El PBI de Argentina caerá en 2024: inflación, devaluación y conflicto social, las advertencias de la OCDE
Los riesgos incluyen una mayor devaluación, espiralización de la inflación y problemas de solvencia. «La necesidad de reducir el gasto público de forma rápida en medio de presiones sociales puede llevar a la inestabilidad política», alerta la OCDE. ¿Cuáles son las oportunidades?
En medio del reconocimiento de una «estanflación» por parte de Javier Milei, un informe estimó que el PBI de la Argentina se contraerá 1,8% en 2023 y 1,3% en 2024. Así lo plantean las perspectivas económicas de la OCDE, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico que nuclea a las economías más avanzadas. El crecimiento volvería en 2025, con un rebote de 1,9%.
El organismo anticipa un 2024 de alta inflación, ajuste fiscal y condiciones duras de financiamiento con impacto en consumo, mientras que «los bajos niveles de confianza y la incertidumbre política seguirán retrasando la inversión».
«Los controles de capital, la inflación en alza y la incertidumbre de políticas restringirán el consumo y la inversión en el corto plazo. Las exportaciones se recuperarían en 2024 tras la dura sequía de 2023», agrega el análisis.
En el marco de la inflación, señala que «es extremadamente alta» y pesa sobre el crecimiento. Sobrepasó el 100%, indica y «seguirá subiendo en el corto plazo por las expectativas de devaluación» tras el cambio de Gobierno y «la salida gradual de los controles de capitales». El IPC podría moderarse en 2025.
Inestabilidad política
El escenario está marcado por los riesgos: una mayor devaluación, espiralización de la inflación y problemas de solvencia. «La necesidad de reducir el gasto público de forma rápida en medio de presiones sociales puede llevar a la inestabilidad política», advierte el grupo de naciones desarrolladas que evalúa la economía argentina como parte del G20. Entre los principales veinte países del mundo, es el único país que no crecerá en 2024.
«Del otro lado, un plan de estabilización sólido puede llevar a una mayor confianza en las medidas, reducir presión en el tipo de cambio y atraer capital», balancea la OCDE.
Hasta ahora, el mercado laboral se mostró «resiliente», agrega el informe económico, con un desempleo de 6,2% en el segundo cuatrimestre de 2023 que mantuvo la confianza del consumidor, aunque creció la informalidad hasta el 40% de la fuerza laboral.
Oportunidades
El cambio en Vaca Muerta podría convertir a la Argentina en un exportador neto de energía y los commodities pueden atraer inversión extranjera directa, cita la OCDE como oportunidades. «Pero siguen restringidos por los controles de capital, los múltiples tipos de cambio y la incertidumbre sobre las políticas».
«Hasta el momento, el financiamiento provisto por el FMI se mantendrá como principal fuente» de fondeo, indica el informe, que enfatiza que las reservas del BCRA están «agotadas» y presionan sobre las finanzas públicas, la cuenta externa y la economía en general.
En ese marco, la OCDE plantea que se necesita una política macro ajustada: «consolidar las cuentas públicas para rebalancear la economía».
Sobre las últimas medidas de Sergio Massa señala que los subsidios, las exenciones impositivas -Ganancias- y los créditos para proteger contra la inflación «debilitará las finanzas públicas- que suman el impacto de la caída de ingresos por exportaciones.
La previsión de la OCDE es que, por la alta inflación, la tasa de política monetaria del BCRA se mantendrá alta hasta 2024. Y advierte que bajar el financiamiento a través de emisión «es clave para estabilizar la economía» y «requiere ajuste fiscal».
Reformas
El análisis sobre la Argentina agrega que «por el envejecimiento de la población, el crecimiento de largo plazo dependerá de las mejoras en productividad». Apunta a la competencia y «regulaciones menos incómodas» -sin decir incómodas para quien-.
La participación de las mujeres en el mercado laboral está por debajo de los países desarrollados y mejorarla «permitiría un mayor crecimiento per cápita», anticipa la OCDE frente a un futuro Gobierno que según sus declaraciones de campaña rechaza las políticas que le dan más autarquía a las mujeres como participar de ese mercado laboral, como la legalización del aborto, la Educación Sexual Integral (ESI) y las políticas de cuidado.
«Mejorar la protección social a través de un gasto más eficiente puede ayudar a reducir la pobreza y las inequidades, con una pobreza que alcanza al 40% de la población», señala el organismo, que aboga por «mejorar incentivos para la creación de empleo formal a través de la baja de los costos no salariales y reformas al mercado de trabajo para mejorar la equidad y fortalecer la productividad».
Fuente: Cronista