El Panal quiere auscultar motivos y alcance de la crisis energética
En el Centro Cívico preocupa la limitación del abastecimiento de gas a las industrias. En una reunión que esta tarde mantendrán autoridades provinciales con el secretario de Energía de la nación buscará conocer los motivos reales y el alcance de la falta de provisión.
Tan previsible como el día o la noche, el invierno se acerca sin que el Gobierno Nacional haya garantizado el aprovisionamiento de gas necesario para abastecer, por igual, al consumo domiciliario y la demanda creciente de una industria que tracciona para dejar atrás los costos de la pandemia.
Se informó, hasta ahora, un acuerdo para ampliar la cuota de gas que Argentina percibe de Bolivia, como así también una ampliación de la oferta brasileña. Las tratativas fueron encaradas por el ministro de Economía Martín Guzmán.
Sin embargo, el Gobierno ya había reconocido que habría cortes programados en el suministro de luz y gas, y que éstos afectarían en primer lugar a las industrias. Aseguró, además, que se trabajaría junto a éstas para que la medida afectara lo menos posible a la actividad.
Por eso resultó sumamente sorpresivo el anunció que durante la semana pasada Ecogas cursó a las industrias cordobesas, comunicando sin ninguna antelación “una restricción equivalente al 26 por ciento de sus consumos operativos».
En cuanto a las causas que motivaban esta limitación de la oferta acordada, la distribuidora adujo “cuestiones ajenas” relacionadas con “tareas de mantenimiento” que limitarían momentáneamente la capacidad de suministro de dos compañías proveedoras de gas.
La preocupación del Gobierno Provincial radica, principalmente, en saber si estos recortes se repetirán, jaqueando la actividad productiva de Córdoba. A su vez, las autoridades provinciales reprocharon la falta de anticipación con la que se informaron las limitaciones a la demanda.
Para despejar estos interrogantes, el ministro de Producción cordobés, Eduardo Accastello, solicitó la semana pasada una reunión con el secretario de Energía de la Nación, Darío Martínez. Ese encuentro tendrá lugar esta tarde y a él asistirán, además, el ministro de Servicios Públicos, Fabián López, y el ministro de Agricultura, Sergio Busso.
El asunto, más allá de sus evidentes derivaciones económicas y su rigor técnico, también tiene un costado netamente político.
Juntos por el Cambio salió rápidamente a tomar posición y cuestionar con dureza al Gobierno Nacional por no haber tomado las previsiones necesarias para evitar faltas en el aprovisionamiento de energía. Y es que los recortes de la semana pasada no son el primer episodio. Por el contrario, estuvieron precedidos por faltantes en el aprovisionamiento de gasoil.
Para peor de males, la situación se conjuga con la época de levantamiento de la cosecha -actividad indispensable para paliar la constante falta de dólares de la economía argentina- y el repunte de la actividad productiva post pandemia.
Los diputados PRO Gustavo Santos y Soher El Sukaría apuntaron sus cañones contra el Frente de Todos y hasta leyeron en los recortes de gas a las industrias cordobesas una animosidad especial del oficialismo nacional hacia la provincia, a la vez que destacaron su incapacidad para administrar carteras que resultan clave para el desenvolvimiento de la actividad productiva.
El peronismo cordobés, en tanto, también cuestionó a la Nación, pero con el aplomo que necesariamente tiene que mantener cualquier oficialismo.
En realidad, la preocupación del Centro Cívico está puesta en la enorme falta de pericia que ve en los equipos de gobierno del Frente de Todos que, en el caso puntual de la secretaría de Energía, se conjuga con una feroz interna entre albertistas y cristinistas.
Los cortocircuitos entre Guzmán y el sub secretario de Energía Federico Basualdo (el recordado “burócrata de cuarto nivel” al que se refirió Schiaretti en su discurso de apertura del actual período legislativo) vienen de lejos, cuando en abril de 2021 el ministro de Economía fracasó en su intento de desplazar a su subalterno, de procedencia netamente cristinista.
A ese encontronazo, que tuvo lugar cuando Basualdo se negó a consentir una actualización tarifaria acorde a la que el FMI reclamaba a Guzmán para achicar posiciones en el acuerdo, siguió otro cortocircuito, ahora entre el titular de Economía y el secretario de Energía, Darío Martínez.
Según dieron cuenta distintos medios nacionales, a mediados del mes pasado Martínez dirigió a Alberto Fernández una carta lapidaria en contra de Guzmán, en la que acusaba al ministro de haber girado apenas el 21 por ciento de los fondos necesarios para importar el gas necesario para producir energía eléctrica.
El riesgo que el oficialismo provincial quiere evitar es quedar encerrado en los costos políticos que puedan derivar de los desmanejos y las feroces internas que el Frente de Todos libra en el Ministerio de Economía.
Y aunque sus responsabilidades le impiden fustigar al oficialismo con la ligereza con la que puede hacerlo la oposición, ya ha dejado en claro sus cuestionamientos hacia a la gestión que el Gobierno Nacional viene haciendo en el apartado energético, primero, con los cruces por las cuotas de corte de bio-diesel que la secretaría conducida por Basualdo regula para el gasoil, y luego, con los reproches por la inexplicable demora que existe en la construcción del gasoducto “Néstor Kirchner”, que permitiría disminuir enormemente la importación de gas transportando la producción de Vaca Muerta hacia la provincia de Buenos Aires.
Fuente: Diario Alfil