En los 90, Elon Musk se interesó en bonos latinoamericanos: ¿invertirá ahora en litio en la Argentina?
Tesla, su empresa más valiosa, es el principal fabricante mundial de vehículos eléctricos y un gran consumidor final del metal, que el empresario considera “la sal en la ensalada” de las baterías.
La reunión que el presidente Javier Milei tuvo con Elon Musk, cofundador, mayor accionista y líder de Tesla Motors, principal productor mundial de vehículos eléctricos, generó expectativas de que el empresario, ciudadano de EEUU, aunque nacido en Sudáfrica, invierta en la Argentina.
“La idea es que haya un evento en la Argentina sobre demografía, tecnología y crecimiento económico, que sería protagonizado por Milei y Musk”, comentó el embajador argentino en EEUU, Gerardo Werthein, tras la visita presidencial a la gigafábrica de Tesla en Austin, Texas, donde la automotriz se implantó tras descartar California, por sus excesos regulatorios.
Más allá del evento anunciado, la expectativa es que Musk invierta aquí o, cuanto menos, atraiga inversiones internacionales. El principal anzuelo es que la Argentina es el segundo país del mundo en recursos y el cuarto en términos de reservas y producción de litio, elemento clave en fabricación de baterías, el “motor” de los vehículos eléctricos, donde los iones de litio, el metal más liviano de la naturaleza, se mueven entre ánodos y cátodos en los procesos de carga y descarga.
Proyecciones
Según proyecciones de la ahora subsecretaría de Minería incluidas en el Sistema de Información Abierta a la Comunidad sobre la Actividad Minera en Argentina (Siacam), la demanda mundial de litio superará a la oferta a partir de 2028, y cada vez por mayor margen, como se puede ver en el siguiente gráfico. Mejor aún, según una más reciente proyección de Benchmark Mineral Intelligence, una de las fuentes más respetadas y consultadas en la matería, la demanda mundial de carbonato de litio equivalente será de 2,4 millones de toneladas hacia 2030, bien por sobre la más reciente proyección incluida en el Siacam.
Pero, ¿hasta qué punto es factible que Musk invierta en la Argentina? El empresario equiparó la importancia de litio a la de “la sal en la ensalada”, por su relativo bajo volumen en relación al peso y composición de una batería, pero su rol clave en el “gusto” del producto. Tesla, sin embargo, no produce litio, sino que fabrica (además de autos) baterías eléctricas, que también compra a otros fabricantes, como la japonesa Panasonic, la surcoreana LG y la china CATL, y se provee de litio “grado batería” de productores de EEUU y del exterior, como la china Ganfeng, única empresa del mundo que extrae litio y también fabrica baterías, y Albemarle y Livent, todas con presencia en la Argentina.
Con el 19% de la producción mundial, Albemarle, de EEUU, es la productora número, y Livent se fusionó a fines de 2023 con Allkem (también presente en la Argentina) en Arcadium, que tiene así dos operaciones activas en el país y con la fusión pasó a detentar cerca de13% de la producción de litio del mundo, precisa un informe de la consultora Aleph Energy.
Ganfeng, por su parte, detenta el 45,75% del proyecto Caucharí-Olaroz en Minera Exar (que a fines de 2023 fue la tercera operación litífera en iniciar producción en la Argentina), asociada a la norteamericana Lithium Americas (otro 45,75%) y a Jemse (Jujuy Energía y Minería Sociedad del Estado), que participa con el 8,5 por ciento.
Debe tenerse en cuenta, además, que si bien Tesla no hace minería de litio, recientemente adquirió una locación para una planta de refinación en Texas que debería llegar a producción plena en 2025, con capacidad para producir carbonato o hidróxido de litio suficiente para 1 millón de vehículos eléctricos por año.
Más allá de las oscilaciones del precio del litio, que tras rozar los USD 80.000 la tonelada se desplomó desde fines de 2022 y actualmente cotiza en torno a los USD 15.000 la tonelada, un atractivo de la Argentina es el bajo costo operativo de extracción por el método de evaporación de salmueras, en torno de USD 5.000 la tonelada, lo que deja todavía un muy alto margen operativo.
