El boom de Vaca Muerta impactará directamente en el precio de las tarifas tanto de gas como eléctricas. Qué sectores no se verían beneficiados.

Más allá del crecimiento exponencial de las exportaciones, el boom energético de los próximos años traerá otro beneficio directo que impactará en la mayoría de la población debido a una baja en el costo de la energía local. Ahora, este beneficio tiene proyecciones concretas. Según pudo saber El Destape, la estimación del Gobierno es que el costo promedio del gas natural a nivel de mercado se reduzca en un 30% en los próximos años, de 5 a 3,5 dólares por millón de BTU, una vez que Vaca Muerta y el Gasoducto Néstor Kirchner estén funcionando a tope.

La baja en el costo del gas sería todavía mayor en relación al precio actual de importación del GNL, que es actualmente de 20 dólares por millón de BTU. Es decir, en este caso el precio bajaría en más de un 80%.

El impacto de esta baja en el costo del gas no alcanza solo al precio del gas en sí sino también al de la electricidad, ya que el GNL importado es uno de los principales insumos utilizados para la generación de energía eléctrica, y por lo tanto empuja el costo de todo el sistema.

Pero no todos percibirán directamente en su bolsillo esta baja en el costo del abastecimiento gasífero. Esto se debe a que buena parte de los usuarios paga al día de hoy un precio de 2 dólares por millón de BTU, es decir, todavía menor a los 3,5 dólares que tendrá el gas cuando su costo haya bajado. De este modo, la futura baja en el costo real de las tarifas solo se sentirá en aquellos usuarios que al día de hoy no reciben subsidios o los reciben de forma más bien acotada.

Las fuentes oficiales explicaron que, por ello, los usuarios residenciales que realmente percibirán la baja en el costo real del gas y electricidad son los de ingresos altos (nivel 1), que ya están pagando desde marzo la tarifa plena (aunque cabe aclarar que en este segmento también se encuentran actualmente millones de usuarios que, tal vez por desconocimiento, no llenaron la planilla.

Los de ingresos medios (nivel 3) apenas percibirán la baja en el costo de generación, ya que reciben subsidios por una proporción menor de su factura. En cambio, los usuarios que se encuentran en el segmento de ingresos bajos (nivel 2) ya pagan un precio muy bajo hoy y no percibirán una nueva disminución en la tarifa, aunque el nuevo panorama servirá para que el Estado ahorre dinero en los subsidios que les destina.

Pero otras categorías de usuarios por fuera de los residenciales también verán una baja real del precio tarifario, agregaron las fuentes. Se trata, por un lado, de los grandes usuarios industriales. Aunque toda la industria se verá beneficiada, el impacto será particularmente importante en las ramas energía-intensivas, como la siderurgia o la petroquímica, entre otras.

Por otro lado, también habrá una baja del costo real que pagan los comercios, instituciones como ONGs y los «usuarios generales», es decir, el sector público. En total, calcula el Gobierno, un 80% de los usuarios de energía eléctrica, entre residenciales y no residenciales, se verá beneficiado por la futura baja en el precio del gas y la electricidad.

Fuente: El Destape