Fraccionadoras de gas solicitan al gobierno actualizar precios
Las empresas fraccionadoras del gas licuado de petróleo solicitaron al gobierno nacional que se actualice el precio de la venta de este combustible, que de acuerdo a la planilla de costos que maneja el sector, una garrafa de 10 kilos debería tener un precio de $6.000.
Actualmente su precio promedio es de $3.500. Se espera que a partir de la semana próxima se autorice esta suba.
El Territorio dialogó con Pedro Cascales, presidente de la Cámara de Empresas Argentinas de Gas Licuado (Cegla) que explicó que “está totalmente desactualizado el precio de la garrafa y esperamos que se pueda actualizar en los próximos días porque el gobierno nacional nos está obligando a trabajar por debajo del costo de producción y eso es insostenible. Una garrafa no puede venderse a menos de $6.000 hoy en cualquier lugar del país, porque entre inflación, flete e inversión no cierran los números”.
Según explicó el presidente Cegla, que agrupa al 60% de los fraccionadores de gas -que son el eslabón intermedio entre los que producen el gas licuado de petróleo y los que lo venden al consumidor final- “la última actualización de precios fue en el mes de agosto y como se trata de un mercado regulado por la Secretaría de Energía de la Nación, necesitamos su autorización para poder subir los precios, que por efecto de la inflación quedaron absolutamente atrasados”
Cascales advirtió que “entendemos que la inflación golpea a todos y no queremos quedar como los malos de la película, pero la realidad es que estamos vendiendo nuestro trabajo a un precio que ni siquiera alcanza para cubrir los costos operativos. Están tan distorsionados los precios que hoy una garrafa de gas está a $3.500 a un precio regalado, que cuesta lo mismo que un kilo de queso o que tres gaseosas”.
Zonas de mayor comercialización
El empresario también destacó que el gas envasado en garrafas se vende en todo el país, pero que en las provincias de Misiones, Formosa, Chaco, Corrientes y norte de Entre Ríos y de Santa Fe representa un insumo esencial porque esos lugares no cuentan con la llegada del gas natural que abastece al resto del país.
“Esas provincias a las que no llega el gas natural son cien por ciento dependientes del gas licuado de petróleo. Pero también hay otras regiones como el gran Rosario, el área metropolitana de Buenos Aires y también en la misma ciudad de Buenos Aires muchos hogares que no cuentan con la conexión del gas natural y también se abastecen con garrafas. En total hay 20 millones de personas que representan el 40 % del total de la población argentina consume gas en garrafas o cilindros de gas”.
Y en ese sentido explicó que “en Misiones por ejemplo si la gente no se abastece con la energía del gas en garrafa tiene que recurrir a la electricidad que es mucho más cara. Por lo tanto, en la ecuación de gastos sigue siendo más económico el gas envasado”.
Cascales explicó que “después del gas natural, el gas envasado es el combustible más popular y más utilizado por los argentinos. Y lo mismo pasa a nivel mundial”.
Los subsidios
Con respecto a los subsidios que otorga el gobierno nacional a este tipo de combustible, Cascales dijo que “desde el 2020 el Estado Nacional ayudó con una Asistencia Económica Transitoria que se terminó a finales del 2022. Pero nos están debiendo los últimos tres meses del año pasado que representan una suma de cerca de $2.000 millones que nunca nos pagaron”.
Por eso actualmente “somos los privados los que estamos haciéndonos cargo del subsidio y si a eso le sumamos el incumplimiento por parte del estado nacional de la Ley 26.020 porque no están actualizando periódicamente los precios que además debieran ser de referencia, pero acá los usan como precios máximos. En definitiva, nos están aplastando nuestro precio de venta mientras todos los costos aumentan. No hay forma de sostener esto mucho más tiempo así”.
Seguidamente agregó que “también aumentaron los costos de los fletes que tenemos para transportar el gas licuado de petróleo desde Bahía Blanca a todo el país. Y ni hablar del precio internacional de este combustible que en nuestro país se vende muy por debajo de su valor en los países limítrofes. Por ejemplo, la garrafa de 10 kilos en Brasil, tiene un costo de 16 dólares, en Chile y Uruguay 18 dólares, en Paraguay 12 dólares y en nuestro país 3,5 dólares”.
Fuente: El Territorio