En febrero retomarán la evaluación ambiental de tres proyectos mineros
Los Azules, Casposo y Hualilán necesitan sus Declaraciones de Impacto Ambiental para empezar a construir.
En San Juan hay más de una veintena de proyectos mineros en exploración que todavía son una incógnita sobre si podrán o no convertirse en minas, pero otros tres fueron evaluados positivamente en términos económicos y sólo esperan obtener la Declaración de Impacto Ambiental y las inversiones.
De estos dos procesos, el primero debe hacerlo el Ministerio de Minería junto con especialistas de instituciones científicas locales y nacionales. Retomarán ese trabajo en febrero. Pero la evaluación demora alrededor de dos años, como sucedió con Josemaría, con extensiones de algunos meses más si piden reevaluaciones. Por eso, la nueva gestión decidió buscar alternativas para agilizar el proceso, manteniendo las exigencias técnicas, de manera que los tres que tiene ahora en bandeja, Los Azules, Casposo y Hualilán, puedan avanzar.
Así, esperan reactivar el trabajo y el ingreso de divisas de esta industria, que hoy en San Juan sólo tiene dos minas en actividad, ambas ya maduras y con producción en baja.
En la actualidad, la secretaría de Control y Gestión Minera, que dirige Denis Monardes, tiene en sus manos tres proyectos metalíferos que son muy esperados. Los Azules, que es el sexto yacimiento de cobre más grande del mundo, en Calingasta; la mina de oro Casposo, del mismo departamento, que estuvo cuatro años sin producir y tuvo que despedir a 400 trabajadores en 2019; y Hualilán, que si bien es el proyecto de menor tamaño, esperan que genere un gran movimiento de trabajadores muy rápido ya que será la mina de oro más cercana al Gran San Juan, en Ullum.
Los dos primeros serán analizados por la CIEAM (Comisión Interdisciplinaria de Evaluación Ambiental), que se encarga de los proyectos de mayor tamaño. Y a Hualilán la tomará la CEMAM (Comisión Evaluación Medioambiental Minera).
En la actualidad, confirmó Monardes, se encuentran en un impasse hasta la primera o segunda semana de febrero, por las licencias y vacaciones de las instituciones intervinientes, que en el caso de la comisión de mayor tamaño son 14. Pero durante estas semanas, el nuevo equipo del ministerio de Minería que encabeza Juan Pablo Perea está buscando alternativas para agilizar el proceso de evaluación. «La idea es achicar los tiempos, ser más prácticos, más ejecutivos e intentar que pronto, en los tiempos que necesitemos para evaluarlo, puedan salir las declaraciones», aseguró.
Los cambios que podrían implementar están en manos del ministro de Minería, pero la decisión política de mejorar el sistema de trabajo ya puso en marcha reuniones durante finales de diciembre y lo que va de enero. Además, la conformación de las comisiones para los dos proyectos más avanzados, Hualilán y Los Azules, viene desde la gestión anterior, ya que el análisis de los mismos empezó en marzo y abril de 2023, cuando las empresas presentaron sus Informes de Impacto Ambiental.
Por el momento llevan un 50% del análisis hecho, aseguró Monardes. Para el funcionario orreguista, «necesitamos darles tiempo para que la evaluación sea correcta. Entonces tiene que ver con los trabajos interdisciplinarios de la autoridad, la comisión y la convocatoria a la empresa para que dé todos los detalles».
Si bien la conformación de las comisiones y buena parte de la forma de trabajo está regido bajo el Código de Minería, para Morandes también se puede mejorar el proceso actual, agilizando el aspecto burocrático. Es que entre la comisión suele haber idas y vueltas durante la evaluación, que en ocasiones tienen demoras porque deben hacer trabajos técnicos, como fue el rediseño del depósito de colas de Josemaría, que sumó otro año al trabajo tras la entrega de la DIA en 2022; pero en algunos casos son pasos formales como convocatorias y reimpresiones de los documentos, que agregan demoras muchas veces innecesarias.
Josemaría
Una vez aprobado el rediseño de su depósito de colas, el proyecto Josemaría de la canadiense Lundin está en condiciones de empezar a construir aquellas obras en mina que tengan los permisos sectoriales. Pero antes, para poder trasladar maquinaria y materiales, deberá terminar su nuevo camino, el Acceso Norte. Esta obra se encuentra transitando su propia evaluación ambiental. El informe ingresó en el mes de diciembre a la Secretaría de Control y Gestión Minera, que trabajará con Ambiente.