Evalúan nuevas y jugosas retenciones (encima del petróleo)
El proyecto entrará en producción en 2026 y exportará US$1.100 millones anuales, por lo que evalúan retenciones a estas exportaciones que superarán al petróleo.
El megaproyecto Josemaría es de cobre y convertirá a la provincia de San Juan en la cuarta provincia exportadora de la Argentina. Comienza en septiembre la construcción pero ya evalúan establecer retenciones móviles para las exportaciones, que prometen que superarán a las del complejo de oil & gas del país.
Esto es porque el proyecto, que entrará en producción a partir de 2026, exportará US $1.100 millones anuales durante 15 años, según Lundin, la minera a cargo del proyecto.
Según la compañía, la construcción demandará 4 años y planea iniciar la fase de producción en 2026. En este escenario prometedor, es que la empresa y el gobierno analizan un esquema de retenciones móviles para las exportaciones de cobre.
El proyecto entrará en producción a partir de 2026 y promete exportaciones por US$ 1.100 millones anuales durante 15 años.La minera canadiense viene trabajando el esquema de retenciones con Roberto Arias, secretario de Política Tributaria del Ministerio de Economía, según fuentes al tanto de las negociaciones, que afirman además que el Poder Ejecutivo quiere que sean retenciones móviles. Con un valor de la libra de cobre que hoy se sitúa en US$4,5, el esquema que están negociando, donde también interviene la cámara minera CAEM, contempla que haya retenciones a las exportaciones de un 8% como tope hasta que llegue a los US$5,6 por libra.
Al mismo tiempo, el esquema implicaría 0% de retenciones cuando el valor sea inferior a US$3,2 por libra de cobre
Roberto Arias sería el encargado de negociar un esquema de retenciones móviles a las exportaciones.
250 permisos… y el IVA
La minera canadiense avanza técnicamente en la factibilidad fina del proyecto y a 3 meses del inicio de la construcción, se encuentra a mitad de camino entre la ingeniería básica y la de detalle, que es la que permite avanzar concretamente con la obra. Tras la aprobación en abril de la declaración de impacto ambiental, Lundin tiene un amplio trabajo de conseguir permisos de detalle, que tienen que ver con el trabajo con distintas entidades como los bomberos, Aduana, el Estado nacional y provincial y el Ejército, entre otros. En total, el proyecto necesita avanzar con 250 permisos de este tipo y buena parte del equipo de la compañía está abocado ahora sobre esto.
Lundin está en el país desde hace más de 30 años por lo que atravesó distintas etapas, como la salida de la convertibilidad y los corralitos, y convive con los niveles de inflación de la Argentina.
Josemaría Resources, una firma perteneciente al grupo canadiense, estaba a cargo del desarrollo, pero el 28 de abril el megaproyecto de cobre pasó a estar directamente bajo la órbita de Lundin Mining, una decisión de la casa matriz para blindar el megaproyecto y tener mejores condiciones para conseguir financiamiento.
En tanto, además de las retenciones, la compañía está intentando acordar con el gobierno otro tema que tiene que ver con la reglamentación más fina del Decreto 234/2021, que es el que generó el acceso al Mercado Único y Libre de Cambios (MULC) para que sea más automático y ágil. Un punto central es que el gobierno se comprometa a que la devolución del IVA sea veloz durante la construcción del proyecto. Esto tiene que ver con que, a partir de la devolución del IVA, Lundin calcula obtener entre US$600 y US$700 millones, que le va a permitir repagar buena parte de la inversión de US$ 4.100 millones.
Si esto no ocurre de manera ágil y rápida, puede ocasionar un problema para el avance de la obra, admitieron en la compañía. Un obra que además promete generar entre 8.000 y 10.000 empleos directos durante los 4 años de construcción y 4 o 5 veces más en empleos indirectos. Además, requiere de la construcción de 200 kilómetros de ruta, una línea de alta tensión de 500 kW para un tramo de 250 km y se abastecerá íntegramente con energía renovable.
Demanda mundial en aumento
El consumo de cobre va a crecer exponencialmente en todo el mundo impulsado por el contexto de la transición energética y la movilidad eléctrica. Según un informe del Ministerio de Desarrollo Productivo, un vehículo eléctrico necesita 4 veces más cobre que uno convencional. La demanda de cobre a nivel mundial este año será de 28 millones de toneladas y para el 2030 la demanda aumentará a 33 millones de toneladas, según los cálculos del sector. Este salto de 5 millones de toneladas en 8 años implica que será necesario incorporar 35 proyectos de cobre de dimensiones similares a las de Josemaría. En Lundin entienden que, por esta razón, es clave avanzar con este proyecto ya que a nivel mundial hay una demanda muy fuerte para adquirir desarrollo de cobre de este tipo.
Fuente: Urgente24