El Estado, el peor empresario: tiene 90 mil empleados y pierde 11 millones de dólares por día
Hay 33 empresas que pertenecen al Estado Nacional y la mayoría de ellas no son rentables. Se mantienen gracias a los aportes del Tesoro. Un déficit prácticamente insalvable para la nueva ministra de Economía, Silvina Batakis.
La flamante ministra de Economía, Silvina Batakis, conoce bien este diagnóstico. El Estado argentino, en su rol de empresario, muestra números preocupantes. En 2021 sus 33 empresas mostraron un déficit operativo de 3.767 millones de dólares, un monto equivalente al 0,7% del PBI. La mayoría de las compañías tienen sus balances en rojo y los ingresos propios de la actividad que desarrollan no les alcanza para mantenerse en pie. Necesitan de los miles de millones de pesos que les gira el Tesoro.
El déficit operativo surge de comparar lo que facturan las empresas por su actividad -ingresos operativos- comparado con los gastos operativos. La diferencia la pone el Estado. Con los números que van surgiendo en 2022, el déficit operativo ya estaría superando los 4.200 millones de dólares.
Esos aportes que necesitan las empresas para que los números les cierren provienen, como se dijo, de los ingresos del Tesoro, que para pagar sus cuentas se nutre de los impuestos que pagan los argentinos y, como tampoco alcanza, con la creciente deuda en pesos que está contrayendo el Gobierno.
En 2021 las empresas que lo necesitaron fueron asistidas por recursos del Tesoro Nacional, que alcanzaron a $ 393.535 millones. Todos los datos volcados en este artículo surgen de las planillas del Ministerio de Economía.
Hay presión fiscal sobre los contribuyentes y endeudamiento para sostener los gastos del Estado, y entre esos gastos, el monumental déficit de las empresas públicas.
Las cinco empresas que mayor déficit operativo tienen son, tomando cifras en dólares al tipo de cambio oficial promedio de 2021 son estas:
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1. IEASA, que se encarga de la importación de la compra y provisión de gas, la producción y comercialización de electricidad y de las obras de infraestructura del sector energético. La más importante de estas obras, hoy, es el gasoducto que se extenderá entre Vaca Muerta y el sur de la Provincia de Buenos Aires. El año pasado IEASA tuvo un resultado operativo negativo de 100.438 millones de pesos, equivalentes a (US$ 1.057 millones). La razón principal del déficit de IEASA es que importa energía al precio internacional y la vende al mercado local a un precio mucho menor.
2. Operadora Ferroviaria Sociedad del Estado (SOFSE). Maneja el transporte ferroviario y perdió US$ 947 millones;
3. Aerolíneas Argentinas perdió US$ 835 millones;
4. Aguas Argentinas: (tuvo un resultado operativo negativo de US$ 341 millones)
5. Correo Argentino (perdió US$ 230 millones).
El Estado nacional (sin contar las provincias) hoy registra 3,3 millones de empleados. De ellos, 90.000 están en las empresas públicas. No hay un crecimiento explosivo de la plantilla de trabajadores en empresas estatales, pero tampoco un achicamiento, a pesar de que la mayoría de ellas son deficitarias.
La empresa con más empleados en el país es estatal, contando públicas o privadas es Trenes Argentinos tiene 30.102 trabajadores.
El holding de empresas ferroviarias es altamente deficitaria por la política de tarifas subsidiadas.
YPF (control estatal pero capital mixto) aparece bastante arriba en el ranking, con 21.320 empleados directos. El Correo Argentino también está entre los principales empleadores. Ocupa a 18.000 personas, casi el doble que Mercado Libre, que hoy registra, en la Argentina, 9.123 empleados. Aerolíneas Argentinas emplea a 11.500 personas y AYSA otras 8.000.
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La naturaleza del déficit de las empresas públicas no es la misma para todas. Hay matices. Algunas están prácticamente obligadas a tener déficit porque cobran por su servicio mucho menos del costo de dicho servicio. La nombrada IEASA y también los trenes.
