El caso Explora: por qué una empresa verde necesita que la economía se reactive para elaborar biocombustibles y exportar
El título inicial dice que la empresa Explora invirtió u$s5 millones en una planta que transforma desechos cloacales en biodiésel. Pero el título es más grande. Explora es una empresa argentina que desarrolla tecnología para convertir diversos tipos de desechos en biocombustibles que se exportan y generan dólares. Y necesita, justamente, de que haya actividad productiva para buscar esos residuos, transformarlos y venderlos al exterior.
La cosa es todavía más interesante. Además de mitigar las emisiones de dióxido de carbono mediante la producción de biocombustibles e impulsar al segmento de energías renovables, la Argentina refuerza su posición en este rubro y se posiciona mejor en el mapa internacional como productor y exportador de valor agregado, con el consiguiente ingreso de dólares que eso representa para una economía maltrecha, vale insistir.
Explora es una empresa argentina creada hace 15 años por tres ingenieros convencidos en que el país sólo podrá salir adelante generando valor, conocimiento. Y los biocombustibles son uno de esos productos.
En los últimos ocho años encaró un proyecto para convertir grasas de efluentes cloacales en biocombustibles, con una inversión superior a los u$s5 millones, informó la empresa a través de un comunicado. El proceso consta de tres etapas de las cuales dos fueron ejecutadas en su totalidad y ya empezó a exportar aceite desacidificado a Europa, particularmente a Gran Bretaña, Holanda, España y Bulgaria, y dentro de la región, a Brasil, en donde es utilizado como biocombustible de segunda generación.
«El proyecto surgió porque hay tres cuestiones que se combinan: al producir biocombustibles se ingresa en el segmento de energías renovables, el biodiésel de Argentina tiene un 70% de ahorro en emisiones, y los biocombustibles que nosotros producimos los reducen al 90%», dijo a iProfesional, Axel Boerr, uno de los socios fundadores y vicepresidente de Explora.
Productores de tecnología
La empresa desarrolló su propia tecnología de producción «y eso te define como compañía porque tener la capacidad de desarrollo no es lo mismo que comprar tecnología llave en mano para ser simplemente operadores de tecnología», agregó.
Antes de incursionar en la transformación de los desechos cloacales, la empresa había desarrollado la tecnología para convertir el aceite de soja en biodiésel. Es decir, que la compañía trabaja en todos los frentes en los que sea posible convertir distintas materias primas en «combustibles verdes».
Y ahí es cuando marca la diferencia con las productoras de soja que convierten los remanentes de aceite en biodiésel y desarrollan el negocio pero como modo de rentabilizar mejor lo que, del modo tradicional, es decir, vendiendo aceite para freír milanesas, no podrían.
«La diferencia con esos productores de aceite es que ellos buscan cómo sacarse el aceite de encima. Si lo tiene integrado en su cadena lo hace pero se trata de un productor de aceite, de un productor que muele que, aparte, tiene este módulo para hacer más eficiente la gestión del aceite. Nosotros, en cambio, somos del rubro energético, somos una compañía de energía. Que hoy lo produzcamos principalmente con aceite de soja porque es la materia prima más barata es sólo parte de un plan que tenemos para incorporar más materias primas, mas baratas o no, pero que incluyen desafíos tecnológicos adicionales», detalló el directivo.
Por eso, luego incursionaron en la transformación de los efluentes cloacales en donde el objetivo es separar las grasas en los laboratorios de la empresa, y eso se convierte en una estructura molecular similar a un aceite. Tras destilarlo se convierte en un biodiesel de calidad. Tarea que desarrollaron en conjunto con la Universidad de Sarmiento.
Minería de grasas para producir
«Llamamos a nuestro trabajo «minería de grasas» porque relevamos los procesos industriales de la Argentina, es decir, buscamos en dónde hay grasas industriales. A veces no es tan fácil encontrar porque no es tan visible», agregó.
Los efluentes cloacales que, por ejemplo, terminan en el río Paraná, llevan un montón de grasa que se descompone naturalmente tomando oxígeno del agua. El proyecto de Explora propone recuperar esa grasa y, en vez de que se tire al río y se generen emisiones, tomarla, desacidificarla y usarla como biocombustible con emisión 0 o con un 95% de ahorro de emisiones.
Como parte de este desarrollo, Explora se vinculó inicialmente con AySA para conseguir la materia prima necesaria y realizó la primera inversión al montar un laboratorio que logró convertir grasa recuperada de efluentes cloacales en biodiésel de máxima calidad.
El proceso, al que se denominó Raupe (Renewable Advanced Unique Premium Energy), contó con el apoyo del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación y se articuló junto a la Universidad Nacional de General Sarmiento para trabajar de manera conjunta una de las tres etapas del proyecto.
Para aprovechar el potencial de eta tecnología al máximo debería existir una de estas plantas cerca de cada uno de los establecimientos de potabilización de agua que existen en las distintas provincias del país.
Por esa razón, otro camino que encontró Explora para la elaboración de biocombustibles es a través de la búsqueda de grasas industriales que permitan esa conversión y, así, seguir produciendo.
«Hoy producimos 12.000 toneladas de biocombutibles anual, pero en 2021 esperamos crecer un 50% más. Pero dependerá de la evolución de la Argentina. Disponibilidad de materias primas hay. Pero si se produce menos y hay menos residuos también tendremos menos insumos para producir nuestro propio biocombustible», señaló Boerr, que también aludió a la necesidad de contar con capital de trabajo.Sólo a partir de una mayor producción será posible abrir nuevos mercados de exportación.
«Esto es una fábrica verde, una fábrica de bosques en dos sentidos: por un lado, porque se ahorran emisiones, y por el otro, porque es una fábrica de dólares», destacó tras aseverar que las plantas creadas por Explora son las más eficientes para producir biodiésel.
«Explora es una empresa muy técnica, creada por ingenieros, ya invirtió u$s35 millones desde que fue fundada y jamás repartió dividendos. Siempre se pensó en invertir», concluyó Boerr.
Fuente: I Profesional.