«El empresariado piensa que está todo mal, pero que aun así está de pie y cree que en un año vamos a estar muchísimo mejor»
Daniel González es el director ejecutivo de IDEA, el Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina. Es licenciado en administración de empresas y fue gerente de YPF, compañía en la que permaneció durante 8 años. Habla de las expectativas de los hombres de negocios en el arranque del proceso electoral y de las potencialidades que ven hacia adelante. ¿Qué creen que es necesario poner como prioridad para acelerar la recuperación económica? ¿Por qué son optimistas a futuro?
Hay una evaluación común entre los empresarios argentinos en general: la situación actual está plagada de dificultades, a muchos les está costando mucho y por varios motivos sostener sus organizaciones –grandes o pequeñas- pero al final del túnel todos ven que hay luz. La duda es si todos podrán atravesar ese túnel y sortear las complejidades de la coyuntura o habrá algunos que quedarán en el camino.
Pero cada vez más son los que observan que la orilla de enfrente promete un contexto mucho mejor, con aguas más calmas y nuevas oportunidades. Eso también fue parte de lo que reflejó la última encuesta que realizó el Instituto para el Desarrollo Empresarial Argentino (IDEA), reconocido por sus congresos a los que se esfuerzan por ir los principales referentes políticos del país, y que su director ejecutivo, Daniel González, repasó junto a I+I CBA.
González es licenciado en administración de empresas, fue gerente de YPF y es la cara visible de esa poderosa organización empresarial. Estuvo en la petrolera durante 8 años a partir de 2012, cuando desembarcó como director financiero. Y su continuidad tuvo una particularidad: llegó con Cristina Fernández en la presidencia, continuó con Mauricio Macri y finalizó en la actual gestión de Alberto Fernández. En 2021 asumió su cargo actual en IDEA.
¿Qué lectura hace el empresariado de la realidad y del futuro?, porque parecen contrastantes…
La lectura de la realidad es muy negativa y es un dato que nos sorprendió de la encuesta porque el 91% de los empresarios consultados dice que estamos peor o mucho peor que hace un año, pero igual de sorprendente es ver que la mitad cree que vamos a estar mejor un año más adelante.
En el agro eso se puede observar con nitidez…
Es cierto que hay sectores como el campo que es más fácil visualizarlo porque claramente vienen de la sequía acumulada a lo largo de tres años y difícilmente se pueda estar peor, y especialmente por lo durísima que fue la última. Pero hay otros sectores como la energía que ya vienen repuntando hace unos años, especialmente Vaca Muerta, por lo cual tampoco es sorprendente. Pero lo que sorprende es que la expectativa de que vamos a estar mejor es generalizada. El empresariado en general elige creer y está viendo que las condiciones debieran alinearse para que la situación mejore el próximo año. El cambio político es claramente un componente, y cuando digo eso no necesariamente estoy marcando una modificación de signo político. Lo que es seguro es que vamos a tener un presidente distinto, una administración diferente. Y si bien genera incertidumbre en el cortísimo plazo, también genera mucha expectativa en el mediano plazo.
¿Hay, además de lo político, razones objetivas para entusiasmarse?
La sensación es esa. Hay razones objetivas como el fin de la sequía o el crecimiento energético. Sumemos lo relacionado a minería, economía del conocimiento, turismo y muchas industrias. Creo que el empresario dice ‘está todo mal, pero aun así estamos de pié, y de acá a un año vamos a estar muchísimo mejor’.
¿Qué debería suceder esta vez para que esas expectativas se conviertan en realidad, qué tres o cuatro temas deberían priorizarse?
Cuando hacemos esa pregunta, los empresarios dicen algunas cosas pero la más relevante, y para mí eso es muy significativo, el 80% de los empresarios hablan de disminuir el déficit fiscal. Es una forma de decir que la inflación es el principal problema que tiene la economía argentina. Pero que haya un consenso tan fuerte y que lo elija una mayoría tan abrumadora de empresarios a la hora de hacer una evaluación, para mí dice muchísimo. Nosotros en IDEA pensamos que el déficit fiscal estructural e infinanciable en este momento que tiene el país es por lejos la principal causa de la inflación. Pero además creo que es lo que se está escuchando de la gran mayoría de los candidatos, la necesidad de equilibrar las cuentas fiscales. Da la sensación de que la tierra está más fértil que en otros momentos para atacar de una vez por todas este problema estructural que tiene Argentina y que no es sólo de este Gobierno, sino que se arrastra de décadas y décadas. En su momento lo financiaba el mercado local, luego la deuda externa, pero ahora no hay cómo hacerlo y entonces se recurre a la emisión de moneda que es inflacionaria. Esa es entonces la principal demanda de los empresarios.
Ese es el nudo principal, ¿qué otras cosas sumarían a la lista de necesidades?
También les preocupa la restricción externa que como consecuencia viene la brecha, que hace que no se pueda invertir en serio en Argentina, que al final del día falten dólares y se produzca la restricción de importaciones. Por eso es algo que preocupa muchísimo. Sorprendentemente muchos empresarios, casi la mitad, dicen que el próximo gobierno debe alentar a los sectores con potencial o más dinámicos de la economía. Y lo digo en el sentido de que es una de las principales demandas al nuevo Gobierno. Para mí esa es una lectura optimista porque el empresariado está reconociendo que hay mucho potencial y necesitamos que el gobierno que venga entienda que hay que incentivarlo y promoverlo.
