El detrás de escena de la videoconferencia que confirmó un barril criollo de US$ 45
Kulfas adelantó ayer el establecimiento vía decreto de un precio sostén de 45 dólares. Gobernadores respaldaron la iniciativa. Los refinadores lo consideraron excesivo. Nielsen y Lanziani, ausentes. Inesperada intervención de Kicillof.
El gobierno fijará un precio sostén del petróleo en el mercado interno de 45 dólares. Así lo confirmó Matías Kulfas, ministro de Desarrollo Productivo, a gobernadores de provincias hidrocarburíferas y referentes de las empresas petroleras una videoconferencia realizada ayer a última hora, tal como adelantó EconoJournal. En total, participaron unas 40 personas. Cada uno pudo hacer uso de la palabra y sentar su opinión.
El encuentro virtual se extendió por casi tres horas. Entre los mandatarios se destacaron Omar Gutiérrez (Neuquén), Alicia Kirchner (Santa Cruz) y Mariano Arcioni (Chubut). Entre los representantes privados, Sergio Affronti (YPF), Marcos Bulgheroni (PAE), Teófilo Lacroze (Raízen), Hugo Eurnekian (CGC), Pablo Vera Pinto (Vista Oil&Gas), Sean Rooney (Shell), Ricardo Chacra (Roch) y Germán Macchi (Pluspetrol), entre otros. Sobre el final de la conferencia se sumó el gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, porque las tres mayores refinerías del país se encuentran en la provincia. Con ese argumento, apunta a sumarse a la Ofephi, la organización de las provincias petroleras.
La discusión sobre el establecimiento de un ‘barril criollo’ empezó a principios de marzo y se empantanó durante semanas por la falta de acuerdo entre refinadores y productores de petróleo.
Dos cuestiones influyeron en que el tema quedara (parcialmente) resuelto ayer:
- La decisión política del gobierno nacional de satisfacer el reclamo de los gobernadores. Los mandatarios advirtieron, por un lado, que el derrumbe del petróleo por la expansión del Covid-19 amenaza con destruir miles de puestos de trabajo en una industria estratégica como la hidrocarburífera y, por el otro, solicitaron mantener sin cambios el precio de los combustibles en surtidor para, indirectamente, poder cobrar regalías sobre un precio artificial del crudo, mucho más alto que el internacional.
- La designación de Sergio Affronti como CEO de YPF, la petrolera controlada por el gobierno, que se alineó con la visión de los productores no integrados de crudo. YPF es una empresa integrada: produce y refina petróleo. Hasta la semana pasada, Guillermo Nielsen, presidente de la empresa, exhibía una visión de corto plazo y estaba alineado con el crisol los refinadores, como Raízen (Shell), Axion Energy y Trafigura (Puma), que consideran excesivo el precio de US$ 45 que estableció el gobierno. Eso cambió con la designación de Affronti. El nuevo gerente general de la petrolera se paró como upstreamer y se sumó al bloque de los productores. Así quedó de manifiesto en la videoconferencia de ayer. Affronti estuvo sentado al lado de Kulfas y durante su intervención, inmediatamente después que la del ministro, destacó la medida del gobierno.
Aún así, no se puede hablar de ganadores y perdedores. Lo anunciado ayer anticipa que en las próximas semanas continuará la tensión entre productores y refinadores para negociar el precio de venta del crudo en el mercado interno. Lo más probable es que, por más que el texto del Decreto que firmará el presidente Alberto Fernández establezca que un precio de 45 dólares, la discusión comercial entre unos y otros continúe, tal como admitieron ayer a última hora tres ejecutivos de empresas productoras que participaron de la conferencia.
La reunión dejó algunos gestos que dan cuenta del inestable mapa de poder dentro del área energética.
- Nielsen, que la semana pasada había enviado a los gobernadores una propuesta alternativa para evitar la publicación del decreto, no fue de la partida. Al menos ayer quedó relegado.
