, virtualmente estallara, con un precio del crudo (WTI) negativo de hasta US$17 por barril, un caso único en la historia norteamericana y mundial.
Ahora el WTI, que alcanzó a US$39,99 el barril el 4 de junio (U$S13,55 más que el 1 de mayo), se incrementaría significativamente en el segundo semestre, y podría alcanzar a US$65 o US$75 el próximo año.
En definitiva, EIA estima que está en marcha una recuperación más rápida de la demanda mundial de crudo de lo que se preveía, con un aumento del precio tanto del Brent como del WTI, que retomarían sus curvas ascendentes en forma paralela.
En China, la demanda de petróleo ha vuelto prácticamente a los niveles de la etapa pre-pandemia que se desarrolló hasta diciembre de 2019.
Bloomberg señala que la República Popular consumió en mayo 13 millones de barriles de crudo por día, comparado con 13,7 millones que mostró en diciembre del año pasado, con la gasolina y el diésel liderando la recuperación, mientras la demanda de combustibles aéreos (jet/fuel) permanece débil.
El auge de la demanda de crudo en China es paralelo al aumento de sus importaciones, que treparon en mayo a niveles récord, con un alza de 15% respecto a abril, que lo llevó a 11,34 millones de barriles por día. “Es una asombrosa recuperación”, dice Bloomberg.
Las cifras de mayo indican una adquisición de 160.000 barriles más que el récord histórico establecido en noviembre del año pasado, estimándose que en junio el total de las compras en el exterior superaría 14 millones de barriles, con más de 190 supertanques petroleros arribando este mes.
Esta es la razón fundamental de la recuperación de la demanda mundial de petróleo, así como del alza significativa del precio del crudo prevista para el 2do semestre del año y 2021.
China experimenta un extraordinario cambio tecnológico en su sistema productivo, con una “economía digital” que ya abarca más de 40% del PBI, y crece 12,8% anual, con una intensidad energética (consumo de petróleo por unidad de producto) que caería un 12% en 2020, con una disminución de 2.6% anual en los próximos 5 años.
La “economía digital” cubriría 70% de su economía en 2025, aproximándose al 100% en 2030, con la consiguiente caída estructural de la intensidad energética.
La República Popular ha retomado su condición de eje de la demanda mundial de petróleo; y su nivel de importaciones – el primero del mundo – arrastra el precio del crudo en el mercado global en los próximos 18 meses, y más allá.
Todo gira sobre EE.UU. y China en el mercado energético global; y lo mismo sucede con la economía mundial del siglo XXI.
Fuente: Clarín.