Ante eso, ¿hay cierta tranquilidad en el empresariado por el tipo de oferta electoral que finalmente quedó conformada en Argentina?
Es una buena pregunta y sobre eso no preguntamos en la encuesta que realizamos. En IDEA tratamos de manejarnos o mantenernos lejos de la política, aunque sabemos que es muy difícil. Pero es para poder construir con cualquier gobierno de cualquier signo. La verdad que no lo sé, puede que sí; que sientan que cualquiera de los candidatos tenga hoy una visión más positiva sobre la necesidad de crear un clima de negocios razonable, pero esas elucubraciones a poco de las PASO las deberíamos dejar para el lunes que viene, cuando ya tengamos candidatos definidos y veamos con más claridad. Vamos a ver cómo reaccionan los mercados en función del resultado, y eso seguramente va a decir mucho de qué tan cómodos o incómodos están los empresarios sobre los postulantes para octubre.
¿Puede haber movimientos bruscos el lunes después de las PASO como ocurrió en 2019?
Yo no creo, pero podría ser. Si hay movimientos, los que nos tendrían que preocupar son los que tienen que ver con el tipo de cambio. No me preocuparía mucho por los movimientos en la bolsa o los valores de los bonos porque esos van y vienen. Pero a título personal no estoy preocupado por movimientos bruscos debido a los resultados de las PASO.
“El mercado regional de gas no nos va a sacar de pobres”
En diálogo con I+I CBA, González también se refirió a la situación actual de Vaca Muerta y las proyecciones de ese yacimiento que permitirían cambiar la ecuación externa definitivamente “si se cumplen algunas premisas”, consideró.
¿Cómo ve el avance en Vaca Muerta?, parece un potencial el que Argentina finalmente empieza a sacar provecho…
Sí, absolutamente. Hoy casi la mitad del petróleo y gas que se produce en el país viene de Vaca Muerta, por lo cual ya es muy relevante. Hubo una continuidad desde el punto de vista operativo en YPF pero también del resto de las compañías que vienen mejorando su productividad en forma sorprendente. Y creo que todavía hay mucho por hacer. Por supuesto que el potencial es tan grande que podemos ir a un ritmo mucho más acelerado. Es un sector que necesita inversiones billonarias. Y son inversiones que no están en Argentina, y para eso con la brecha actual es muy difícil que se dé. Para venir de afuera con cambios permanentes o restricción para pagar dividendos, es muy difícil. Entonces, sin dudas el próximo Gobierno tiene que generar las condiciones que no son tanto específicas para el sector, sino macroeconómicas y políticas para que los inversores que tienen estas decenas de miles de millones de dólares para invertir en un sector increíblemente productivo, porque la productividad de Vaca Muerta compara bien con las mejores formaciones de shale del mundo, vengan. Porque estamos hablando de inversiones que son dos o tres veces las que vemos actualmente.
Pero sin dudas que Vaca Muerta es las dos cosas: una realidad porque ya la mitad del petróleo y gas viene de ahí; pero también es un potencial enorme y una oportunidad que no podemos dejar pasar. Podemos seguir desarrollando Vaca Muerta al ritmo que lo venimos haciendo y está bien; o podemos aprovechar que tenemos eso y desarrollarlo a un ritmo muchísimo más rápido que nos cambie completamente la ecuación externa, que Argentina comience a exportar petróleo muy fuerte en poco tiempo y eventualmente gas también en cantidades enormes, pero ya en plazos más largos porque para eso es necesario una planta de licuefacción, que es una inversión muy grande y de muchos años.
¿La posibilidad de multiplicar la exportación de petróleo, cuánto deberá esperar?
Ya. Argentina hoy ya está exportando entre 100 y 150 mil barriles diarios y eso va a seguir creciendo. Y si pensamos a tres años podemos pensar en medio millón de barriles diarios como una meta muy posible. Cómo evolucionan esos números para adelante es muy difícil decirlo, pero perfectamente podemos seguir creciendo a un ritmo acelerado si hacemos las cosas correctas. Eso implica que el que trae la plata va a poder sacar la plata, que el tipo de cambio de ingreso es el mismo que el de salida, que nadie va a cambiar las reglas de juego en 3 o 6 meses, que de a poco vamos camino a precios internacionales en el mercado local; es decir, cosas que parecen bastante obvias en otros lugares del mundo pero que en Argentina a través de distintos gobiernos siempre nos encargamos de complicarlas.
Mientras esperamos la planta de licuefacción que es más de largo plazo, ¿por redes podemos convertirnos en el principal proveedor de gas de la región?
Sí, hay potencial con la infraestructura existente para exportar algo más de gas a Chile, algo más a Uruguay, también para generación eléctrica a Brasil. Pero no es mucho más lo que se puede hacer ahí. Sí podría pensarse en una inversión muy grande para llegar con ductos al sur de Brasil pero eso requiere también plazos largos. El potencial regional es importante, pero no nos va a sacar de pobres. El salto grande en la exportación de gas viene si entramos en ese mercado enorme que dominan Qatar, Estados Unidos, Australia y algún otro, que es la licuefacción de gas natural y la exportación de eso a lugares como Japón, Europa. Ahí el potencial exportador es enorme y con ello de divisas, que es lo que Argentina necesita. Pero primero hay que hacer una inversión grande.
¿Puede ser el equivalente a otra Pampa Húmeda?
Yo no sé si tanto, pero sí sumamente relevante.
Fuente: Puntal