- Tampoco estuvo presente Sergio Lanziani. Aunque buena parte del sector ya naturalizó su ausencia en la decisión de los temas centrales de la agenda, no deja de sorprender que el secretario del área no haya participado, aunque más no sea por una cuestión institucional, de un encuentro petrolero de primer nivel organizado por el gobierno. “Lo único que puedo decir es que su ausencia (por la de Lanziani) refleja cómo se dio el proceso de negociación con gobernadores y petroleras, del que él no participó”, señaló una fuente gubernamental.
- La representación del Estado corrió por cuenta de Kulfas; del subsecretario de Hidrocarburos, Juan José Carbajales; y de Ramiro Manzanal, director de YPF y asesor de extrema confianza del ministro de Desarrollo Productivo. Fue uno de los trabajó en la redacción de la letra chica del decreto que se conocerá en las próximas horas.
- La inesperada intervención de Kicillof, que se sumó hacia el final de la conferencia. Consultados por este medio, allegados al mandatario indicaron que “el precio tiene que garantizar rentabilidad de toda la cadena. Si (el gobierno) establece un barril criollo tiene que ser con compromiso de producción empleo e inversión por parte de las empresas”.
Sin acuerdo
La falta de entendimiento entre productores y refinadores quedó plasmada ayer. Lacroze, máximo referente de Raízen (que es propietario de la refinería de Dock Sud y comercializa la marca Shell), señaló “el problema principal es la falta de demanda (la venta de combustibles cayó un 40% por la cuarentena. No los precios”.
«(Los 45 dólares) nos dejan en una situación de pérdida estructural. No es equilibrado establecer un precio tan alto que lleve al quebranto a las refinadoras«, advirtió.
Trafigura, que opera la marca Puma, también consideró que el precio sostén homologado por gobierno es excesivo, al igual que Axion Energy. La subsidiaria de PAE reiteró la propuesta de que los refinadores compensen a las provincias reconociendo regalías por 45 dólares, siempre y cuando las unos y otros puedan negociar un precio superior al de la paridad de exportación, pero inferior a los 45 dólares que fijó el gobierno.
Algunas productoras indicaron que ese escenario es desventajoso para las productoras no integradas —como Pluspetrol, Tecpetro, Vista, Sinopec, Chevron y Capsa—, porque tienen menos poder de negociación frente a las refinadoras, que al final del día terminarían cerrando un precio más bajo. “Sin embargo, tampoco es conveniente fijar un precio que las refinadoras no están dispuestas a pagar porque no vamos a encontrar quien nos compre el petróleo”, reconoció el titular de una petrolera independiente.
La pelota hacia adelante
Como sea, está claro que pese al DNU que se anunció ayer la normalización del sector demandará muchos meses. El derrumbe de los precios y de las ventas puso en situación de emergencia a empresas productoras y de servicios petroleros. La medida del gobierno es apenas un gesto de que el gobierno nacional reconoce el problema.
Pero en una economía tan inestable como la argentina habrá que rediscutir en tres meses los términos del acuerdo. El decreto, que entrará en vigencia una vez que se publique en el Boletín Oficial (no tendrá efecto retroactivo), incluye una cláusula de revisión trimestral en función de cómo evolucione el tipo de cambio, la inflación y el precio internacional.
- Ni YPF ni Axion Energy, las dos refinadoras integradas, comprarán crudo a terceros durante los próximos dos o tres meses. Raízen acopió petróleo en su refinería y en barcos que están flotando cargados del hidrocarburo. Tampoco tiene necesidad inmediata de adquirir crudo a los productores. Eso quiere decir que durante mayo y junio el precio de 45 dólares que fijará el DNU prácticamente no será convalidado en transaciones reales de mercado. Habrá que ver que pasa en julio y en agosto y en ese punto ya habrá que revisar los números en función de cómo evolucione el dólar y el precio del Brent.
Fuente: Econojournal.