Estados Unidos se retira del Acuerdo de París y debilita la lucha contra el cambio climático
La decisión de Donald Trump reavivó la tensión interna en Estados Unidos, donde la coalición «We are still in», que representa a numerosos actores políticos y económicos, reafirmó su compromiso con el medio ambiente.
Trump lo dijo, Trump lo hizo. El presidente de Estados Unidos es tan coherente como negacionista climático y ya hace dos años había anunciado que el país bajo su mando iba a abandonar el Acuerdo de París, un tratado que en 2016 firmaron casi todos los países del mundo para comprometerse a través de acciones concretas a lograr que la suba de la temperatura del planeta no supere los 2 grados en las próximas décadas.
El gran país del norte es el mayor emisor histórico de gases de efecto invernadero del mundo (el segundo en la actualidad detrás de China) y se convertirá en la única nación en abandonar el acuerdo, una decisión que Trump fundamenta en la necesidad de proteger sus industrias de petróleo, gas y carbón. El anuncio formal fue hecho por el secretario de Estado, Mike Pompeo, quien dijo que el modelo estadounidense de desarrollo “es realista y pragmático”.
Si culmina el proceso, se unirá a los otros dos países que no han aceptado el cambio climático como un problema real y global: Nicaragua y Siria.
Una retirada anunciada
Trump anunció que Estados Unidos iba a dejar de ser parte del acuerdo en junio de 2017, tras lo cual en agosto de ese año el Departamento de Estado de Estados Unidos notificó formalmente su intención de salir del tratado. A pesar de todo esto, romper un compromiso asumido a nivel internacional no es tan fácil ya que ninguna de las partes firmantes podía iniciar el proceso formal hasta tres años después de la entrada en vigencia del Acuerdo de París, lo que ocurrió el pasado lunes 4 de noviembre.
Un dato llamativo es que, como la salida del Acuerdo demora un año, Estados Unidos recién dejaría de formar parte de esta gran alianza el 4 de noviembre del año que viene: un día después de las elecciones presidenciales en ese país.
Rebelión interna
Pero Estados Unidos no es sólo Trump o el gobierno federal. Existe en la sociedad y en buena parte del empresariado y la dirigencia política de ese país una conciencia muy fina del riesgo social y económico que significa un planeta que se calienta hasta límites nunca vistos antes.
Es así que muchos estados, ciudades, corporaciones, universidades y organizaciones avisaron que, a pesar de la decisión de la administración nacional, ellos actuaron y seguirán actuando para enfrentar el cambio climático. Para formalizar esa decisión, armaron la coalición “We are still in” (“Aún estamos dentro”) para fortalecer esa postura.
El dato no es para nada menor, ya que según información suministrada por la ONG argentina “Periodistas por el Planeta” esta coalición de actores representa casi el 70% del PBI de Estados Unidos y el 65% de la población nacional.
Sólo durante este año siete nuevos estados aprobaron legislación a favor de avanzar hacia una generación de energía 100% sustentable, y 62 empresas (entre las que se encuentran gigantes como Apple, Starbucks y Bank of America) se han comprometido a utilizar también energía de origen verde.
El apoyo ciudadano también es clave: se estima que más de tres cuartos (77%) de los votantes registrados apoyan la participación continuada de Estados Unidos en el Acuerdo de París, incluyendo a casi todos los demócratas (92%), tres de cada cuatro independientes (75%) y la mayoría de los republicanos (60%).
Fuente: Aire de Santa Fe.