El ranking de las exportadoras de petróleo de Vaca Muerta
Con buen precio del Brent y proyectos con alta productividad, las solicitudes llegan a 7,6 millones de barriles. Sin embargo, sigue la tensión con las refinadoras.
Las compañías del sector aceleraron desde comienzos de año las solicitudes de exportaciones del shale oil de Vaca Muerta, una salida que las petroleras buscaron en medio de la pandemia y de la caída global histórica no sólo de la demanda de crudo sino también de precios, ya que el Brent llegó a cotizar por debajo de los u$s 20 en la primera semana de abril.
Por entonces, el Gobierno nacional sumó un atractivo adicional con la Resolución 488/20 que implementó el denominado barril criollo que no sólo fijó un precio de referencia sostén sino que redujo a cero los derechos de exportación que se ubicaban hasta entonces al 8% luego de la sanción de la Ley de Emergencia Económica.
Ahora, en un nuevo contexto, el petróleo tipo Medanito -que en concreto es un blend con los distintos crudos que se extraen en Vaca Muerta- que las compañías están ofreciendo al mercado externo están alcanzando los 7,6 millones de barriles provenientes de las áreas no convencionales de la Cuenca Neuquina, de los cuales casi 4,8 millones son compromisos de exportación a partir del 1 de marzo.
En lo que va del año las empresas que apuestan al sector externo, con envíos concretados en el primer bimestre y comprometidos hasta abril, están encabezadas por la petrolera Vista Oil & Gas que conduce Miguel Galuccio con 2.264.150 barriles, seguida de la angloholandesa Shell con 1.509.433 para el mismo período de este año. Este ranking de exportadores se completa con Pluspetrol (1.477.987 barriles), Petronas -socia de YPF en La Amarga Chica- (691.823) y Tecpetrol (691.823), ExxonMobil (437.672) y Pampa Energía (125.786), de acuerdo a las solicitudes de exportación.
Vista Oil & Gas encabeza las solicitudes de exportación de petróleo desde Vaca Muerta para el primer cuatrimestre del 2021.
Daniel Dreizzen, consultor asociado de Ecolatina, explicó que más allá del inmenso potencial del sector petrolero que ya no se discute, “los precios actuales del Brent hacen muy atractiva la inversión en pozos en los cuales hay productividad probada y de cada vez mayor eficiencia en costos” que se viene ganando de manera sostenida en los últimos cinco años.
«Hay proyectos listos en modo factoría para poder poner a producir y hay manera de evacuar el crudo, lo que suma a estos precios que ofrecen una muy buena”, explicó el especialista a +e sobre el flujo que registra a través del Puerto Rosales en el complejo bahiense.
Dreizzen, a través del Informe Mensual Energético de Ecolatina, destacó que 2020 fue el año de mayores exportaciones desde 2010, con un crecimiento interanual del 18% frente, un desempeño que podría haber sido superior teniendo en cuenta que bajó el consumo local en los cuatro subproductos de petróleo.
La tendencia exportadora de esta manera se podrá sostener en la medida que el país retome y supere los niveles de producción de 520.000 barriles diarios de la pre pandemia, una recuperación que es más dinámica en los recursos no convencionales.
Puerto Rosales es la zona que se prepara para recibir y exportar 7,6 millones de barriles desde Vaca Muerta para los primeros cuatro meses del 2021.
Ignacio Barousse, ex Director Nacional de Refinación y Comercialización, explicó a +e que el aumento en las solicitudes de permisos exportación de crudo por parte de los productores locales, se explica “principalmente por la búsqueda de alternativas a la venta en el mercado local, en un contexto donde los refinadores no estarían dispuestos a compra r el crudo a precios equivalentes a los de indiferencia de exportación”.
“Hoy existe una brecha en el orden de los US$ 8 por barril entre el precio de indiferencia de exportación, de aproximadamente US$ 60, y el precio al que aspiran a comprar el crudo los refinadores locales, en el orden de los US$ 52”, precisó el especialista. La falta de acuerdo, en consecuencia, “se refleja en el aumento de las solicitudes de exportación, que en definitiva representa la alternativa que tiene el productor de crudo en caso de no llegar a un acuerdo en materia de precios con los refinadores locales”.
Si bien, las solicitudes no significan la concreción de las operaciones porque todas requieren la aprobación previa de la Secretaría de Energía, se trata de “volúmenes sorprendentes” presentados en particular por las compañías petroleras no integradas, ya que las que producen y refinan tienen sus propios acuerdos de precios. En ese sentido, se entiende la situación más como tensión que en excedentes genuinos, porque mientras no caiga la demanda de naftas y gasoil y no aumente la producción significativamente, no tendría por qué haber grandes aumentos de exportaciones.
La Amarga Chica, uno de los bloques de shale oil más importantes de Vaca Muerta, operado por YPF en sociedad con Petronas.
Desde una de las productoras que mayores volúmenes de exportación tiene previsto para este primer cuatrimestre, consideraron que “mantener un sistema de exportaciones estable seguro y abierto es positivo como señal a inversores, porque el producto que sale de Vaca Muerta tiene demanda externa, y mostrar la voluntad de los reguladores para liberar la oferta es una señal a valorar para la industria”.
Lo que está en debate ya no es si se va a desarrollar Vaca Muerta o no, sino a qué escala se dará, por eso “permitir las exportaciones regulares es una señal de la voluntad de llevar los no convencionales a una producción masiva”.
Fuente: Más Energía.