Europa promueve medidas para poner fin a la circulación de autos a combustión interna y empresas como Honda ya anunciaron que no fabricarán más rodados a diésel y nafta a partir del 2022 en ese continente. Empresarios especulan con que en Argentina ese proceso tardará un poco más, aunque advierten que la tendencia es inexorable.

Europa promueve medidas para poner fin a la circulación de autos a combustión interna y empresas como Honda ya anunciaron que no fabricarán más rodados a diésel y nafta a partir del 2022 en ese continente. Empresarios especulan con que en Argentina ese proceso tardará un poco más, aunque advierten que el cambio es inexorable.

De a poco, pero de manera cada vez más notoria, los vehículos eléctricos en el mundo empiezan a ganar presencia en las calles. Con su circulación también comienzan a proliferar los surtidores eléctricos.

Por un lado, los especialistas observan que el reemplazo de los rodados a combustión interna es un paso natural: año a año los autos eléctricos bajan de precio y para los automovilistas son más baratos de sostener, no sólo por su mantenimiento sino porque la electricidad cuesta menos que la nafta o el gasoil.

A esto se le suma otra variable de suma importancia: el tema medioambiental. En esa línea, durante el mes pasado, el primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, anunció que a partir del 2030 se prohibirá la venta de autos nuevos que funcionen con combustibles fósiles. Los únicos vehículos de cuatro ruedas que se podrán comercializar serán eléctricos o híbridos enchufables –eléctrico/combustibles-.

Según Reuters, la Comisión Europea está trabajando en un proyecto similar, que fija que las emisiones medias de CO2 de los coches nuevos deberían estar en un 50 por ciento por debajo de los niveles fijados para 2021. El límite de emisiones quedaría fijado en 47,5 gramos de CO2 por kilómetro a partir del año 2030.

Dicho en otras palabras, con esas restricciones se hará difícil poder comercializar vehículos híbridos, es decir, será imposible la comercialización de rodados a combustión interna después del 2030.

En esa línea, empresa japonesa Honda aseguró que a partir del 2022 dejará de producir automóviles a nafta para el mercado europeo.

En dialogo con surtidores.com.ar, Nicolás Capello, director de Vulletic, empresa que comercializa surtidores eléctricos, observa que estos cambios tardarán más en llegar a Argentina aunque advierte que el futuro hacia la movilidad eléctrica es inexorable.

No obstante, confía: “En este último tiempo vimos mayor inquietud en la interiorización sobre movilidad eléctrica”. Detalla que han recibido más consultas de lo habitual sobre puestos de carga eléctrica y que no todos los pedidos de cotización venían desde Estaciones de Servicio, sino también desde hoteles, parking y centros comerciales.

En ese sentido, Capello menciona un caso concreto: la conexión de un surtidor eléctrico para el Hotel Berna, ubicado en la Provincia de Córdoba.

“Vemos que empieza a haber un interés por este tipo de equipamientos visto que a futuro es algo que va a llegar y la gente quiere empezar a abocarse al tema”, destaca el ejecutivo.

EL ROL DE LAS EXPENDEDORAS

De acuerdo a especialistas –ver nota-, las Estaciones de Servicio se podrán incorporar a esta nueva tendencia con cargadores de carga rápida, que a diferencia de los que ofrecen los hoteles, parking y centros comerciales, éstos tienen la capacidad de recargar baterías de automóviles en menor tiempo.

Otro aspecto a tener en cuenta será fortalecer las ventas en los minimercados, tal como sucede hoy en las expendedoras de Europa. En aquel continente, las Tiendas de Conveniencia representan el 70 por ciento de los ingresos de una Estación de Servicio, el otro 30 por ciento lo explica el expendio de combustibles.

En Latinoamérica esa tendencia es absolutamente opuesta. Este será un desafío que deberán atravesar más temprano que tarde las Estaciones de Servicio de este continente para adaptarse a los cambios que se vienen.

Fuente: Surtidores.ccom