El ex ministro quiere que el ex gobernador neuquino maneje la política del sector. También promociona a Daniel Marx y Diego Bossio.

José Luis Manzano pasó de la inquietud por su futuro a la ansiedad por volver a influir en el poder, una actividad que con Macri se había reducido casi a cero.

El ex ministro del Interior dividió con Daniel Vila las ramas de su grupo empresario y se concentró en energía. No fue una mala apuesta: la eléctrica de Mendoza (Edemsa) es la por lejos la principal generadora de recursos de ese conglomerado.

Pero Manzano hace tiempo que está obsesionado con Vaca Muerta y no para de vaticinar que Neuquén se convertirá en unos años en el Houston de Latinoamérica.

Ahora con el regreso del peronismo al poder a flor de piel, Manzano entró en una de sus típicas fases de hiperactividad, pero muy enfocado: Energía y Deuda Externa. El blend de negocios y política es su marca registrada.

Con el regreso del peronismo al poder a flor de piel, Manzano entró en una de sus típicas fases de hiperactividad, pero muy enfocado: Energía y Deuda Externa. El blend de negocios y política es su marca registrada.

Para la renegociación de la deuda promociona a Daniel Marx y para la energía quiere ubicar por encima de todo a Sapag, el verdadero jefe político del Movimiento Popular Neuqino y un hombre súper respetado en la industria petrolera, en la Argentina y en el exterior.

El combo de propuestas se complementa con el ingreso del diputado Diego Bossio a Cammesa, la mayorista del mercado eléctrico. Bossio ya fue descartado para YPF, como dejó en claro Sergio Massa en su última aparición televisiva, cuando le dijo a Alejandro Fantino que no estaba interesado en la petrolera estatal y no tenía a nadie «capacitado» en su equipo para ese cargo. Massa sabe ser cruel cuando es necesario.

La verdad es que Bossio es uno de los veinte vetados por Cristina Kirchner -hasta ahora-, quien le dejó muy claro a Miguel Galuccio en el encuentro que tuvieron en Cuba, que el ex titular de la Anses no va a ingresar a YPF.

Sin embargo, más allá de la solvencia técnica y política de los nombres mencionados, el problema que enfrenta Manzano por ahora es delicado: Alberto Fernández no está escuchando al ex ministro de Carlos Menem, quien ya apenas Cristina Kirchner lo eligió como candidato, se ofreció para armarle al candidato peronista una gira por Estados Unidos, ofrecimiento que se quedó sin respuesta.

Manzano se suma así a muchos otros importantes hombres del poder, que se supone con buenas intenciones, intentan acercar a Alberto Fernández nombres para posiciones claves de su eventual gobierno. En esa misma línea esta semana circuló el nombre del ex canciller Rafael Bielsa como posible embajador ante los Estados Unidos. En diálogo con este medio, el ahora ejecutivo de Aeropuertos 2000, negó la existencia del ofrecimiento.

Fuente: LPO.