«Hay casos donde más allá de la ineficiencia, la empresa es un vehículo para un subsidio específico a un sector de la población. Claramente IEASA y el sistema de ferrocarriles son ejemplos donde la pérdida refleja que la tarifa con la que operan no cubren los gastos. IEASA importa a pérdida. En sentido contrario, no creo que Aerolíneas esté forzada a operar a pérdida» reflexionó el economista Nicolás Gadano.
Un caso notable es el de Yacimientos Carboníferos Río Turbio. Tuvo ingresos por $1503 millones y gastos por $10.546 millones. De los gastos, el 68% son para abonar salarios.
En el otro extremo, hay ocho empresas manejadas por el Estado que arrojaron un resultado operativo positivo.
Se destaca Nucleoeléctrica Argentina (NASA), la empresa que opera las centrales nucleares que generan energía nucleoeléctrica para todo el país. Generó ingresos por $54.000 millones y tuvo egresos por $44.000 millones, lo que dejó un resultado operativo positivo de $10.450 millones de pesos, o 110 millones de dólares.
La Administración General de Puertos mostró un resultado positivo de $ 4.295 millones, ó 45 millones de dólares.
Otra con saldo positivo opera en el sector minero: Yacimientos Mineros Agua de Dionisio, una empresa donde tienen participación accionaria del gobierno de la provincia de Catamarca, la Universidad Nacional de Tucumán y el Estado Nacional. Esta empresa obtenía fondos por las regalías que pagaba la minera Alumbrera por la explotación del yacimiento de cobre y oro Bajo de la Alumbrera, en la provincia de Catamarca. Logró un resultado operativo a favor de $ 798 millones (8,4 millones de dólares).
Ar-Sat, la empresa de telecomunicaciones también mostró un resultado operativo positivo: $ 758 millones (8 millones de dólares). El grueso de los ingresos viene del Fondo Fiduciario del servicio universal, impuesto que pagan los prestadores de telecomunicaciones. Tambien Educ.Ar, la empresa de contenidos educativos, mostró un resultado positivo de $ 431 millones (4,5 millones de dólares). Hay que tener en cuenta que Ar-Sat y Educ.Ar obtienen una parte de sus ingresos de ventas a otros organismos públicos.
En el listado de 33 empresas aparecen muchas firmas “populares” pero otras casi desconocidas para la opinión pública.
ADIF, por ejemplo, se encarga de la administración de la infraestructura ferroviaria. Coviara es una desarrolladora inmobiliaria perteneciente al Ministerio de Defensa de la Nación. En los papeles, se dedica a la construcción de viviendas para el personal de la Armada. Dioxitec produce polvo de dióxido de uranio para las centrales nucleares.
Decahf es la desarrolladora de capital humano ferroviario También están bajo tutela del estado nacional la Radio de la Universidad Nacional del Litoral (LT10) y los Servicios de Radio y Televisión de la Universidad Nacional de Córdoba.
Aparece en el listado de empresas públicas VENG, siglas de Vehículo Espacial de Nueva Generación. En su web se presenta como una empresa argentina de servicios y desarrollos tecnológicos de alto valor agregado, con especialidad en la actividad espacial. Está bajo control de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales. Dice que tiene como pilar de su gestión la integridad y sustentabilidad económica de la empresa.
El economista Martín Polo, quien viene haciendo un seguimiento minucioso de los gastos de las empresas del sector público señaló: «En los últimos dos años se notó un importante deterioro en los resultados de las empresas públicas que más que duplicaron el déficit operativo. En 2017 el déficit fue de 3000 millones de dólares, en 2019 se había achicado a US$ 1.600 millones y desde 2020 viene aumentando y hoy ya roza los US$ 4.000 millones. En un contexto en el que Estado necesita ordenar las cuentas públicas, estas son cuestiones que necesariamente deben ordenarse, independientemente de la ideología, pues el déficit operativo de estas empresas se lleva casi un tercio de la recaudación por IVA» En cualquier caso, ya sea por políticas públicas específicas como los subsidios, o por otros motivos menos explícitos, el Estado empresarial es otra forma de Estado Presente y está justamente presente en diversas actividades, con un discutible aporte a, como le gusta decir al Gobierno, mejorarle la vida a los argentinos.
