El Gasoducto Néstor Kirchner es fundamental para potenciar Vaca Muerta
El Gobierno puso como prioridad conseguir el financiamiento para la obra que permitirá tanto el abastecimiento del Norte como ampliar la exportación.
El ejecutivo entiende la gran importancia de la construcción de este nuevo gasoducto denominado presidente y asegura que la obra comenzará el año que viene. De hecho Darío Martinez garantiza que finalizará en el 2025. Esto requiere cerca de 2.000 millones de dólares, que parece mucho dinero en este momento.
De concretarse el nuevo gasoducto permitirá abastecer gradualmente con gas nacional las demandas del norte del país, actualmente cubiertas con gas importado de Bolivia, a lo que se suma el reemplazo de importaciones de GNL, que ingresan al puerto de Bahía Blanca. La puesta en funciones del gasoducto generaría un impacto positivo inmediato en la balanza comercial energética, es decir un ahorro de dólares que no le sobran al país.
El problema es que la obra demanda una inversión total de 1807 millones, en dos tramos. El primero que va de Tratayén en Río Negro a Salliqueló en la Provincia de Buenos Aires está valuado en 1145 millones de dólares y el segundo de 662 millones, lo extiende hasta la localidad de San Jerónimo en Santa Fé.
Por un lado, según se establece en el proyecto de ley del Presupuesto Nacional, se destinará una partida de 530 millones de dólares y parte de los ingresos del aporte solidario de las grandes fortunas, que según las estimaciones oficiales ascienden a 480 millones, pero para el total de los proyectos energéticos.
Según afirmó el secretario de Energía: «se está analizando la mejor herramienta para utilizar los fondos del aporte solidario que esta en manos de IEASA para financiar esta obra estratégica para el desarrollo de la matriz energética de nuestro país».
El subsecretario de Energía Eléctrica, Federico Basualdo, se refirió al techo que le pone las limitaciones del sistema de transportes al Yacimiento de Vaca Muerta. «La inminente restricción de transporte de gas desde cuenca neuquina, limita la posibilidad de expandir las inversiones», reconoció Basualdo.
Y agregó que «se analizaron distintos proyectos de inversión y la conclusión es que es sumamente necesario invertir en proyectos de infraestructura para ampliar la capacidad de transporte de gas desde Neuquén, para evitar cuellos de botella y capitalizar las nuevas inversiones en el desarrollo gasífero en esa provincia». Basualdo afirmó además que el proyecto «generará sustitución de importaciones, ahorro de divisas y puestos de trabajo directos e indirectos».
«Estamos casi al tope de la capacidad de transporte de los gasoductos actuales. Por eso la necesidad de construir nuevos gasoductos», reconoció una fuente de la cartera de energía. «Estudiamos todas las posibilidades: financiamiento con fondos del Tesoro, financiamiento con fondos privados, o financiamiento chino donde ya hay avances en el trabajo conjunto», agregó.
Lo cierto es que sin transporte y distribución, los alcances de la ley de promoción a las inversiones hidrocarburíferas así como el incremento de producción consecuencia del Plan Gas tienen un límite concreto, porque no hay más capacidad para inyectar al sistema ni la infraestructura necesaria para almacenarlo.
La inminente restricción de transporte de gas desde cuenca neuquina, limita la posibilidad de expandir las inversiones.
El inicio de las obras del gasoducto Nestor Kirchner es inminente. Las fuentes aseguraron que IEASA aportará los fondos que le corresponden y se licitará la construcción del gasoducto.