Gigante petrolero revela tácticas ante era de ansiedad climática
La petrolera más grande del mayor exportador de petróleo de Europa occidental quiere reducir drásticamente su huella de carbono.
La petrolera más grande del mayor exportador de petróleo de Europa occidental quiere reducir drásticamente su huella de carbono. Equinor ASA, cuya sede está ubicada en la ciudad noruega de Stavanger, al borde del Mar del Norte, está tratando de adaptar su modelo de negocio a un mundo cada vez más alarmado por las consecuencias del cambio climático. Eldar Saetre, director ejecutivo de Equinor, lo expresa de manera simple. “La pregunta más importante para nosotros como empresa y como industria, y también para Noruega como nación, es esta: ¿cómo nos mantenemos relevantes y competitivos?” Equinor, estatal noruega, acaba de emitir sus objetivos climáticos más ambiciosos hasta la fecha. La idea es que las instalaciones de petróleo y gas queden prácticamente libres de emisiones para 2050. “Esto no es política, son negocios”, dijo Saetre a periodistas en Oslo el lunes. Equinor, que hasta hace poco se llamaba Statoil, apuesta a que emisiones más bajas en la fase de producción pueden mantener a la empresa competitiva. Dado que aproximadamente una cuarta parte de las emisiones totales de Noruega provienen de Equinor, cualquier recorte que la compañía pueda lograr marcaría una diferencia significativa para todo el país. Sin duda, las emisiones causadas durante la producción representan solo una pequeña fracción del total durante el ciclo de vida de un barril de petróleo. Además, otras compañías petroleras van tras objetivos más ambiciosos. Repsol SA, de España, dijo el mes pasado que reduciría todas las emisiones para 2050, incluso de los productos que vende, a diferencia de Equinor. Debate político En Noruega, que se ha convertido en uno de los países más ricos del mundo gracias a sus vastas reservas de petróleo, descubrir cómo adaptarse al cambio climático se está convirtiendo en un tema cada vez más tenso. Su fondo de riqueza soberana de US$1,1 billones (denominado localmente el fondo del petróleo) ha intentado salir de las reservas de combustibles fósiles. Pero hasta ahora, Noruega ha demostrado que no logra independizarse del petróleo. Son cada vez más frecuentes los llamados de activistas y algunos políticos para contar con una fecha de finalización de la producción de petróleo. Entretanto, la incertidumbre sobre parámetros clave, como impuestos de la industria, ha aumentado. Equinor enfatizó que sus recortes de emisiones dependen de condiciones marco estables. En una entrevista, Saetre dijo que espera que los pasos que Equinor está dando “fortalezcan y solidifiquen el apoyo político que ha recibido la industria”. Equinor y sus socios planean invertir alrededor de 50.000 millones de coronas (US$5.700 millones) para alcanzar el primer objetivo de reducir las emisiones en 40% para 2030. Eso se hará principalmente conectando plataformas marinas y plantas en tierra a la red eléctrica de Noruega, que está dominada por la energía hidroeléctrica limpia. Las reducciones alcanzarán 70% en 2040 y casi 100% en 2050. Aunque la inversión necesaria para cambiar a energía limpia en la etapa de producción tendrá un “valor presente neto entre neutral y positivo”, Saetre dijo que la expectativa es que Equinor se vuelva más competitivo en costos con el tiempo, a medida que aumenta el precio del carbono.
Fuente: Perfil.