El secretario de Energía dice que Guzmán lo dejó sin caja y advirtió por «consecuencias dañosas inmediatas»
Darío Martínez afirma que sólo recibió 20% de los fondos que necesita en marzo y describió un escenario demoledor, agravado por los precios «descontrolados» de GNL
El secretario de Energía, Darío Martínez, envió una carta explosiva a Alberto Fernández; el jefe de Gabinete, Juan Manzur y a su jefe directo, el ministro de Economía.
Allí, afirma que sólo recibió 20% de los fondos que necesita en marzo y describió un escenario demoledor. En la misiva, publicada por Infobae, asegura que se verá afectada la tarifa social de gas y electricidad y que habrá incumplimientos con los productores privados.
“En el ejercicio de mis funciones como Secretario de Energía, consciente de las necesidades que se deben afrontar durante el corriente mes para mantener los servicios básicos imprescindibles y actividades críticas vinculados a mi área, es que por la presente rechazo el recorte impuesto por los Techos de Caja, advirtiendo sobre las consecuencias desastrosas para el país que ello implica”, dijo Martínez.
Según Energía, Guzmán aplicó a su presupuesto mensual lo que se conoce como “Techo de Caja” y en lugar de girar en marzo $309.802 millones, como se había solicitado, le envió $66.015 millones, es decir, 21% de lo pedido.
Según la carta de Martínez, entre las consecuencias del recorte de Guzmán, figuran las siguientes:
“No se podrá pagar los Cargamentos de GNL y de Gas Oíl, que fueron contratados para que arriben durante el corriente mes al país y que IEASA y CAMMESA respectivamente deben atender en dólares, en forma anticipada”
-“Sobrevendrá una crisis por falta de combustibles para alimentar las centrales térmicas del país”
“No se podrá realizar el pago en dólares que demanda la provisión de Gas Boliviano, justo en medio de las negociaciones donde estamos intentando subir los volúmenes que recibimos por esa vía”
“No se podrán efectuar los pagos a proveedores de Gas Natural provenientes de las obligaciones asumidas por el Estado Nacional dentro del marco del Plan Gas.Ar y planes de incentivos anteriores. Estas obligaciones ya fueron en parte incumplidas en el mes de febrero del corriente año, a lo que se sumaría ahora los correspondientes al mes de marzo. Estos pagos a los productores de gas, que están garantizados por Certificados de Crédito Fiscal, constituyen objetivamente el flujo financiero que dichas empresas utilizan para ejecutar las inversiones necesarias para producir y entregar el Gas que requiere nuestra demanda residencial, Industrial y nuestras centrales térmicas para producir energía eléctrica. Si la producción se resintiera por disminución de la inversión necesaria, producto del corte en los flujos financieros, podría comenzar a verificarse falta de aprovisionamiento»
“Además del problema fáctico que ello representa, se abren las puertas a reclamos judiciales por mora e incumplimiento de las obligaciones contraídas por el Estado Nacional en el Marco del Plan Gas.Ar y sus precedentes, justo en momentos en que se requiere plena producción del fluido nacional para limitar al mínimo posible la importación de GNL dados los precios internacionales descontrolados de este producto, que, crisis energética y guerra en Ucrania mediante, han escalado 400/500% en relación a los pagados el año pasado”
“No se podrán transferir los fondos a Anses para atender el Programa Hogar que morigera el costo del Gas envasado a los sectores de menores recursos”
“No se podrá transferir los fondos destinados a mantener la Tarifa Social de Gas Natural2″
“Se demorarán un mes más las transferencias de fondos a IEASA por $58.000 millones que corresponden a financiamiento de la primera etapa de las obras del sistema de gasoductos Transport.Ar Producción Nacional, ya iniciada con la licitación de adquisición de cañerías destinadas al Gasoducto Presidente Néstor Kirchner para el 31 de marzo de 2022″.
Fundación Alem: «El abastecimiento energético del próximo invierno está en riesgo»
“El abastecimiento energético del próximo invierno está en riesgo y se requiere, con urgencia, que el Gobierno presente un plan de contingencia frente a la crisis”, señalaron en un comunicado desde la Comisión de Energía de la Fundación Alem, el think tank del radicalismo.
La guerra en Europa ha desatado una crisis sin precedentes en la industria energética mundial. Los estados soberanos están tomando decisiones inmediatas para asegurar su abastecimiento energético en el futuro cercano. En nuestro caso, dice el Alem, sería para el próximo invierno, cuando la demanda crecer por el frío.
“El concepto de seguridad energética toma relevancia, en un entorno de incertidumbre y alta volatilidad, donde la oferta de hidrocarburos y en particular de gas natural licuado (GNL) se encuentran comprometidas. A partir de 2010 nuestro país depende en forma creciente de importaciones de gas, principal fuente de nuestra matriz energética, desde Bolivia y de Gas Natural Licuado (GNL) que llega por barcos a los puertos de Bahía Blanca y Escobar, pero también de derivados de petróleo: gas oil y fuel oil”, añaden.
Bolivia, el proveedor de gas más barato, informó que entregará volúmenes inferiores a los comprometidos. La renegociación de la adenda al contrato que venció en diciembre pasado se encuentra aún inconclusa.
“Esta posición de Bolivia es inaceptable para la Argentina en esta coyuntura. Nuestro país debe renegociar en un ambiente cooperativo los términos del contrato. Argentina debe exigir que cumplan las condiciones pautadas y debe asegurarse el mayor suministro posible de gas natural desde ese país”, agrega el Alem.
¿Qué más dice el documento?
La coyuntura internacional muestra la puja de Europa y China sobre la oferta global de GNL. Esto abre un escenario de escasez, en particular para economías lejanas de los centros globales de consumo como la nuestra.
El panorama se completa en forma alarmante: todavía no se han comprado los cargamentos de GNL necesarios para hacer frente al pico de consumo en el próximo invierno.
Asimismo, los precios internacionales, que responden a la incertidumbre del conflicto en Europa, muestran niveles superiores a los USD 40 por unidad térmica, precios que duplican las previsiones del gobierno para este año y quintuplican los pagados en 2021.
Estamos a las puertas del invierno 2022 y el aprovisionamiento de aproximadamente el 20% del gas que consumimos y el 15% del gasoil que necesitamos para levantar la cosecha y producir electricidad está en riesgo.
El Gobierno debe explicitar de forma urgente su plan de abastecimiento para los próximos meses y establecer un plan de contingencia que incluya diferentes escenarios, medidas de mitigación y la probabilidad de faltantes en determinados sectores de la demanda.
Este plan de contingencia debería ser informado a las fuerzas políticas de la oposición con representación parlamentaria, a los sectores productivos y a la opinión pública en general, para la toma de conciencia de la compleja situación que enfrentará el sector energético de nuestro país en los próximos meses.
Fuente: El Economista