El impacto económico del Gasoducto Néstor Kirchner
¿Cuánto calculo el Gobierno que ahorrará por sustituir importaciones en energía?
El Gasoducto Néstor Kirchner estará operativo a partir del 20 de junio, según fuentes oficiales. En la primera etapa del ducto, el ahorro en sustitución de importaciones será de US$ 4.293 millones anuales, pero esa cifra se incrementará en US$ 3.168 millones cuando esté terminado el segundo tramo, que llevará gas de Vaca Muerta al sur de Santa Fe a partir del invierno de 2024. El país ahorrará en importaciones en gas, electricidad, GNL y combustibles.
En los últimos diez años la Argentina gastó US$ 10.000 millones en promedio anuales en importaciones de energía. Esos dólares, que escasean en las cuentas nacionales, se fueron año a año con las compras de combustibles líquidos para generar electricidad en las usinas térmicas, en la contratación de barcos con cargamentos de Gas Natural Licuado (GNL), con la compra de gas de Bolivia y la importación de electricidad desde Brasil y Uruguay. Es prácticamente insostenible para un país como la Argentina continuar con estos gastos en el rubro energético. Pero el gobierno confía en que esta situación se revierta con sustitución de importaciones energéticas.
La obra que va a permitir una nueva ecuación económica que revierta esta situación está al alcance de la mano. El Gasoducto Néstor Kirchner, que transportará gas natural de Vaca Muerta de Tratayén (Neuquén) a Salliqueló (Buenos Aires), demanda 9.760 empleos directos y 39.40 indirectos, que totalizan 48.800 empleos. Estará operativo el 20 de junio, según afirman todas las voces oficiales del área energética. Con este nuevo ducto, la Argentina podrá comenzar un proceso de sustitución de importaciones de energía que le permitirá en un comienzo ahorrar US$ 4.293 millones anuales, pero -con las obras terminadas- esa cifra ascenderá a US$ 7.461 millones durante 2023 y la mitad de 2025.
El impacto económico entre junio y diciembre de este año será de US$ 2.200 millones. El principal ahorro en 2023 se concentrará en combustibles líquidos y GNL para generación de energía. Habrá más gas disponible en mercado local y menos compras en el exterior. Vaca Muerta es, una vez más, un futuro que ya llegó.
Sustitución
El cálculo que hace el gobierno es que este año, con el gasoducto operativo, va a poder sustituir importaciones de gas oil por US$ 2.038 millones y de fuel oil por US$ 634 millones, ambos para usinas de generación de energía. Pero también Enarsa evitará este año importar GNL por buques por US$ 1.153 millones. A esto se suma que el país ahorrará US$ 257 millones en carbón para generación y no tendrá que comprarle energía eléctrica a Brasil por US$ 160 millones y Uruguay por US$ 52 millones.
Días atrás se conoció que la obra del Gasoducto Néstor Kirchner está en un 45%, según informó el propio presidente de Enarsa, Agustín Gerez, en un webinar organizado por MEGSA (Mercado Electrónico del Gas S.A.). “Es importante entender el impacto económico que tiene el Gasoducto Néstor Kirchner y cómo cada una de las fuentes de energía o combustibles que importamos se van sustituyendo. Esto tiene un impacto sobre las arcas del Estado”, destacó Gerez. Y explicó que más gas natural disponible genera que Cammesa, la compañía que administra el mercado mayorista eléctrico, consuma menos combustibles para generación. En 2022 se importaron en total US$ 8.700 millones, donde están incluidos los líquidos (fuel oil o gas oil) pasa usinas, GNL, gas de Bolivia y energía de Brasil y Uruguay.
Etapa 2 y reversión
El segundo tramo del gasoducto tendrá 467 kilómetros y unirá Salliquelló (Buenos Aires) con San Jerónimo (Santa Fe). Según Enarsa, estará listo en el invierno de 2024. A este ducto troncal se sumará la reversión del Gasoducto del Norte (hoy se importa desde Bolivia). Estas obras generarán en doce meses un ahorro de importaciones de US$ 3.168 millones anuales porque sustituye importaciones de gas boliviano, evita comprar electricidad a Brasil y Uruguay y reduce importaciones de GNL.
Discriminado, el gobierno estima que completado el segundo tramo las importaciones de gas oil se reducirán a US$ 263 millones y de fuel oil a US$ 113 millones por año. En GNL importado, Enarsa calcula que gastará sólo US$ 285 millones en 2024 (en 2023 estima US$ 1.153 millones) y US$ 2.041 millones de gas de Bolivia, según la compañía estatal. Además, la Argentina destinará US$ 122 millones en carbón y las importaciones de Brasil serán de US$ 235 millones y de Uruguay de US$ 109 millones.
Finalización las etapas 1 y 2 del gasoducto, Enarsa estima que las importaciones se habrán reducido de US$ 10.000 millones en promedio por año en la última década a US$ 1.326 millones anuales. El Gasoducto Néstor Kirchner terminado permitirá que la Argentina solamente tenga que realizar algunas importaciones de GNL y de combustibles líquidos. Y, en esta instancia, estará abierta la puerta para exportar gas de Vaca Muerta a Brasil y serán más concretas las oportunidades de ventas al exterior de GNL.
Fuente: El Destape