Golpe de timón: Mendoza tomó el control de un proyecto que iba a ser faraónico
MENDOZA.- La provincia cuyana tomó finalmente el control de la mina de potasio que estaba en manos de la brasileña Vale. Ahora, la tierra del sol y del buen vino enfrenta un desafío: conseguir inversores para poder explotar el yacimiento y desarrollar la zona, que incluye al sector petrolero, por su cercanía con Vaca Muerta.
Eso sí, las expectativas, en el corto plazo, están puestas en un proyecto de menor alcance, principalmente por el bajo precio del mineral en todo el mundo. Luego, quedará abierta al juego y al interés del mercado internacional para potenciar la iniciativa.
De esta manera, la apuesta inicial, que ya se dialoga con potenciales inversores, es un plan de producción de 200.000 toneladas por año, con un compromiso de 200 millones de dólares, apostando a diversificar el mercado, más allá de los fertilizantes. Esto muestra la diferencia con la iniciativa de hace un año, dada a conocer por LA NACION, que contemplaba una inversión de 1.500 millones de dólares para una producción de 1,5 millones de toneladas anuales. En cuanto, al objetivo inicial de la compañía se estimaba una producción anual de hasta 5 millones de toneladas. Para la minera, el negocio se cayó, ya que el valor del potasio se desplomó abruptamente: pasó de casi 900 dólares la tonelada a los 200 dólares actuales.
Bajo este escenario, la provincia apuesta a desarrollar el mercado. El gobernador Rodolfo Suárez firmó el jueves pasado el acuerdo definitivo por el cual el Gobierno local se hizo cargo de la mina de sales de potasio ubicada en Malargüe. De hecho, utilizó las redes sociales para dar a conocer la rúbrica del convenio con las autoridades de la compañía, que le abonará 30 millones de dólares al Estado mendocino para poder mantener los bienes de la misma hasta que se encuentre un nuevo interesado.
«Ya hay posibles inversores de diferentes lugares del mundo que se han mostrado interesados en el proyecto», dijo Suárez, en referencia a compañías interesadas de China y Suecia.
Proceso histórico
«Finalmente firmamos el traspaso de Potasio Río Colorado S.A., ex Vale, a Mendoza. De esta manera se cierra un proceso histórico del proyecto que estaba parado desde el 2013, y se abre una posibilidad importante de generación de empleo e inversiones para la Provincia», indicó el gobernador.
Asimismo, el mandatario aseguró que se abren «muchísimas posibilidades para llevar adelante la explotación de potasio». En este sentido, expresó: «Vamos a salir a buscar socios en el mundo. Esto va a generar mucho empleo, pero sobre todo mucha riqueza para la provincia de Mendoza».
Ahora, el convenio alcanzado con Vale deberá ser refrendado por la Legislatura, aunque se descuenta que será un trámite formal, ya que la iniciativa cuenta con las aprobaciones ambientales, votadas y aprobadas casi por unanimidad por los legisladores mediante la Ley Nº 7.775, el 11 de setiembre de 2007. De esta manera, cuando el proyecto obtenga la luz verde final legislativa, el Gobierno tomará posesión de todos los bienes y derechos de la empresa.
Estrategias y sinergia
En diálogo con LA NACION, Emilio Guiñazú, subsecretario de Energía y Minería de Mendoza se refirió las posibilidades y a los desafíos que tiene la provincia por delante. «Buscamos desarrollar íntegramente la economía del sur provincial. Vale nunca buscó sinergia con el resto de la economía de la provincia cuando aparecieron los problemas. Ahora, con nuestra estrategia, logramos salvaguardar todos los activos, con la idea de desarrollar no sólo un proyecto más chico, es cierto, por las realidades del mercado internacional, sino reciclar todos esos activos que se construyeron que nunca se llegaron a utilizar», en referencia a la puesta en marcha de un «centro logístico» para el desarrollo petrolero hasta que el polo de servicios de Pata Mora se encuentre construido.
La mina, en la que Vale invirtió más de 2.000 millones de dólares hace casi una década, está paralizada desde hace más de seis años por falta de capacidad financiera de la compañía para ponerla en marcha, a lo que además se sumó el anuncio de Vale de que se retira de manera definitiva del negocio de los fertilizantes.
«Tras varios estudios y en común acuerdo entre Vale y la provincia, las dos partes entienden que lo mejor para el proyecto es que sea Mendoza quien tome a su cargo la mina y lidere la búsqueda de nuevos inversores con una estrategia de largo plazo que no dependa de las coyunturas del mercado del potasio», indicaron desde el Ministerio de Economía.
Así, esta operación permite a la provincia no sólo tomar control de la mina y salir a buscar por su cuenta inversores, sino que apalanca el plan de desarrollo del sur provincial al incorporar para su uso infraestructura hoy ociosa, con capacidad para 3.000 personas, y que contiene hasta una pista de aterrizaje. Esto incluye darles lugar a las empresas de servicios petroleros por su cercanía con Vaca Muerta , la formación geológica de shale situado en la cuenca neuquina, compuesta por las provincias de Neuquén, Río Negro, La Pampa y Mendoza, que espera despegar desde hace un par de años.
Fuente: La nación.