«El RIGI no hace más que darle un marco de seguridad jurídica a los mega proyectos de oil & gas»

El director del Instituto de Energía de la Universidad de Australia lo confirmó, calificando la nueva medida como una herramienta crucial para atraer inversores y acelerar las que ya están en marcha.
El enfoque fundamental del Instituto de Energía de la Universidad Austral (IEA) se refiere al impacto que poserá el Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones (RIGI) en la industria energética, donde el incremento en productividad del shale en Vaca Muerta es el motor más importante. hoy en vez de año.
«Que se haya aprobado la Ley Bases y el capítulo del RIGI es una señal muy positiva para la industria en el marco de una mayor desregulación del sector con la prioridad puesta en el mercado de exportación», resaltó.
Carnicer pensó que el RIGI posibilitará que la economía cuenta con proyectos de gran escala, en este caso con montos de más de 200 millones de dólares, tengan la capacidad de materializarse.
«El RIGI no hace más que darle un marco de seguridad jurídica a los mega proyectos relacionados con Vaca Muerta, sin cambiar las reglas de juegos en cuanto a condiciones impositivas y cambiarias, en definitiva se respetan los contratos», dijo.
Y destacó el impacto que tendrá esta nueva regulación en proyectos de inversión de gran escala como el de la argentina GNL, que es accionista de YPF y Petronas y planea construir una planta de licuefacción para producir y exportar gas de Vaca Muerta a nivel mundial a un costo superior a los 30 mil millones de dólares.
«Es una herramienta fundamental para atraer inversores y acelerar las que ya están en marcha», dijo.
Es importante recordar que la semana pasada el Senado de la Nación finalmente aprobó la Ley de Bases, la cual ahora volverá a la Cámara Baja para su aprobación final.
El RIGI, en la opinión de la mayoría de las empresas, podría proponer inversiones en pleno despegue del shale, en particular en midstream en el gas y oleo.
Con las modificaciones, el Régimen ahora estipula que debe haber un 20% de proveedores locales, lo que no parece ser una barrera muy significativa, especialmente para inversiones en gasoductos y oleoductos.
El RIGI aparentemente busca incentivar a las compañías a invertir más de US$ 200 millones en Argentina con una estabilidad fiscal a 30 años, mediante un esquema de flexibilización impositiva, aduanera y cambiaria.