El gobierno de Suarez prepara el Petróleo Activa haciendo foco en YPF
El objetivo del gobierno es la recuperación del empleo en la provincia, por lo que prepara un plan de estímulos impositivos para el sector de los hidrocarburos.
No habrá más salud, más seguridad, más educación sin crecimiento. El objetivo es recuperar el trabajo. El énfasis estará puesto en generar condiciones para el avance tecnológico, para la innovación y la invención. La idea es que aumente el capital humano, más que los bienes de capital. Por eso, se buscarán estímulos a la recuperación económica y a la inversión.
Todas estas son algunas de las frases e ideas que, más o menos con la misma construcción literaria, están insertas en el documento oficial que usó el gobierno de Rodolfo Suarez para presentar, formalmente, el presupuesto para el año 2021, nada más y nada menos que su plan de gobierno y de gestión para lo que viene, ya no se sabe muy bien si con pandemia o sin ella. Pero, para lo que viene seguramente sí. El presupuesto, además de conformar un voluminoso listado de números y de columnas con ingresos y egresos, constituye, en verdad, lo que el gobierno, cualquiera sea, se propone realizar y cumplir como meta. El presupuesto desnuda al equipo que está al frente del Estado. Y si se trata de sarasa o no se verá más adelante y es probable que las facturas que deje impagas, por expectativas no respondidas favorablemente, se deberían pagar en las elecciones. Aunque, al momento de votar, casi siempre son otras las razones que suelen motivar un castigo o un premio. Razones más complejas, en verdad.
Pero, está claro que no sólo con intenciones y expresiones de buenos deseos y augurios florece la riqueza que necesita el Estado para crecer y cumplir con aquello que se ha propuesto como objetivo. Todo indica que luego del Mendoza Activa –ese programa por el cual el gobierno está proponiendo devolver 40 por ciento de la inversión productiva para pymes, e incluso para particulares que emprendan refacciones, ampliaciones o construcciones por su cuenta–, el área económica de Suarez apuntará al sector petrolero con un esquema parecido de estímulos.
La intención es pasar a otra escala para reactivar un sector que, con la aparición de la pandemia de coronavirus, con la cuarentena y con la caída del consumo, sumados al derrumbe de los precios del crudo y de los combustibles, cayó prácticamente a cero. “Yo sé que estamos en la mira en el área económica y que, cuando repasemos los números, la economía y el crecimiento de Mendoza quedarán expuestos. Pero no podemos quedarnos a esperar que la macroeconomía, que depende de la Nación, arranque o muestre algo. Es poco, quizás no alcance, pero desde la provincia vamos a hacer todo lo que podamos para evitar que los perjuicios sean mayores”, explica Enrique Vaquié, el ministro que se ve en la mira por la caída de todos los indicadores, empezando por los económicos, su responsabilidad.
El Petróleo Activa, así se denomina el programa que Vaquié está terminando de delinear para enviar a la Legislatura y que llegará a las comisiones para su discusión casi en el mismo tiempo en que comiencen las negociaciones por el presupuesto, apuntará a la reapertura de unos 280 pozos petroleros hoy inactivos por la caída de la actividad. En verdad, se trata de un plan casi particular, de un partido que están jugando la Provincia y la petrolera YPF, la compañía que hoy administra alrededor de 180 pozos de aquellos 280. La Provincia y la petrolera estatal no están pasando por el mejor momento en la relación. YPF pretende que se le prorroguen algunas áreas que están cerca de llegar al fin de los tiempos de la concesión. Se trata de negociaciones de forma que se inician a poco tiempo de la finalización de los años de explotación que se les ha dado a las áreas con el fin de contar con previsibilidad. Normalmente, se prorrogan por cinco o diez años, y las empresas siguen explotando sin mayores preocupaciones. El punto es que Suarez y Vaquié ahora le están pidiendo a la petrolera que aumente la inversión a cambio de mayores plazos. No siempre ha ocurrido eso.
Con el Petróleo Activa, el Gobierno ofrecerá que el 40 por ciento de la inversión que las petroleras dispongan para la reactivación de los pozos inactivos lo utilicen para pagar Ingresos Brutos y regalías, conceptos por los cuales la Provincia hoy no está recibiendo nada por la cero inversión, nada de actividad y explotación.
En los escritorios de Suarez y Vaquié descansan varios informes de la crítica situación del sector petrolero. Y, como está dicho, con los ojos puestos en YPF. Además de tener los pozos inactivos, lo propio ocurre con la mayoría de los equipos de perforación y otros que se han retirado. Según el Gobierno, a octubre del 2019, la petrolera de bandera contaba con alrededor de 36 equipos en funcionamiento y empleaba en ellos a unos 2.400 operarios. Un año después, ya en el 2020, YPF sólo mantendría en funcionamiento 14 equipos con unos 900 empleados.
En el Ejecutivo dicen entender que el negocio de YPF pasa por la venta de sus combustibles y de las naftas, particularmente. Y, si el valor de las naftas se congela, como ha estado hasta pocas semanas atrás, el negocio no le resulta rentable porque está puesto en la venta de los combustibles y no en la venta de crudo. Sin embargo, las inversiones de la petrolera no son las mismas en Neuquén que en Mendoza, por caso. Y han sido aquellos números los que demuestran la caída de la actividad en las áreas que YPF administra en Mendoza, los que motivaron el nuevo programa, el Petróleo Activa, que el Gobierno se prepara para lanzar.
Fuente: El Sol.