Precios volátiles
Los precios, sin embargo, deben tomarse con pinzas, alertan los especialistas. Se estima que la cotización spot (contado) del metal da cuenta de menos del 20% de las transacciones mundiales, con el 80% o más restante sujeto a contratos de provisión entre productores de carbonato e hidróxido de litio y fabricantes de baterías, como el que Tesla y Ganfeng suscribieron para el trienio 2022 a 2024.
“El precio nunca fue USD 80.000 la tonelada. Un precio lo era, pero por muy poca cantidad. En este momento en el mundo el precio medio es mucho mayor que USD 15.000, pero China controla la narrativa y los chinos tienen razones para bajar el precio del litio, porque son el mayor productor de baterías. Históricamente, USD 15.000 la tonelada es un buen precio”, dijo Joe Lowry, conocido mundialmente como Mister Lithium, a Bloomberg Línea.
Lowry, director de la consultora Global Lithium, es optimista sobre las perspectivas de producción de la Argentina, pero descree de proyecciones que hablan de hasta 300.000 toneladas de carbonato hacia 2030 y le bajó el precio a la expectativa sobre los efectos de la reunión de Milei con Musk.
“Aparte de Milei tratando de enviar señales al mundo, no creo que signifique algo. El gobierno federal no controla el litio, las provincias lo hacen. Es bueno para los seguidores de Milei y para que Elon comunique lo que quiere decir”, explicó Lowry, además de desalentar la idea de que la Argentina se esfuerce, ahora, por producir baterías.
Infraestructura
“Si tienen USD 1.000 millones para gastar (no los inviertan en querer producir baterías), sino en hacer caminos y gasoductos en la Puna. Hagan hincapié en lo que tienen, que es el recurso. Olvídense de competir con China, Corea del Sur y Japón, porque no saben nada de baterías. Pero tienen litio y la ventaja es que la Argentina está en la parte baja de la curva de costos”, subrayó Lowry, mensaje que ya les había dado en 2023, en el evento “Litio en Sudamérica”, en Salta, a las entonces secretaria de Minería, Fernanda Ávila, y de Energía, Flavia Royón.
Hay, al menos un antecedente del líder de Tesla de querer invertir en América Latina, pero en el sector financiero. En su biografía de Musk, Walter Isaacson (quien también biografió a Leonardo da Vinci, Albert Einstein, Benjamin Franklin y Steve Jobs, entre otros) cuenta que en los 90, a Musk, por entonces pasante en Scotiabank, un banco canadiense, le atrajeron los “bonos Brady” latinoamericanos, que cotizaban a 20 centavos por cada dólar de valor nominal, averiguó para comprarlos y hacerle ganar a la entidad “miles de millones de dólares”, pero cuando se lo propuso a Peter Nicholson, su mentor y jefe (graduado en Física y fuerte en Matemáticas, como él) le rechazaron la idea. El banco tenía sus propios métodos y equipos de análisis.
“Elon salió con la impresión de que el banco era mucho más tonto de lo que era en realidad. Pero fue algo positivo, pues le hizo sentir una saludable falta de respeto por la industria financiera y le confirió la audacia para poner en marcha lo que llegaría a ser PayPal” (primer eslabón en la cadena de la carrera empresaria y la fortuna de Musk) le contó Nicholson a Isaacson.
A diferencia de Lowry, Santiago Dondo, subsecretario de Política Minera en el gobierno de Mauricio Macri, cree en cambio que “sí, hay chances” de que Musk invierta en la Argentina.
Como todo, hacen falta que pasen algunos meses más para que la normalización macroeconómica dé paso a un programa de estabilización, pero el RIGI (Régimen de Incentivo a Grandes Inversiones) es una buena norma y genera expectativa (Dondo).
“Como todo, hace falta que pasen algunos meses más para que la normalización macroeconómica dé paso a un programa de estabilización, pero el RIGI (Régimen de Incentivos a Grandes Inversiones) es una buena norma y genera expectativa para que se puedan consolidar inversiones mineras. Eso, la afinidad ideológica de Musk con este gobierno y la obvia demanda futura del proyecto de Tesla hacen que la posibilidad no sea descabellada. Sería una gran noticia para la Argentina”, dijo ante la consulta de Infobae.
Otro mineral clave
Dondo apuntó también a otro mineral clave de la transición energética. “No conozco la planificación a largo plazo del negocio de Musk para ver si puede meterse también en cobre,; obviamente el mayor interés es el litio y entre los eslabones de la cadena de valor a largo plazo se puede pensar en la producción de celdas de litio (que se ensamblan en packs y se montan en las baterías), pero hoy lo más importante para mover el sector en la dirección correcta es aprovechar un jugador tan importante. Podría comprar proyectos avanzados o invertir en desarrollarlos”, observó.
