Esta nueva tecnología puede reducir la cantidad de petróleo y aumentar la cantidad de biocombustibles
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Aunque los biocombustibles son una gran alternativa a la gasolina, son caros, o al menos lo eran hasta la invención del CELF.
Esta nueva tecnología puede reducir la cantidad de petróleo y aumentar la cantidad de biocombustibles. Los materiales fisibles siguen siendo el componente esencial de la movilidad humana.
Llevamos años hablando de biocombustibles. Somos conscientes de que este es el futuro, si realmente queremos revertir el efecto calentamiento y el cambio climático. Aún así, siguen siendo más difíciles de producir que los combustibles fósiles.
Aunque son buenas noticias, esto podría cambiar pronto debido a la nueva tecnología de pretratamiento de biomasa que se ha desarrollado.
La tecnología
Hoy en día existen muchos tipos diferentes de combustible para los automóviles. Empresas como Hyundai han declarado que alcanzarán cero emisiones en 2050 y que todos sus vehículos funcionarán con hidrógeno. No obstante, es necesario para lograrlo, y por lo tanto, los biocombustibles se aparenten ser una opción viable.
Actualmente, producir biocombustible podría ser más rápido y fácil.
Se ha mostrado una new tecnología in un estudio publicado en Energy & Environmental Science que puede pretratar la biomasa que se produce con estos combustibles ecológicos. La tecnología conocida como CELF tiene la habilidad de preparar esta material de manera más sencilla, eso que posibilita la fabricación del biocombustible posteriormente.
Las siglas CELF significan «fractura lignocelulósica mejorada con cosolvente». Lo que esto significa es la pregunta lógica. Grantede que es un tratamiento con el objetivo de descomponer la celulosa, material natural que es el conjunto de todas las plantas, no es tan difícil como parece.
Tetrahidrofurano es el nombre del disolvente utilizado en esta descomposición. El proceso CELF posibilita que la biomasa sea procesada más rápidamente en una refinería, esto que resultaría en un producto final más barato y con un precio competitivo en comparación con la gasolina derivada del petróleo. Realmente parece un proyecto sólido.
Por otro lado, el estudio ha confirmado que las plantas más apropiadas para este proceso y la fabricación de biocombustibles son los álamos y los restos de maíz. Ambos comparten la característica de ser fáciles de plantar y de crecer rápidamente. Por tanto, hay esperanzas de que el concepto avance.
En todo el planeta, las energías renovables se encuentran cada vez más en alza. La propuesta de los países y las empresas es alcanzar 0 emisiones para 2050, lo cual requiere tener alternativas al petróleo. Esos recursos parecen ser el hidrógeno, la luz solar, el viento y los biocombustibles.
Podemos ver el futuro y hay esperanza de que haya un verdadero cambio. La adopción de estos biocombustibles ayudará a mitigar el cambio climático y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, dos cuestiones centrales para el gran desafío de la humanidad en el siglo XXI.