El mayor superávit comercial de Argentina es con Chile: US$ 4.150 millones en el 2022
La agroindustria argentina tiene grandes posibilidades de vender más productos a Chile en el futuro, especialmente el sector cárnico. El gran avance de Vaca Muerta está permitiendo incrementar con fuerza nuevamente las exportaciones de gas y petróleo hacia Chile.
Argentina y Chile comparten la tercera frontera terrestre más extensa del mundo, que se extiende desde la Cordillera de los Andes hasta el Océano Atlántico. Desde el Abrazo de Maipú entre San Martín y O’Higgins, hasta la participación conjunta en múltiples foros multilaterales en nuestros días, los lazos entre Argentina y Chile tienen una extensa historia de cooperación, que por supuesto no estuvo exenta de tensiones y problemas.
En este sentido, el conflicto del Beagle fue dado por terminado por el Tratado de Paz y Amistad entre Argentina y Chile en 1984. En ese año, el intercambio comercial con Chile totalizaba los US$ 268 millones, y representaba cerca del 2% del comercio exterior nacional. Casi cuatro décadas más tarde, el comercio bilateral totaliza US$ 5.715 millones. Aún descontando la inflación en dólares, la vinculación comercial con Chile creció más de siete veces en estos casi cuarenta años.
El principal superávit comercial bilateral de nuestro país es con Chile. Sólo en 2022 el saldo positivo del comercio exterior argentino con el país vecino superó los US$ 4.150 millones. Hoy en día, la proximidad geográfica estratégica y una serie de vínculos históricos, culturales y económicos dan oportunidades para ampliar las relaciones comerciales entre Chile y Argentina. Ambas naciones han trabajado de manera conjunta para fortalecer y diversificar su comercio bilateral, aprovechando las ventajas comparativas y los acuerdos comerciales existentes.
Argentina encuentra en Chile al cuarto destino más importante para sus exportaciones de bienes, por detrás de Brasil, China y Estados Unidos. En 2022 desde nuestro país se exportaron productos a Chile por US$ 5.022 millones, lo que implica un incremento interanual del 19%. El ascenso sube a 58% si se compara con el promedio de los últimos 5 años.
En línea con su protagonismo en la canasta exportadora nacional, el 43% de lo exportado a Chile en el año 2022 corresponde al agro. En segundo lugar, se ubica con un peso preponderante el complejo petrolero – petroquímico, con un 23% del total exportado hacia el otro lado de la Cordillera de los Andes, fundamentalmente gas y petróleo.
Al estudiar más detalladamente los complejos exportadores, se encuentra que el 12% del complejo petrolero – petroquímico nacional tiene a Chile como destino. Este complejo presentó una suba interanual del 134% en 2022 y del 176% si se compara con el promedio de los últimos 5 años. El regreso de las exportaciones de gas y petróleo a Chile llevó los envíos del complejo de US$ 492 millones a US$ 1.151 millones entre 2021 y 2022.
En el podio de complejos exportadores, también se encuentra el complejo maíz y trigo, y se destaca que el complejo soja, presentó en 2022 una variación positiva del 116% con respecto al promedio de los últimos 5 años. En cuanto a los lácteos, el 8% de lo exportado por Argentina en 2022 tuvo como destino Chile. Las exportaciones de este complejo a Chile crecieron un 34% el año pasado y con respecto al promedio de los últimos años un incremento del 87%.
Desde la óptica chilena, Argentina es el cuarto proveedor de bienes de la República de Chile. En el año 2022 el país vecino importó 23% más de bienes argentinos que el año 2021, y 68% por encima del promedio de los últimos 10 años. El valor importado por Chile representa un máximo desde el 2013.
Chile es uno de los países con mayor PIB per cápita en Latinoamérica y también es el tercer mercado más grande de importaciones agrícolas de la región, luego de Colombia y Perú. En la última década presentó un gran crecimiento en el sector minorista de alimentos, proyectando un aumento de ventas de un 2,3% hasta el 2026 debido a la creciente demanda de procesados de calidad y dietas alimenticias más saludables, según un reciente informe del USDA.
En cuanto a carne bovina, se observa que la demanda de Chile tiene una tendencia creciente, con máximos de importación en el año 2021 y 2022. Sin embargo, la participación de Argentina en este mercado ha descendido. En el 2012 Argentina abarcaba el 21% del mercado, mientras que 10 años después apenas un 13%, fenómeno opuesto al de Paraguay que hace una década tenía participación casi nula y hoy en día sostiene el 49% de la demanda.
En el caso de carne aviar, Argentina también desciende en la participación de las importaciones chilenas de este tipo de productos en la última década, tanto por una caída en el valor importado como también un gran crecimiento de las importaciones desde otros orígenes. Es decir, este mercado cárnico también consta de una demanda creciente, que ha sido abastecida principalmente por Brasil y nuestro país no ha podido aprovechar en términos generales.
Otros productos en crecimiento de demanda y atractivos para Argentina son el de la harina de soja, que en el año 2022 su demanda creció 181% con respecto al promedio de los últimos 10 años; también el complejo lácteo con un aumento del 55% y la alimentación animal que presenta una variación positiva de 31% en nuestro socio comercial.
No caben dudas del enorme dinamismo del mercado chileno para ampliar la inserción externa de la agroindustria argentina, considerando la cercanía geográfica y diplomática de nuestros países, además de la robusta competitividad agroindustrial argentina.
Más aún, el gran avance de Vaca Muerta está permitiendo incrementar con fuerza nuevamente las exportaciones de gas y petróleo hacia Chile. En este sentido, luego de 17 años volvió la exportación de petróleo a Chile través del Oleoducto Trasandino.
No conforme con ello, desde el año pasado se ha vuelto a exportar gas a Chile y la reciente inauguración del Gasoducto Néstor Kirchner espera seguir ampliando la producción nacional de gas, lo que espera mejorar el abastecimiento interno y potenciar las exportaciones.