El Presidente de México va por una contrarreforma petrolera
Los detalles de la reforma que pretende el Ejecutivo aún no están claros, pero la iniciativa, diseñada por Rocío Nahle y el propio Presidente, ya está en el escritorio del coordinador de los senadores de Morena, Ricardo Monreal, quien planea presentarla en los próximos días, antes de las elecciones, según las últimas indicaciones que recibió desde Palacio Nacional.
En medio de los golpeteos y tensiones generadas por el cambio a la ley de la industria eléctrica, el presidente Andrés Manuel López Obrador alista ahora una contrarreforma en el sector de los hidrocarburos.
Los detalles de la reforma que pretende el Ejecutivo aún no están claros, pero la iniciativa, diseñada por Rocío Nahle y el propio Presidente, ya está en el escritorio del coordinador de los senadores de Morena, Ricardo Monreal, quien planea presentarla en los próximos días, antes de las elecciones, según las últimas indicaciones que recibió desde Palacio Nacional.
Originalmente se acordó reformar el sector de los hidrocarburos hasta después de los comicios del 6 de junio, pero el Presidente, quien está furioso por el freno que los jueces le pusieron a su reforma eléctrica, dio la orden de que se presente durante la actual legislatura, donde su partido Morena y aliados mantienen la mayoría en las dos cámaras.
El jueves pasado, desde Tabasco donde se anunció el ‘descubrimiento’ de un nuevo yacimiento llamado Dzimpona, López Obrador reiteró su promesa de respetar los contratos otorgados a empresas privadas en las rondas de hidrocarburos, y también reafirmó que no habrá nuevos concursos.
Fuentes del gobierno confirmaron que hay una iniciativa del Ejecutivo para modificar leyes del sector de petróleo y gas. Expertos del sector no descartan que la contrarreforma incluya los contratos de producción que se firmaron con las empresas privadas, a la luz de lo que está sucediendo con el mercado eléctrico.
En febrero de 2020, el presidente presentó un documento de 18 cuartillas en el que planteó una reforma integral del sector energético, que incluye el negocio eléctrico y de hidrocarburos. Meses más tarde, en septiembre, legisladores de Morena en la Cámara de Diputados propusieron una iniciativa para modificar los artículos 25, 27 y 28 de la Constitución.
Respecto al artículo 27, se retoma que “tratándose del petróleo y de los carburos de hidrógeno sólidos, líquidos o gaseosos o de minerales radioactivos, no se otorgarán concesiones ni contratos, ni subsistirán los que en su caso se hayan otorgado y la nación llevará a cabo la explotación de esos productos”.
Legisladores consultados no confirmaron si el cambio que propone el Ejecutivo requiere hacer modificaciones a la Constitución o únicamente a la Ley de Hidrocarburos, como fue el caso de la Ley de la Industria Eléctrica, lo cual generó una lluvia de amparos y se prevé que también se promuevan controversias constitucionales y acciones de inconstitucionalidad, además de conflictos internacionales al amparo de los acuerdos comerciales como el TMEC (con Estados Unidos y Canadá) y el TLCUEM (con la Unión Europea).
El jueves, durante la conmemoración del 83 aniversario de la Expropiación Petrolera, López Obrador reconoció que su administración no alcanzará las metas de producción de crudo planeadas originalmente, de llegar a 2.7 millones de barriles diarios. Como máximo se fijó una extracción de 2 millones de barriles.
Pemex reportó un promedio de extracción de un millón 530 mil 700 barriles diarios en 2020, un nivel 18% debajo de la meta estimada en el Plan de Negocios 2018-2030 de la petrolera. Incluyendo a los privados, la producción nacional fue de un millón 648.9 mil barriles diarios.
Los contratos otorgados a empresas privadas registraron una extracción promedio de 118.2 mil barriles al día, un nivel similar al de 2019.