Gas: El científico que busca potenciar el gas de Vaca Muerta y proteger el medio ambiente con pulsos eléctricos
Probará en un pozo petrolero un método para extraer el carbono en estado sólido y darle nuevos usos. Su perfil, entre la ciencia y el emprendedurismo.
El científico que busca potenciar el gas de Vaca Muerta y proteger el medio ambiente con pulsos eléctricos
Maria Isabel sanchez
La última edición de la Experiencia Endeavor Patagonia tuvo al conocimiento y la tecnología aplicada como los principales protagonistas del ecosistema emprendedor. Entre ellos se destacó el caso de Einsted, una empresa que propone reutilizar el gas de Vaca Muerta a través de impulsos eléctricos que generan carbono sólido para su posterior uso en muebles, automóviles y muchas otras aplicaciones.
Nahuel Olaiz es bioquímico, investigador del CONICET y uno de los fundadores de Einsted, la empresa que propone reducir la huella de carbono multiplicando el uso del gas que se extrae de Vaca Muerta. Antes, su solución con impulsos eléctricos pasó por otros rubros de la economía, pero encontró en la operadora Vista y en otras petroleras un interés creciente por la reducción de su impacto ambiental.
«La gente está super necesitada de tener una solución de este estilo, que resuelve un problema para bajar ese carbono y poder hacer sillas, mesas, autos y otras estructuras basadas en ese carbón que iba al medio ambiente y ahora puede estar sólido durante miles de años», expresó en una entrevista con LMNeuquén, durante su visita a la ciudad para ser parte de la Experiencia Endeavor.
«Hace varios años venimos desarrollando tecnologías en distintos ambientes, por suerte ahora pudimos avanzar gracias a Vista y Neuquén», dijo sobre las posibilidades que encontraron gracias al crecimiento acelerado de Vaca Muerta. «Vamos a hacer una prueba en tres meses en un pozo de Vista, super entusiasmados de poder llevar con tecnologías a tener una solución a un problema del medio ambiente que nos involucra a todos», afirmó.
A nivel particular, yo había intentado hacer algunas soluciones para el agua pero no funcionaron por distintos motivos», agregó Olaiz. Y señaló que hoy apuestan al gas, que consideran la fuente de energía de transición hacia otras alternativas más verdes. «Sin duda, tenemos los ojos en otras petroleras, como YPF, Shell o Chevron, y también nos gustaría trabajar en el cemento y otros rubros», expresó.
Una tecnología aplicada
Vista fue la primera compañía en apostar por una solución que busca no sólo reducir el impacto ambiental de la actividad hidrocarburífera sino multiplicar su rentabilidad a través de un nuevo uso del carbono, ahora en estado sólido.
Pero, ¿cómo funciona la tecnología de Einsted? Nahuel lo explica fácil: «Generamos descargas eléctricas como si fuese la de una soldadora, esa energía va concentrada a moléculas que pasan por el gas y las rompen, lo que hace que se libere el hidrógeno y se precipite al carbono».
«De esa manera tenemos un carbono sólido que se genera en forma de grafeno, grafito, una estructura determinada, sólida, rígida, muy buena, conductiva, con muchas propiedades y a la que hay que darles nuevas propiedades y nuevas formas», detalló.
«Las descargas eléctricas son muy eficientes y nos permiten bajar la energía que se está utilizando en el proceso, al mismo tiempo usamos nuestra tecnología a temperatura ambiente», dijo sobre la tecnología que fue perfeccionando con los años y que se pondrá a prueba en un pozo petrolero. Si se aplica a la industria energética, el gas que funciona como una fuente de transición hacia otras energías sumaría no sólo mayor rentabilidad sino un trato más amigable con el medio ambiente.
«Encontramos una herramienta que la sostenibilidad potencia muchísimo al gas. Potenciamos por 10, por 100, por mil, el gas con hidrógeno de alto valor y carbono de alto valor», señaló el emprendedor y agregó: «Tenemos un gas que va a ser transición liviana a bajar a huella de carbono pero lo podemos potenciar para que efectivamente baje la huella pero también generar mucho valor por el hidrógeno y el carbono que multiplica el gas».
A futuro, los referentes de Einsted se proponen llegar a otros países de América Latina y de Estados Unidos, para desembarcar luego en Europa. Sin embargo, saben que el desarrollo de la tecnología debe ir siempre acompañado de un ímpetu plagado de insistencia. «Es una cuestión de probar, insistir, ver dónde está el negocio y cómo armarlo para avanzar con una solución. Es meterle día a día y conseguir ayuda y que nos interpele la comunidad para avanzar rápidamente», afirmó el especialista.
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Fuente: LM Neuquén