Gerold asegura que los combustibles están atrasados en un 15 por ciento y declama: “Van a fundir al sector”
El destacado consultor en energía advierte que los aumentos que se estuvieron dando en enero no tienen que ver con una suba en el margen de las petroleras sino por traslados a precios de impactos indirectos, como actualizaciones de impuestos.
En estos 14 días que han transcurrido del año, el precio promedio de los combustibles a nivel país aumentó un 5 por ciento. Y durante el fin de semana se avecina una nueva suba.
No obstante, para Daniel Gerold, experimentado consultor, estos incrementos de precio no apuntan a recomponer atrasos en la rentabilidad de las petroleras. El experto da como ejemplo el caso de YPF, que en estos momentos intenta reestructurar una deuda de más de 6.000 millones de dólares.
En una entrevista para surtidores.com.ar, Gerold analiza esta situación.
¿Cuál es su opinión sobre la política de combustibles del Gobierno?
Yo creo que es negativa e irreal, que mantiene los combustibles muy por debajo de los precios internacionales y eso daña extraordinariamente la factibilidad de inversiones en el país. Este es un momento en donde habría una muy buena oportunidad para producir petróleo y exportarlo.
¿A qué tipo de política se refiere, a intervenciones como la del barril criollo?
El barril criollo no existió nunca. Ninguna refinería compró a 45 dólares el barril. En el momento que salió (mayo del 2020) se pagó 26 dólares, 30 dólares. Nunca a 45 porque la realidad económica decía que con los precios del combustible que había no se podía pagar a ese valor: una refinería no va a pagar más de lo que obtiene por la venta.
Vemos que desde la crisis de precios de marzo, abril, el petróleo y los combustibles no dejaron de subir en todo el mundo, pero acá se mantiene un 15 por ciento por debajo de lo que costaría.
Yo entiendo que aumentar los combustibles reduciría el poder de compra de la población, pero la verdad es que no se puede vivir en Disneylandia, pagando algo menos de lo que vale. Porque eso termina generando desinversión y empiezan a verse los problemas, como el que nos vamos a tener que enfrentar en invierno cuando vayamos a importar cantidades de energía importante.
(NdelR: El 30 de marzo del año pasado, cuando la pandemia del COVID se instalaba en todo el mundo, le precio del barril internacional de petróleo Brent cayó a 21,6 dólares. Hoy ronda los 56 dólares).
No obstante, estamos viendo micro aumentos de combustibles, y algunas críticas sobre estas subas. En lo que va de enero se ha aumentado por lo menos un 5 por ciento…
Pero esos aumentos se dieron por subas en los impuestos, que no tienen que ver con las petroleras, por más que los consumidores se la agarren con ellas. También con la repercusión que generó el aumento del 54 por ciento que le dio el Gobierno a los biocombustibles que se mezclan con el gasoil y con las naftas.
Además, todavía va haber otro 40 por ciento de aumento para favorecer a las economías regionales a costa del sector de los combustibles. Como subieron los precios de los granos en el mundo, y estos combustibles se elaboran en base a maíz y soja, los biocombustibles se volvieron carísimos; mientras tanto el precio del petróleo se mantiene bajo.
Para mí lo que estamos viendo es muy negativo. Ahora que sube el precio del petróleo, y las empresas podrían recuperar caja, pagar sus deudas e invertir, eso no sucede. Lo estamos viendo con YPF que tiene que salir a reestructurar su deuda porque no puede pagarla. No quiero decir que YPF esté quebrada, pero no puede pagar sus deudas y nadie le presta. ¿Cómo le van a prestar si acá el petróleo vale menos que en el resto del mundo?
¿Entonces para usted existe un atraso del 15 por ciento en los combustibles?
Sí. Además hay una devaluación permanente de alrededor del 4 por ciento mensual. Entonces no se puede pagar el capital y las empresas no pueden pagar sus deudas. Está todo unido.
¿Y cree que de este círculo vicioso sólo se sale con aumentos de precio en los combustibles?
Sí, porque están súper atrasados. Vemos que sube maíz, sube la carne, sube todo menos los combustibles; y los aumentos que hubo no tienen que ver con el margen de ganancia de las petroleras. Van a fundir al sector.
Fuentes: Surtidores.com