“Lo más interesante para la minería argentina -completó el experto- sería sacar a la luz dos o tres proyectos para que empiecen a producir y nos sigan posicionando como el país más atractivo de Sudamérica en la producción de litio”.
Tecnologías
Por cierto, en la Argentina hay una gran abundancia de proyectos de litio. A los tres ya en producción (dos en Jujuy y uno en Catamarca) se sumarán en los próximos meses el de la francesa Eramine, que desde julio producirá en Salta carbonato de litio con una tecnología diferente, el método de “Extracción Directa de Litio” (DLE, por su sigla en inglés), cuya principal ventaja respecto al de evaporación es el acortamiento de los plazos de producción.
También Tecpetrol, que a fines de 2023 adquirió la minera canadiense Alpha Lithium, producirá carbonato por el método DLE en sus proyectos Tolillar (27.000 hectáreas) en Salta, en las 5.000 hectáreas que tiene en el Salar del Hombre Muerto, en Antofagasta de la Sierra, a caballo entre Salta y Catamarca, y en 6.000 hectáreas en el Salar de Arizaro, también en Salta. Además, la empresa adquirió opciones de exploración en 30.000 hectáreas en el Salar de Guayatayoc, Jujuy.
La decisión de aplicar el método de extracción directa, señalaron desde la petrolera del grupo Techint, es porque el proceso aumenta de 50/70 a cerca de 90% la recuperación de litio en relación a las piletas de evaporación, no depende de las condiciones climáticas, permite un proceso industrial más controlado y, en caso de ser necesario, posibilita reinyectar salmuera sin litio en el salar. Tecpetrol/Alpha testeó la tecnología DLE desde principios de 2021 en una planta piloto en Olacapato, Salta, en lo que llaman “condiciones de puna”, a unos 4.100 metros de altura. A fines de febrero, Andrea Rocca, presidente del área de Transición Energética de la firma, y Jorge Dimópulos, vicepresidente de los proyectos de litio, presentaron al gobernador salteño, Gustavo Sáenz, los planes de inversión en la puna salteña.
Abundancia de proyectos
El estudio de Aleph Energy identificó en la Argentina un total de 62 proyectos litíferos, en diferentes etapas, que involucran a 41 empresas, en variadas asociaciones que evidencian que en minería rige el poliamor.
“Creo que es importante para el litio de la Argentina que se haya juntado Milei con Musk. Muchos de los inversores en litio acá tienen que ver con los consumidores finales (fabricantes de baterías y automotrices), que requieren cierto tipo de litio. Que Musk se junte con Milei es una señal importante, para que vengan Tesla o empresas asociadas a Tesla y como acercamiento de inversores extranjeros en la Argentina”, dijo a Infobae Daniel Dreizzen, director de Aleph y exsecretario de Planificación Energética.
Según Dreizzen, empresas que proveen de litio a Tesla ya están en la Argentina. “Extraer litio y fabricar baterías o hacer un auto eléctrico son capacidades muy distintas, por eso es lógico que entren con participaciones no operadas, como Toyota”, subrayó.
Un mapa del estudio de Aleph identifica 87 locaciones litíferas mundiales, pero destaca que unos pocos proyectos explican gran parte de la producción y la Argentina detenta dos de los diez primeros del mundo: los salares del Hombre Muerto y de Olaroz, como se observa en el gráfico precedente.
Además, precisa el informe, el litio argentino tiene un muy buen balance entre alto contenido de litio (en eso, los salares mencionados solo son superados por el de Atacama en Chile) y baja concentración de impurezas, menor a la del gran salar chileno, hoy por hoy el más productivo del mundo.
Consultado por Infobae, Mario Capello, miembro del Grupo Sarmiento de expertos en minería, enfatizó las condiciones de base que la Argentina necesita para atraer inversiones en minería, sean de Tesla o de cualquier otra empresa.
“El litio es un negocio chico comparado con el oro o el cobre, que requieren empresas internacionales y especialistas en commodities (según los expertos, el litio aún no lo es). Hay un deseo de invertir y todas las inversiones son bienvenidas, pero se requiere competitividad económica, estabilidad fiscal, un solo dólar, libertad para importar y exportar”, precisó Capello.
