Estados Unidos pidió «desmantelar» el cepo al dólar para mejorar el clima de negocios
Lo demandó una figura diplomática clave en Washington, si bien la administración Trump entiende que es una medida adoptada en el contexto de crisis. El DNU de Telecomunicaciones, en la mira.
El gobierno de los Estados Unidos espera que la Argentina pueda «desmantelar» las restricciones introducidas en el mercado cambiario y en otras actividades de interés para los inversores de ese país, entendiendo que las regulaciones adoptadas en un contexto de crisis como la que se ha profundizado por la pandemia de coronavirus son entendibles, aunque insiste en que tengan una fecha clara de término para mejorar el clima de negocios.
En estos términos se expresó Kevin O’Reilly, el hombre a cargo de llevar la relación de Washington con la región sudamericana, en dos coloquios organizados este miércoles por Amcham y la embajada norteamericana en Buenos Aires, respectivamente. Allí insistió en dar previsibilidad y reglas de juego claras al sector privado.
El subsecretario adjunto de Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado presentó ante inversionistas, empresarios, funcionarios y periodistas «una mirada norteamericana» sobre las «posibilidades de la región y de la Argentina», justo cuando el Gobierno intenta desarticular lo que ha definido como una campaña malintencionada para extender la concepción generalizada de que se está produciendo un éxodo masivo de empresas del mercado local.
O’Reilly es el mismo funcionario que visitó el país en enero para reunirse con el ministro de Economía, Martín Guzmán, y otros empresarios que tenían dudas -al igual que su gobierno- sobre algunas señales equívocas que había dado el presidente Alberto Fernández en el frente externo, y que se acentuaron esta semana por el rechazo al informe sobre violaciones de los derechos humanos en Venezuela que efectuó el embajador argentino ante la OEA, Carlos Raimundi. La situación provocó un roce y la Cancillería, extraoficialmente, salió al cruce diciendo que Raimundi -dirigente del Partido Solidario, ligado a Carlos Heller- se extralimitó y expresó opiniones personales que no representan al Estado.
Coto a la intervención
Si bien O’Reilly subrayó el buen entendimiento con la Argentina e hizo votos por continuar desarrollando el vínculo bilateral, a la vez que apoyó el diálogo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). No obstate, el estadounidense declaró que su gobierno espera que «durante el curso de la recuperación económica Argentina ofrezca un mayor clima de inversión que permita y que las medidas de corto plazo, tendientes a poner límites sobre la actividad privada, vayan desapareciendo».
O’Reilly abordó las restricciones de acceso y movilización de activos introducidas hace pocos días para frenar la presión sobre la cotizacion del dólar y las reservas del Banco Central, y demandó «reglas de competencia de mercado» y «una cancha nivelada para todos».
«Cuando el ministro Martín Guzmán habla de adoptar medidas transitorias para surfear la crisis, las respetamos como parte de un gobierno democrático. El período de transición es difícil de determinar, y entiendo que la pandemia agregada sobre toda la situación es un desafío enorme», también comentó.
«Confiamos en que la Argentina va a seguir siendo un socio que toma decisiones confiables y de forma democrática para su sociedad».
Vaca Muerta y telecomunicaciones, en duda
El subsecretario de Estado evaluó que las empresas estadounidenses quisieran invertir fuertemente en energía e infraestructura, y particularmente en el desarrollo de la cadena de proveedores ligada al yacimiento de Vaca Muerta. No obstante, consideró que las condiciones no están dadas por el momento.
«Tenemos la esperanza de que haya más facilidades para financiar proyectos de infraestructura más adelante. Mirábamos con intención la provisión de servicios en Vaca Muerta, y sabemos que ahora eso está complicado», ponderó el estadounidense sobre un sector en el que el Gobierno también apuesta a desarrollar la cadena de valor con jugadores locales.
De igual modo, O’Reilly fue contundente en rechazar el Decreto 690/2020 que declaró esenciales los servicios de telecomunicaciones y dejó en manejo del Estado las tarifas a cobrar a los usuarios.
«Esperamos competir libremente en la expansión de las redes de comunicacion en la Argentina, pero eso dependerá de cómo la Argentina organiza las reglas de juego del sector», avisó. Consultado sobre el DNU firmado por el presidente, consideró que puede ocasionar a corto plazo que «los argentinos y las empresas tengan problemas para acceder a la innovación y los insumos que necesitan para competir en el mercado internacional», e insistió: «Ojalá todo esto sea transitorio».
Fuente: El Cronista.