El Gobierno gastó US$ 4.770 millones en subsidios y el pago de la deuda pública en los primeros 50 días del año
En los primeros 50 días de 2022, el Gobierno ya destinó $ 500.000 millones en recursos al pago de subsidios y de la deuda pública nacional. El análisis que hizo Clarín surge de datos oficiales consignados en el presupuesto 2022, que muestran la ejecución actual del gasto estatal. A un dólar promedio de $ 104,77, la cifra equivale a un gasto de unos US$ 4.770 millones sólo entre enero y febrero.
Las transferencias principales realizadas por el Ejecutivo hasta el 19 de febrero son las que se hicieron a los programas que nuclean fondos como el servicio de la deuda pública y los que incluyen gastos, por ejemplo, en los subsidios a la luz, dependiente del Ministerio de Economía.
Pero también hubo fuertes erogaciones en este primer tramo del año a otras áreas, como las denominadas Obligaciones a cargo del Tesoro, entre las que sobresalen los programas que destinan asistencia financiera a las empresas nacionales que dependen del Estado, como Aerolíneas Argentinas, entre otras. Y, entre otros programas de todo el presupuesto nacional, en las partidas de los planes sociales que administra el Ministerio de Desarrollo Social y cuyo nivel de gasto también prevé reducir.
La cifra contrasta en buena medida con la intención oficial de comenzar a recortar subsidios y reducir el déficit siguiendo el plan acordado con el Fondo Monetario Internacional, que el Ejecutivo buscará aprobar en el Congreso de la Nación a partir de marzo.
La friolera de $ 10.000 millones por día
Contemplando el gasto de estos primeros 50 días, se calcula que cada 24 horas el Gobierno está destinando $ 10.000 millones por día a pagar subsidios o deuda pública, de acuerdo al sitio oficial Presupuesto Abierto. En esa línea, sobresalen dos ítems, especialmente, que representan dos tercios exactos del total de las transferencias en ese sentido.
Los fondos enviados al Servicio de la Deuda Pública ya alcanzaron los $ 204.000 millones, más de $ 4.000 millones diarios. De acuerdo a la Oficina Nacional de Presupuesto, se trata de “los créditos asignados a esta jurisdicción que contienen la deuda pública directa de la Administración Central”.
Puntualmente, “la deuda pública directa de la Administración Central comprende los intereses y amortizaciones que provienen de deudas contraídas por todas las jurisdicciones que la conforman”, según identifica el propio Presupuesto, que este año rige a partir de un decreto presidencial de prórroga, ya que el oficialismo no logró aprobar en el Congreso.
En lo que tiene que ver con subsidios, el principal ítem en el que se gastó fue, como suele ser en cada año, en las transferencias al programa “formulación y ejecución de la política de energía eléctrica. Son los clásicos subsidios a la luz, que a contramano del plan oficial crecieron exponencialmente entre enero y febrero.
Son $134.669 millones los que se devengaron en este plazo, casi el 20% de los $ 701.109, para pagar subsidios a la luz, unos $2.700 millones por día. El alto nivel de demanda energética en pleno verano es el motivo central del elevado nivel de gasto, aunque los antecedentes marcan que el flujo de los fondos que se transfieren siempre es alto en comparación a lo proyectado, por lo que se requiere aumentar la partida original varias veces al año.
Diferente es la situación con los subsidios al gas, que también por una cuestión estacional, vienen siendo marginales. De los $ 162.135 millones que prevé el presupuesto del programa “formulación y ejecución de la política de hidrocarburos” sólo se gastaron $ 4.170 millones.
La asistencia a empresas del Estado
Casi la totalidad del presupuesto destinado a las denominadas “Obligaciones a cargo del Tesoro” tiene que ver con subsidios que se pagan a empresas nacionales. En lo que va del año, se gastó un total de $65.042 millones en ese rubro.
La mayor parte de esos recursos se transfirieron al área “asistencia financiera a empresas del Ministerio de Transporte, exactamente $25.847 millones. Un tercio de esos fondos fueron subsidios a Aerolíneas Argentinas, que en 50 días, también en un momento del año de alta demanda, recibió $8.549 millones.
Otros $10.950 millones se pagaron al Operador Ferroviario S.E., conocido como Trenes Argentinos. Unos $3.123 millones se destinaron a otras áreas dentro del sistema ferroviario y $1.723 millones al Belgrano Cargas. El resto corresponde a pequeñas partidas giradas a programas dependientes de Transporte.
Además, dentro de las Obligaciones a cargo del Tesoro que tuvieron transferencias elevadas figuran $ 11.700 millones a Asistencia Financiera a Empresas Públicas del Ministerio de Obras Públicas.
Y hay nada menos que $ 13.626 millones girados al Fondo de Fortalecimiento Fiscal de la provincia de Buenos Aires creado en septiembre de 2020, cuando Nación le quitó fondos coparticipables a la Ciudad. El resto de los fondos transferidos son subsidios enviados a los otros ministerios nacionales.
El gasto social, siempre alto
Aun cuando el Gobierno hizo pública su decisión de no aumentar los cupos a programas sociales en lo que resta del año, el gasto en el área sigue siendo elevado, a razón de $ 900 millones por día.
Los principales programas a los que se destinan los fondos de planes sociales son Políticas Alimentarias (Tarjeta Alimentar) y Potenciar Trabajo. El primero está a cargo de Laura Alonso, secretaria de Inclusión Social y dirigente de La Cámpora, y en lo que va del año recibió $ 20.639 millones.
El segundo depende del dirigente piquetero y referente del Movimiento Evita Emilio Pérsico, secretario de Economía Social. En sólo 50 días, al Potenciar Trabajo ya le giraron $ 22.274 millones. La semana pasada, movimientos sociales de izquierda marcharon a Desarrollo Social en reclamo de un aumento de esos fondos.
Fuente: La Crítica