El FEDeN supera ampliamente las expectativas para el 2022
El Fondo de Estabilización y Desarrollo de Neuquén (FEDeN), creado con destino de desarrollo y contrapeso anticíclico, alcanza los $ 9.000 millones en los primeros 10 meses del año, triplicando las proyecciones para el año.
El Fondeo fue creado en el 2020 bajo la Ley 3269 el Estado provincial con el objetivo de intervenir en caso de falta de estabilidad, enfrentar crisis o situación imprevista que exijan la disponibilidad de recursos aun cuando sea antieconómico.
La fuente de alimentación del FEDeN son diversas, todas relacionadas con el Oil & Gas: 50% de las regalías provenientes de la exportación del Petróleo, 50% de las regalías del Gas, 20% del excedentes provenientes del promedio de los últimos 36 meses de la demanda satisfecha del mercado interno de Oil & Gas, y el producido por la rentabilidad obtenida por inversiones de los recursos obtenidos.
Posee dos subfondos, uno anticíclico, y otro de desarrollo, aunque por norma actualmente solo se encuentra en etapa de integración el primero, puesto que para avanzar hacia el segundo resulta necesario
¿Qué implica la existencia de un fondo de estas características? Es un instrumento propio de un Estado eficiente que se dota de recursos necesarios para intervenir en casos de externalidades negativas, tales como “desastres y emergencias sanitarias previamente declaradas por la legislatura de la provincia” tal cual sucedió durante la pandemia de Covid. La intervención del Estado en dichas circunstancias se vuelve necesaria y su capacidad de fuego dependerá justamente de la capacidad de fondos que tenga ante el impacto de dichos desastres y emergencia.
Ahora bien es dable recordar cuando en abril del 2020 los futuros del petróleo pasaron a terreno negativo, abandonando el Contango e ingresando a terreno de Backwardation: esto es cuando el derivado de un commodity que habitualmente está por encima del precio de contado (condición de contango), pasa a estar más abajo que el precio de contado (condición de Backwardation). En estos casos el productor tiende a retraer la oferta hasta que el precio vuelva a valores normales y aceptables, por lo que representa una externalidad negativa tal que justificaría la intervención del Estado provincial desde un lugar de Jerarquía.
Si bien que se vea esta situación es sumamente atípico, no deja de ser algo transicional y por lo tanto representa una oportunidad: sabiendo que los precios en algún momento volverán a sus valores habituales, intervenir comprando al productor local procurando no detener la producción, es una escenario que es dable considerarlo como “desastre o emergencia” para una provincia tan ligada a la industria del petróleo y gas.
A su vez, representa también una oportunidad para conseguir nuevos mercados, al poder encontrar nuevos mercados que demandantes de Petróleo no encuentran vendedores que los satisfagan. La probabilidad de ocurrencias de estos eventos son tan remotos como cualquier otra externalidad negativa, por lo que la puesta en consideración de estos escenarios representa un ejercicio necesario para cualquier fondo anticíclico.
Tema no menor es el uso de estos fondos que se deben encontrar en fondos líquidos hasta tanto sea necesaria su aplicación. Según fuentes consultadas el 90% de estos fondos se encuentran en Bonos del Tesoro de los Estados Unidos, generando polémica sobre la validez de esta inversión fuera de la economía nacional. Resulta necesario analizar este punto desde una óptica de una gestión profesional del riesgo de un fondo que existe para entrar en el juego cuando aquello que se pretende subsanar es lo que es probable que acontezca.
Un fondo que pretende reducir el impacto de un evento negativo debe necesariamente encontrarse cubierto de cualquier daño que dicho evento le pueda producir. A su vez, es necesario que esté cubierto por cualquier otro evento que pueda erosionar el poder de fuego de dicho fondo. Es entonces donde entra en juego el análisis de la configuración estructural de la matriz económica y financiera argentina y de los riesgos propios del mercado domestico. Exponerlo a riesgos de devaluación, como el que enfrentan los plazos fijos, o a riesgos económicos, como el que enfrentan los fondos comunes de inversión, o a riesgo de performance, como sucede con los socios protectores de Sociedades de Garantías Recíprocas, exponen a la gestión del fondo a una mala praxis susceptible de ser penado, puesto que la debida diligencia de un fondo anticíclico forzosamente exige la cobertura de riesgos que socaven la capacidad de intervención del fondo.
Fuente: LM Neuquen