El IAF invirtió en el segundo tramo del fideicomiso financiero de la empresa estatal Nucleoeléctrica Argentina S.A. (NA-SA). A principios de este año ya había participado de la primera etapa de la operación destinada a la extensión de vida útil de la Central Nuclear Atucha I y la construcción del segundo almacenamiento en seco de elementos combustibles. La rentabilidad de la inversión se incorporará al fondo de capitalización del Instituto mientras se da impulso el desarrollo sustentable, la reactivación económica y la soberanía nacional.

La iniciativa prevé extender la vida útil de Atucha I por 20 años lo que permitirá, entre otras cosas, mantener la potencia nuclear instalada e incluso aumentarla de 362 MW a 370 MW, con cero emisiones de CO2, beneficiando de manera directa a más un millón de habitantes; diversificar la matriz energética argentina reemplazando el uso de hidrocarburos y a su vez contribuir a la reducción de su importación; favorecer la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero; conservar los conocimientos de tecnología de uranio natural y agua pesada, contribuyendo a la soberanía energética; estabilizar precios de la energía y desconectarlos del precio de los hidrocarburos. Esto impulsará el empleo a través de la generación de 2000 puestos de trabajo directos, necesarios para llevar a cabo las tareas previstas entre 2024 y 2027 generar nuevos puestos de trabajo.

La participación del IAF en estas operatorias financieras forma parte de la estrategia de diversificación de inversiones que el organismo emprendió en diciembre de 2019 y que dio como resultado un sustantivo incremento de su fondo de capitalización. Por otro lado, la gestión del Instituto viene apoyando diversas iniciativas vinculadas al desarrollo industrial y tecnológico. A comienzos de agosto del año pasado, brindó financiamiento a proyectos del área de defensa que serán desarrollados por INVAP. Además, durante 2020 otorgó un crédito a FADEA (Fábrica Argentina de Aviones) para el desarrollo y fabricación del avión IA-100 “Malvina”.

NA-SA es una empresa estatal que se encarga de operar las tres centrales nucleares en funcionamiento del país: Atucha I, Atucha II y Embalse. También se ocupa de la comercialización en el Mercado Eléctrico Mayorista (MEM) de la energía producida por sus plantas y del gerenciamiento de proyectos que aseguren la normal operación de sus instalaciones, así como también de aquellos que tengan por objetivo la eventual construcción de futuras centrales nucleares en territorio nacional. La compañía fue creada en 1994 y está comprometida en la generación de energía eléctrica en forma segura, limpia, competitiva y eficiente.