Empresas podrán vender créditos de proyectos o actividades de mitigación de gases y compuestos de efecto invernadero en México
Podrán participar aquellas que tengan un volumen de emisión mayor a 100,000 toneladas por año. Si bien, la etapa de prueba no tendrá efectos económicos, a partir de 2023 el mercado de emisiones estará vigente plenamente.
No se trata de los tan comentados Certificados de Energía Limpia (CEL). El Sistema de Comercio de Emisiones, nuevo instrumento diseñado para regular la contaminación en México, contempla:
- derechos de emisión: instrumento administrativo expedido por la Secretaría que otorga el derecho a emitir una tonelada de bióxido de carbono durante un período de cumplimiento determinado; y
- créditos de compensación: El instrumento de cumplimiento expedido por la Secretaría, que representa la reducción o absorción de una tonelada de bióxido de carbono equivalente, o de emisiones evitadas en la misma cantidad, resultantes de proyectos o actividades de mitigación elegibles de emisiones no cubiertas por el Programa de Prueba.
En una nota previa, Energía Estratégica detalló que este nuevo mercado contempla dos fases para su implementación: una fase inicial de prueba –que ya se está transitando– y una fase operativa que ocurrirá a partir de 2023.
A modo de síntesis, el experto Daniel Chacón Anaya, director de Energía en Iniciativa Climática de Mexico, explicó:
“Comenzando este año se inicia un piloto para poner a prueba por tres años –tal como lo mandata la Ley General de Cambio Climático– un Mercado de Emisiones entre empresas voluntarias que tengan un volumen mayor a 100,000 toneladas por año. Esas empresas van a tener cuantificado un tope de emisiones anuales. Algunas podrán efectuar acciones de mitigación que van a significar disminuciones y van a recibir créditos por ello”.
Aquellos créditos, que serán expedidos por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales de los Estados Unidos Mexicanos, serán un apoyo certero para que las empresas trabajen por ser más sustentables en México y disminuyan el impacto negativo que tiene su producción contra el medioambiente.
Además, posibilita que aquellas que excedan sus créditos de compensación puedan venderlos a otras empresas. Lo que torna aún más atractivo optar por incorporar proyectos o actividades de mitigación de gases y compuestos de efecto invernadero.
“Esos créditos podrán venderlos a empresas que no puedan disminuir sus propias emisiones y que necesiten incrementar sus capacidades de producción. Todas las empresas inscritas estarán sujetas a un tope mismo que deberá ir bajando gradualmente”, consideró el referente de Iniciativa Climática de Mexico.
Fuente: Energía Estratégica.