El oficialismo quiere ocupar el rol de el gobernador neuquino como eje de la agenda energética. Ahora, la cartera que lidera Sergio Lanziani es la primera parada que hacen los directivos de las petroleras.

La manera en que Nación se relaciona con las petroleras de Vaca Muerta –o al menos como lo muestra- cambió desde que asumió el Frente de Todos. La visita al país y a Neuquén de los directivos de Chevron, ExxonMobil y Shell demostró que la primera parada oficial es en las oficinas del secretario de Energía, Sergio Lanziani, y luego en la provincia.

Durante los primeros dos años del macrismo era totalmente al inverso. El gobernador de Neuquén, Omar Gutiérrez, era quien manejaba la agenda. Luego, tanto el expresidente como el exsecretario de Energía, Javier Iguacel, se subieron al tren de los no convencionales.

Ahora, durante los primeros meses de gestión, es el diputado nacional del Frente de Todos por Neuquén, Darío Martínez, el que desliza precisiones del sector.

Este escenario Gutiérrez lo vio venir y por eso aprovechó su viaje a Europa para juntarse con segundas líneas de algunas de las petroleras de capitales extranjeros que operan en Vaca Muerta. No hubo anuncios más que “ratificación” del interés de las empresas en el subsuelo de la Cuenca Neuquina, algo ya superado.

Incluso cuando el gobernador recibió al presidente de Chevron para África y América Latina, Clay Neff, aprovechó el -tímido- anuncio de que la petrolera “analiza” solicitarle a la provincia dos concesiones en el 2021, para sacar un plus.

De lo que va el 2020, el gobernador cosechó más fotos con las petroleras que anuncios fuertes. Logró seguir dentro de la agenda, a pesar de que Nación hizo lo posible por quitarle ese rol. Su pasado cercano al macrismo pesó. La tensión existe y es claro el interés del Frente de Todos de agigantar su rol en la industria.

Fuente: Río Negro.