Entre enero y marzo operó casi un 4 por ciento más de toneladas que en igual período de 2021. Se consolida el rol de la estación marítima como puerta de salida para el crudo de Vaca Muerta.

Los números muestran, por sí solos y sin necesidad de mayores consideraciones, el buen momento de Puerto Rosales en lo que a movimiento de crudo se refiere.

De hecho, lo más correcto sería hablar de período de crecimiento y no de buen momento, ya que hace algunos años que la operatoria petrolera en esa estación marítima viene registrando cada vez mejores guarismos.

Ahora, según cifras dadas a conocer por el Consorcio de Gestión del Puerto, el movimiento de cargas en el primer trimestre del año alcanzó un aumento interanual de casi un 4 por ciento.

Mientras en enero, febrero y marzo de 2021 se movieron 2.428.504 toneladas, en el mismo período de este año el tonelaje trepó a 2.517.889, en su totalidad de crudo.

En este contexto merece destacarse, como elemento distintivo, la importancia de las exportaciones de petróleo proveniente de Vaca Muerta.

Mientras el removido ingresado totalizó el 69 por ciento de las operaciones (1.740.838 toneladas), los envíos al exterior de crudo de Vaca Muerta contabilizaron 679.460 toneladas, es decir, un 27 por ciento.

Por último, el removido salido llegó a 97.591 toneladas, lo que representa un 4 por ciento de las operaciones.

El titular del Consorcio de Gestión de Puerto Rosales, Rodrigo Aristimuño, señaló que la exportación de shale proveniente de Vaca Muerta tuvo un consolidado crecimiento.

“Ha sido y sigue siendo protagonista en las operaciones portuarias, representando casi un 27% del total del movimiento”, sostuvo

Como se ha venido señalando, esta estación marítima ha logrado consolidarse hace tiempo como la puerta de salida del petróleo de Vaca Muerta.

En virtud del constante crecimiento en el movimiento de crudo y de las expectativas que se manejan, ya se encuentra analizando sumar más infraestructura y nuevos servicios.

El crecimiento de la salida exportadora por Puerto Rosales quedó evidenciado el año pasado, con un aumento de más del 30 por ciento frente a 2020.

Y como parte del buen panorama que se presenta debe mencionarse que la empresa Oldelval, a cargo del oleoducto entre los yacimientos neuquinos y la terminal bonaerense, amplió en 24 mil barriles diarios su capacidad.

De esta forma se avanza para solucionar el cuello de botella que presenta la capacidad de transporte existente frente a la creciente producción de crudo.

En enero de 2020 se transportaron 150 mil barriles de petróleo diarios, en diciembre de 2021 se llegó a 210 mil y se estima que para junio se llegue a 260 mil.

Ahora, de acuerdo a proyecciones realizadas por el gobierno de Neuquén, la producción de petróleo en Vaca Muerta para 2030 ascenderá a 700 mil barriles diarios.

Optimismo neuquino

Durante su reciente visita a los Estados Unidos, el gobernador de esa provincia, Omar Gutiérrez, dijo en un desayuno de trabajo organizado por el Instituto Argentino del Petróleo y el Gas Houston (IAPGH), que la proyección es superar los 308.000 barriles de petróleo día este año, para al alcanzar los 420.000 al finalizar 2023.

“La meta de aquí a ocho años es de unos 700.000 barriles por día, con lo que la provincia triplicaría su producción actual”, puntualizó.

Esto obviamente redundaría en la necesidad de encarar mejoras importantes para ampliar, de manera significativa, el flujo de petróleo hacia el sur bonaerense.

Si bien el titular de YPF, Pablo González, mencionó que existe un proyecto para construir otro oleoducto desde Vaca Muerta hacia los puertos rionegrinos, esta iniciativa insumiría 1.200 millones de dólares, más una costosa infraestructura portuaria, entre otras grandes inversiones

Más concretos son los planes en Rosales, donde   Oiltanking Ebytem, a cargo del movimiento de crudo, ya ha presentado un proyecto para cambiar una de las monoboyas, lo que permitirá la operación de barcos de hasta 150.000 tpb (toneladas de porte bruto), y mejoras adicionales.

En el caso de Oldelval, existen chances de ejecutar mayores inversiones (entre 500 y 550 millones de dólares), para duplicar en tres años la capacidad de transporte de su oleoducto (452 mil barriles), pero la firma concretaría ese desembolso solo si tiene la seguridad de que mantendrá la concesión más allá de 2027, como forma de recuperarla.

Desde el gobierno de Mauricio Macri la compañía viene efectuando ese pedido, hasta ahora sin resultado.

Fuente: La Nueva