Gremios de YCRT negociaron la paz social, accedieron a dar de baja Actas de beneficios que les firmó Daniel Peralta y acordaron asegurar la productividad
ATE Río Turbio, representado por la Secretaria General Adjunta Yanina Mariela Silva, Roy Staning por Luz y Fuerza y Carlos Vedias por La Fraternidad, se reunieron en CABA con el Interventor de YCRT Thierry Decoud y negociaron la paz social con las autoridades nacionales, a la vez que aceptaron bajar las Actas que habían acordado con el Interventor saliente, Daniel Peralta.
En el documento, constancia de lo sucedido en la reunión, solo figuran tres puntos, dos de los cuales son lapidarios a la hora de juzgar el enfoque y el carácter de la misma, debido a que van en contra de los intereses directos de todos los trabajadores.
El único de los tres puntos que de alguna manera favorece al sector es la actualización de la antigüedad (Rubro 1040) el cual se actualizará a partir de febrero 2024 a un 3% de Salario Mínimo Vital y Móvil por cada año de servicio, lo cual hasta ahora se hacía a un 2%.
Pero los otros dos puntos son realmente confusos y no se advierte ninguna negociación mediante, sino más bien una imposición de la empresa la cual los sindicatos actuantes se vieron obligados a aceptar.
El primer punto de Acta expresa claramente que todos las Actas firmadas entre el mes de junio a diciembre de 2023 que refieran al rubro 1040 Antigüedad, es decir, confeccionadas durante la intervención de Daniel Peralta, quedan sin efecto y dejan establecido que los gremios no realizarán reclamos posteriores a todos los puntos acordados en el Acta.
Y el punto crucial de todo el acuerdo entre los sindicatos y el Interventor Decoud es el cual establece que se asume un compromiso de ambas partes en asegurar la paz social “… y la ratificación de lograr la mejora continua en la productividad, calidad y explotación del Yacimiento, trabajando con el más amplio criterio de colaboración y solidaridad, ratificando el compromiso de mantener la PAZ SOCIAL, relacionada con el objeto de este acuerdo, encontrando soluciones entre la parte empresaria y gremial a los conflictos que puedan generarse, asegurando con ello el normal y pleno funcionamiento de Yacimientos Carboníferos de Rio Turbio”, concluye expresamente el Acta, observando que la palabra “Paz Social” se resalta en mayúsculas en el documento de manera inequívoca.
Nada claro, todo claro
El documento que no sobrepasa una carilla, deja mucha tela para cortar, no tanto por lo que dice sino por lo que no se dice allí.
Consultadas las fuentes relacionadas con la negociación, la cuestión formal de la misma deviene en una cuasi capitulación de los sindicatos en busca de sostenerse por lo que resta del año, con la esperanza que en ese tiempo logren articular algún tipo de expectativa en favor de la necesidad de que YCRT sea quitado de la lista de empresas para su privatización y/o cierre como podría operar si los gremios siguen el mismo comportamiento que han tenido en los últimos 5 años.
En primer lugar el Interventor hizo exactamente lo contrario que los otros: no apareció en la cuenca, administra desde CABA y obligó a los sindicatos a ir a calle Cabildo a mantener una reunión con él, una forma de sacarlos del propio territorio y evitar ser presionado dentro del yacimiento como ha ocurrido otras veces.
También pudimos saber que la advertencia fue clara: si los funcionarios designados por Decoud sufren acoso, bloqueos de oficinas, amenazas y agresiones, se cortará todo tipo de negociación con los sindicato y solo quedará vigente una vinculación “institucional”.
En la mesa de “negociaciones” la palabra la tuvo básicamente el gobierno nacional y si bien existieron serios planteos de la parte sindical, especialmente de ATE, el resultado de la misma lo cual ha sido plasmado en el Acta, explica por si solo una aceptación de todas las condiciones impuestas por la Intervención, cuya desobediencia podría dar lugar a un proceso de cierre o privatización, deslizaron las fuentes.
Como ya lo dijimos en otro informe, una de las cuestiones que se negoció es la disminución sustancial de personal y la salida de aquellos que están en condiciones de jubilarse.
Y una de las principales condiciones impuestas desde la Intervención, es que el yacimiento debe estar dispuesto a producir y lograr la optimización en el trabajo de extracción y venta de carbón.
Las fuentes estimaron que la “plena productividad” exigida por Decoud, en realidad, no está orientada a poner la empresa en su máxima capacidad para sostenerla en el futuro dentro de la órbita estatal, sino el fin es hacerla atractiva comercialmente para poder ofrecerla a capitales privados.
Fuente: Agencia OPI Santa Cruz