Al mismo tiempo que pierde casi 4.000 millones de dólares por año, los funcionarios insisten en crear nuevos impuestos, permanentes o provisorios, cuando está a la vista que hay muchos agujeros negros por donde se agranda el déficit fiscal.
Un dato no menor: las empresas públicas con más empleados son manejadas por personas más leales a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner que al Presidente Alberto Fernández. Aunque hay que decir que en el área transporte, a donde pertenece Ferrocarriles, tiene peso el titular de la Cámara de Diputados, Sergio Massa.
Diez de los 30 principales empleadores del país (sin contar obviamente a las administraciones públicas de la Nación y las provincias) tienen directa dependencia del Estado Nacional.
El holding ferroviario contiene cuatro empresas: Trenes Argentinos –que es el sistema que opera los trenes de pasajeros del área metropolitana, los regionales y los de larga distancia–, tiene 24.012 empleados. Se suman Trenes Argentinos Cargas (4.500 empleados); Trenes Argentinos Infraestructura (750 empleados) y Trenes Argentinos Capital Humano (840 trabajadores). Sumados, dan un total de 30.102 empleados que dependen del sistema ferroviario. La cifra fue confirmada a Clarín por fuentes oficiales del holding.
Dado que las tarifas de viajes de pasajeros están fuertemente subsidiadas -se calcula que el costo del pasaje cubre menos del 10% del costo real del pasaje- el sistema ferroviario es fuertemente deficitario.
Los datos, publicados por el Ministerio de Economía, dicen, para el caso del holding ferroviario, que tuvo un rojo operativo (ingresos corrientes contra egresos corrientes) de algo más de 100.000 millones de pesos, equivalentes a 1.058 millones de dólares, tomando el tipo de cambio oficial promedio del año pasado, de 95 pesos por dólar.
Para afrontar ese rojo, el Tesoro le realizó transferencias por 966 millones de dólares.
El déficit operativo surge porque los trenes facturaron apenas $14.548 millones y tuvieron gastos corrientes por $115.000 millones. Esta diferencia entre lo que ingresa y lo que se gasta responde a la política de tarifas hiper subsidiadas. El déficit operativo tiene relación con aquello de que el valor del pasaje cubre apenas el 10% del costo real del viaje. De hecho los ingresos operativos cubren apenas el 12% de los gastos operativos.
Por otra parte, los salarios de los 30.102 empleados representan el 65% del total de gastos operativos del holding ferroviario estatal.
La cantidad de empleados que tienen los trenes estatales luce como desproporcionada en comparación con los datos de otros países. Veamos por qué.
En su web la Operadora Ferroviaria del Estado argentino dice que cuenta con 4.143 kilómetros de vías en todo el país, conectando 391 estaciones mediante 1.893 servicios de trenes diarios. “De esta manera, contribuimos a la integración del territorio bajo el marco del Sistema Multimodal de Transporte transportando 1.300.000 de pasajeros diarios”.
¿Cómo se presenta en sociedad, por ejemplo, la Red Nacional de Ferrocarriles Españoles (RENFE)?. Dice que despacha 5.000 trenes diarios, transporta a 500 millones de viajeros al año y tiene 15.000 empleados, la mitad que los trenes argentinos. Renfe tiene una red mucho más extensa que la Argentina: 12.244 kilómetros de tendidos tradicionales y 3.143 de tendidos de Alta Velocidad, una red que cuadruplica a la argentina en extensión.
La red estadounidense Amtrak por su parte, tiene una red de 33.800 kilómetros, opera más de 300 trenes diarios y llega a 500 destinos. Tiene 19.000 empleados, 11.000 menos que los trenes argentinos.
Como lo indican las cifras, en un país en el que el PBI y el empleo privado están estancados desde hace una década, el Estado empleador no ha dejado de crear fuentes de trabajo. Aunque la mayoría de esas empresas públicas den pérdidas desde hace muchos años.
Fuente: Clarín