El petróleo cayó a menos de 30 y sigue bajando
El empuje que le pretendió dar Donald Trump al mercado petrolero el jueves, cuando anunció que iba a «llenar las reservas estratégicas» de crudo para impulsar la demanda, no tuvo efecto por más de una jornada. Tras un rebote del precio el viernes, este lunes la cotización del hidrocarburo retomó la tendencia bajista y el martes profundizó el derrumbe.
El crudo de referencia de Estados Unidos, el WTI, cotizaba ayer en 27,26 dólares por barril, contra 29 dólares de la jornada anterior, con una caída del 6 por ciento (contratos para entrega en mayo). No era muy diferente el panorama para el crudo Brent, el petróleo de Mar del Norte que es referencia para los mercados europeos, que veía retroceder su cotización en un 4,7 por ciento para ubicarse en torno a los 28,70 por barril, frente a un cierre anterior por arriba de los 30 dólares.
El panorama es complicado, según admiten diversos analistas a un lado y a otro del Atlántico, dada la perspectiva de una brusca caída de la demanda, por efecto de una recesión provocada por el coronavirus que impacta en primer lugar en el transporte. Por otro lado, Arabia Saudita mantiene su política de agresiva competencia por los mercados de Eurasia con su competidor Rusia, aumentando su oferta de crudo barato en la zona. Bajo estos parámetros, no son pocos los que advierten sobre «un grave riesgo de superabundancia de petróleo a medida que la prohibición de vuelos entre países se siga extendiendo».
Algunas cifras y datos así lo corroboran. a American Airlines, la poderosa línea aérea estadounidense, denuncia que perdió el 75 por ciento de uso de su capacidad de trasporte de pasajeros internacionales tras la prohibición total de viajes de origen europeo con destino a Estados Unidos, dispuesto por el presidente Donald Trump antes del último fin de semana. La reconocida consulotora internacional Rystad Energy, por su parte, estimó que el tráfico aéreo mundial se desplomaría como mínimo en un 16 por ciento, a nivel global, a lo largo del presente año. El reflejo en el mercado de combustibles sería una reducción de 780 mil barriles diarios en la demanda de naftas para aviones, una cifra que no alcanzaría a ser compensada por la demanda adicional del gobierno de Trump para cubrir la capacidad total de las reservas estratégicas de petróleo.
«El anuncio de Trump puede ser más eficaz como metáfora que por su impacto real», comentó un medio internacional especializado en mercados financieros sobre la prometida compra de petróleo para las reservas estratégicas. Si fuera a completar el 100 por ciento de sus reservas estratégicas, de 713,5 millones de barriles, Estados Unidos debería comprar unos 63 millones de barriles de aquí a fin de año para sumar a los 650 millones de barriles que es el nivel actual. Cifra que, señalan los analistas, «no equivale ni a la mitad del volumen de reducción de la producción que la OPEP estaba considerando».
El comentario se refiere a las negociaciones entre los países exportadores de petróleo que terminaron en fracaso el último 6 de marzo. La intención de los principales países exportadores, encabezados por Arabia Saudita, era reducir la producción diaria de cada uno de los países para compensar, con una menor oferta, la caida en la demanda, y así evitar una reducción mayor en el precio del petróleo. Rusia no prestó su acuerdo y fracasó la negociación. En represalia, Arabia lanzó una agresiva política de precios sobre los mercados a los que exporta Rusia y aceleró, así, la caída del precio del crudo.
Fuente: Página 12