El proyecto offshore Fénix se definirá este año
Desde Wintershall DEA anunciaron que la decisión de inversión debe tomarse en estos meses. El desarrollo permitiría sumar varios millones de metros cúbicos de gas al sistema nacional. Implica una inversión de hasta 1.000 millones de dólares.
El desarrollo de una nueva plataforma offshore en la Cuenca Marina Austral podría estar a punto de lanzarse ya que las empresas a su cargo tomarán la decisión de inversión final en este año.
La alemana Wintershall DEA, en la presentación de resultados que realizó el jueves pasado, un evento que estaba previsto que se diera en una conferencia global pero que fue suspendido a raíz del ataque de Rusia a Ucrania.
Si bien desde la operadora se destacó que se monitorea la situación bélica a los efectos de evaluar el impacto que podrá tener en sus desarrollos en marcha y planes a futuro, en el balance anual la firma detalló que “se prevé que el proyecto Fénix Fase I sea el próximo desarrollo offshore de CMA-1”.
Se trata del consorcio formado por la firma alemana con el 37,5% del activo, al igual que Total Energies que opera el bloque y Pan American Energy (PAE) con el 25% restante.
“Wintershall DEA, junto con sus socios TotalEnergies y Pan American Energy están preparando actualmente el proyecto para la decisión final de inversión en 2022”, dijeron en el escrito.
Y agregaron que ese no es el único proyecto offshore que las firmas tienen entre manos al destacar que “después de Fénix Fase I, se prevén fases adicionales de desarrollo incremental en Fénix y Carina”.
El proyecto Fénix está en génesis hace largos años, siempre a la espera de las condiciones propicias del mercado del gas en Argentina que podrían ser las del Plan Gas.Ar ya que no solo se contempló el offshore en ese plan de estímulos a la producción, sino que incluso desde el gobierno nacional dan por hecho que la plataforma se construirá y esperan contar con su producción a partir de 2024.
Esta nueva plataforma del complejo CMA-1 permitiría sumar entre 7 y 10 millones de metros cúbicos de gas natural por día, pero tiene un gran punto en contra que es su costo. El desarrollo está estimado entre 800 y 1000 millones de dólares, una inversión que choca contra los controles de divisas que aplica el gobierno.
El segundo punto en contra es el rechazo que desde fines del año pasado se dio a la exploración sísmica de tres áreas offshore, aunque en ese caso a unos 300 y 400 kilómetros de las costas bonaerenses.
Para Argentina, el desarrollo de nuevo gas permitiría eludir la importación de una buena cantidad de gas natural licuado (GNL) y evitar la fuga de dólares del país con su reemplazo no solo por producción nacional, sino por un gas con un precio fijo y mucho más bajo que el importado.