El Fondo de pensiones más grande del mundo: por cada noruego, casi 200 mil euros
A partir de 1971, las riquezas derivadas de la explotación de petróleo han llenado las arcas del país europeo
El fondo tiene la misión de hacer crecer el dinero de los noruegos para asegurar y proteger el Fondo de Pensiones del Gobierno. Noruega –principal exportador de gas y petróleo de Europa occidental y con la corona como moneda propia- tiene una población de 5,368 millones de habitantes. Por tanto, el valor total del fondo equivale aproximadamente a unos 198.000 euros (unos 240.000 dólares) por cada hombre, mujer y niño en el país escandinavo.
A partir del inicio de la producción de crudo en 1971, la riqueza derivada de las explotaciones petroleras ha llenado las arcas noruegas.
El fondo, administrado por el Banco Nacional o Banco Central de Noruega, fue creado en 1996 para invertir en el exterior los ingresos procedentes del gas y el petróleo, aunque recién en 1998 se establecería como entidad independiente, con un capital inicial de 113.000 millones de coronas noruegas (11.090 millones de euros).
Desde la creación del fondo, el Banco Nacional ha adquirido participaciones en más de 9.200 compañías en todo el mundo (que poseen el 1,5 por ciento de todas las acciones cotizadas), bajo la norma de no comprar nunca más del 10 por ciento de las acciones. Esta estrategia para diversificar inversiones y riesgos va acompañada de una declaración de intenciones: el fondo escandinavo asegura que supervisa la sostenibilidad de los negocios en lo que invierte y también su código ético.
Establecido para invertir los ingresos de los descubrimientos de petróleo, el fondo petrolero, como también se lo conoce, ahora vale tres veces el PBI anual del país y protege la riqueza para el futuro. El fondo invierte en acciones, bonos y bienes raíces en el extranjero. El país nórdico tiene una regla autoimpuesta para limitar el gasto de la riqueza petrolera al 3 por ciento del valor del fondo sobre los presupuestos anuales a largo plazo.
Desde que se creó en los años 1990, la rentabilidad media del fondo ha sido del 5,91 por ciento, alcanzando el 8,83 por ciento de media en el curso de los diez últimos ejercicios, sin incluir este año. En el primer semestre de 2020, el fondo registró una pérdida de 188.000 millones de coronas (21.000 millones de dólares), ya que sus inversiones en bolsa y sus activos inmobiliarios se depreciaron durante la pandemia del COVID-19.
De hecho, la cartera general tuvo una rentabilidad negativa del 3,4 por ciento en la primera mitad del año, con caídas del 6,8 por ciento para las acciones y del 1,6 por ciento para los inmuebles no cotizados, mientras que el valor de las tenencias de renta fija aumentó un 5,1 por ciento debido a la caída de los tipos de interés.
El rendimiento general fue 11 puntos básicos inferior al rendimiento del índice de referencia del fondo.
Las compañías petroleras fueron las de peor desempeño, con sus acciones cayendo un 33,1 por ciento debido a la caída de los precios del crudo, mientras que las empresas de tecnología tuvieron el desarrollo más fuerte, ganando un 14,2 por ciento.
A nivel de empresa, las tecnológicas Amazon, Microsoft y Apple fueron las que más contribuyeron al rendimiento, mientras que la petrolera Shell y los bancos HSBC y JP Morgan Chase realizaron el peor.
Estas pérdidas siguen a las ganancias récord de 2019, cuando el fondo obtuvo unos beneficios de 180.000 millones de dólares al dispararse los mercados bursátiles mundiales.
Asimismo, el año pasado el fondo soberano de Noruega aumentó sus apuestas por las energías renovables. El Parlamento noruego aprobó una desinversión de 11.000 millones de euros en empresas de gas y petróleo para redireccionarlos a parques solares y eólicos.
“Los noruegos realmente sienten que es su dinero y realmente les importa quién lo maneja”, dijo Nicolai Tangen, director ejecutivo de NBIM, que está impulsando un enfoque más activo para la gestión del fondo soberano.
Desde 2014, según Tangen, la administración activa ha ganado 66 mil millones de coronas adicionales para el pueblo noruego. La gestión activa del fondo incluye la selección de valores y otras estrategias.
“Los noruegos sienten que es su dinero y realmente les importa quién lo maneja
Fuente: El Día.