Energía: Hidrocarburos y electricidad, dos caras distintas de una misma moneda
Aleph Energy publicó en su informe mensual energético de diciembre un recorte del optimismo y crecimiento que atraviesa hoy el sector petrolero, y la contracara que vive el sistema eléctrico donde prevalece una importante desinversión.
La expansión del sector hidrocarburífero hoy tiene como escenario de máxima las exportaciones de GNL donde todo parece que va viento popa.
«Mientras se reglamenta la Ley de Bases adaptando la filosofía energética de escasez a exportación, el proyecto de Golar y PAE de traer barcos licuefactores a las costas argentinas para exportar el gas toma impulso. Además de ser el único contractualmente firmado, ya se sumaron como socios Harbour, Pampa e YPF asegurando así gas de cuenca austral y neuquina», afirmaron los ingenieros Daniel Dreizzen y Roberto Fagan de Aleph .
Ambos especialistas señalaron que todo indicaba que el megaproyecto de la planta onshore era demasiado para una Argentina que recién ahora empieza a recuperar confianza. «El gas es menos rentable que el petróleo, requiere más infraestructura para exportación y además hay gran incertidumbre sobre el su precio internacional en el mediano plazo», dijeron.
«Da la sensación que los barcos son una solución perfecta para la Argentina y los volúmenes que manejan no son para nada despreciables (11.5 MMm3/d – 2.4 MMTPA por barco). Más allá de un par de meses que la actividad no convencional bajó, por temas cíclicos y de limitaciones de transporte, este mes se recupera volviendo a las 1500 fracturas», apuntaron.
Desde Aleph sostienen que la baja del dólar financiero, la inflación y el riesgo país, son bendiciones para esta industria de capital intensivo.
«Ahora la economía ya empieza a ayudar a la energía y la energía se lo devolverá con creces en materia de balanza comercial y baja de subsidios. El mundo vuelve a mirar a la Argentina y solo falta que saquen el cepo. Habrá que hacerlo con delicadeza pero en energía ya hay ojos de afuera mirando», sugirieron.
La desinversión en el sistema eléctrico
El contrapunto de este crecimiento es lo que pasa en el sistema eléctrico donde se perciben diferencias de inversiones en los diferentes eslabones de la cadena.
«Es conocida la desinversión del sector, que en la distribución viene de principios de siglo, en la transmisión se ha agravado en los últimos 10 años, y en la generación se empieza a notar en los últimos 5 años. La implementación del RIGI, es mucho más importante en el sector minero, donde ya se han pedido para varios proyectos, y también en el sector de hidrocarburos, donde hay varios proyectos que podrían pedirlo, pero en el sector eléctrico hasta ahora solo se conoce el parque solar de YPF Luz en Mendoza», coinciden los expertos.
En la transmisión ha trascendido por parte de las autoridades y de Transener, la próxima implementación de un régimen especial de gestión privada para realizar lo que se denomina Proyecto AMBA I, proyecto que en 2022 el anterior Gobierno intentó acordar con empresas de China, pero que nunca logró avanzar.
Dreizzen y Fagan explican que «lo financiarían los usuarios de todo el país a través de un cargo en la tarifa por 3 años».
Y subrayan: «Esto tiene dos aristas controversiales, la primera es que la empresa privada no provee capital ni financiamiento, que es lo usual en estos casos, sino que lo pagaría anticipadamente la demanda, durante los 3 años de obra; cuando lo usual es que debería pagarlo en tantos años una vez habilitadas las obras. Y la otra decisión cuestionable al menos, es que esta obra claramente beneficia al Gran Buenos Aires, de ahí su nombre AMBA I, área que pagó las tarifas más bajas del país durante los últimos 20 años, y que en este caso también van a pagar todos los usuarios del resto del país, que hace años vienen pagando tarifas mayores».
Como contrapartida, es auspicioso que hay varios proyectos de transmisión avanzados en la zona minera de Cuyo-NOA, pero en varios casos serían las empresas privadas gestoras quienes proveerían capital y financiamiento, apalancadas en contratos de suministro con los futuros clientes mineros.
En generación trascendió el interés de las nuevas autoridades en realizar próximamente un nuevo llamado a concurso de precios o licitación para la instalación de nueva generación, en particular y prioritariamente en el AMBA, donde en los días más calurosos de los próximos veranos, podría estar faltando generación suficiente, ante el retiro de servicio de viejas unidades térmicas obsoletas, que aún no tienen definido su reemplazo.
«Aquí debería definirse previamente bajo que reglas del mercado mayorista operarían, principalmente sistema de precios, o en su defecto, deberían licitarse contratos de largo plazo de tipo PPA», advirtieron.
También se supo que existiría la idea de las autoridades de licitar la instalación de unos 500 MW en baterías, a ubicarse en el AMBA, que podrían solucionar los faltantes de potencia de unas 4 o 5 horas, en los picos de verano e invierno, pero aquí también previamente debería definirse en la regulación como serían remuneradas.
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Fuente: El Economista