Y agregó: “Con retenciones a la exportación no van a venir inversiones grandes como las que requiere el cobre: hay que tener impuestos similares a Brasil y Chile y mejor infraestructura: caminos, gasoductos, trenes, tendidos eléctricos, puertos. En la historia argentina toda esa inversión fue a la Pampa Húmeda, no a la Cordillera y hoy el Estado no tiene recursos para hacerla”.
Con retenciones a la exportación no van a venir inversiones grandes como las que requiere el cobre: hay que tener impuestos similares a Brasil y Chile y mejor infraestructura (Capello).
¿La presencia de Elon Musk o su eventual decisión de invertir aquí no podría tener un “efecto demostración” y atraer más inversores?, preguntó Infobae. “No lo descarto, pero no lo sé. Lo que sí sé es que la Argentina necesita estabilidad macroeconómica, infraestructura y estabilidad fiscal. Para mí es lo mismo que inviertan Musk, o Glencore, o Barrick o Newmont”, respondió Capello, listando grandes jugadores de la minería mundial.
Las referencias al cobre por parte de Santiago Dondo y de Mario Capello no son casuales. Si bien el litio es un elemento clave, no explica el grueso del peso ni del costo de las baterías eléctricas.
Tesla, precisa información publicada por el Nasdaq, la Bolsa más “tecnológica” de EEUU, usa al menos 6 tipos diferentes de baterías, desde las de litio-hierro-fosfato (las más comunes), en las que el litio aporta el 7,5% del peso, hasta las de níquel-manganeso-cobalto, en que asciende su incidencia asciende al 11 por ciento.
El níquel explica del 30% al 82% del peso de las baterías, según el tipo, y Musk ha declarado que es el elemento que más desafíos de suministro le representa. El cobre no está presente en las baterías pero sí en la estructura de los vehículos y en toda la infraestructura eléctrica, por lo que se lo considera el metal decisivo de la electrificación a escala mundial.
Así como Catamarca, Salta y Jujuy conforman el “triángulo” argentino del litio, San Juan alberga 5 de los 8 proyectos de cobre que, en distintas fases, hay hoy en el país: Josemaría, Los Azules, El Altar, El Pachón y Filo del Sol en San Juan, Mara en Catamarca, en cercanías de lo que fue La Alumbrera, Taca Taca en Salta y, en escala más reducida, San Jorge en Mendoza.
Elon y el León
Sea por el litio, el cobre o algún otro recurso o etapa de la cadena de valor de la transición energética, la eventual inversión de un empresario y celebridad global como Elon Musk sería un espaldarazo a la credibilidad internacional del gobierno de Javier Milei, con quien mantiene semejanzas y diferencias.
Entre las primeras, está el anagrama entre el nombre del empresario (Elon, que a su padre Errol le gustó por sus resonancias bíblicas) y el apodo preferido del presidente, “León”, y una relación difícil con sus respectivos padres.
Ideológicamente, Musk, que en el pasado votó candidatos demócratas, incluido el actual presidente de EEUU, Joseph Biden, se ha ido acercando a las posiciones de Donald Trump (aunque se cuidó de no apoyar, al menos por ahora, su candidatura presidencial) y comparte con Milei la pasión por la libertad de mercado y el odio al intervencionismo y las regulaciones estatales, así como su rechazo al wokismo, caricatura de lo que supo ser el progresismo.
Musk dice que la misión de Tesla, su empresa más valiosa, es combatir, mediante el desplazamiento del uso de combustibles fósiles, el calentamiento global, Milei eso lo niega.
En cuanto a diferencias, Musk dice que la misión de Tesla, su empresa más valiosa, es combatir, mediante el desplazamiento del uso de combustibles fósiles, el cambio climático, que Milei niega o no atribuye a la acción humana.
Otra meta declarada del empresario, para la que cuenta con SpaceX, su firma aeroespacial, es hacer de la humanidad una especie multiplanetaria, colonizar Marte (planeta al que aspira llegar en 2040) y cuidar la sostenibilidad de la Tierra. En otras palabras, mientras Musk piensa en la segunda mitad del siglo XXI y más allá, Milei cree que la Argentina ideal fue la de fines del siglo XIX.
Fuente: infobae