HVO, el combustible renovable que provoca gran temor en la cadena sojera argentina
Se encuentra en pleno auge en EEUU y presenta ventajas sustanciales para el medioambiente, convirtiéndose en un competidor directo para el biodiesel. ¿Qué opinan los referentes del sector?
Estados Unidos está desarrollando una nueva variante de biocombustible en base a la soja, que en los próximos años podría generar cambios significativos en la economía mundial, con graves consecuencias para las exportaciones argentinas. Se trata del Hydrotreated Vegetable Oil (HVO) que, a diferencia del biodiesel, utiliza el hidrógeno en vez del metanol para su catalización y, según sus promotores, permite reducir las emisiones de dióxido de carbono en un 90% desde su producción hasta su uso vehicular.
Precisamente allí radica la principal preocupación, porque el auge de este producto denominado también aceite hidrotratado o hidrogenado podría provocar una baja notable en el precio de los productos derivados de la oleaginosa argentina.
Ecos365 ahondó más en detalle de este fenómeno con empresarios de la cadena sojera argentina. El presidente de ACSOJA y CARBIO, Luis Zubizarreta, calificó como “boom” lo que sucede en EEUU con el HVO y remarcó que “el mundo va dejando atrás las energías fósiles para ir hacia productos más sustentables”. En ese sentido, reconoció que Argentina tiene una gran oportunidad, pero al mismo tiempo señaló que es necesario aprovecharla “porque los contrarios también”.
Desde el sector afirmaron que la aparición de este novedoso producto obedece a una fuerte política de biocombustibles llevada adelante por EEUU. “Revolución energética”, definieron empresarios argentinos. Y no es para menos porque si bien os números indican que en ocho años el consumo mundial de biocombustibles en general creció un 72%, la radiografía precisa muestra que en ese lapso de tiempo el biodiesel experimentó un alza del 53% y en el HVO el alza se ubicó en el 487%.
Gustavo Idígoras, presidente del CIARA – CEC, admitió hace unas semanas que al HVO “se lo puede usar al 100%, sin necesidad de corte, porque es un sustituto pleno y total del diésel mineral”.
El temor más grande para por el accionar de EEUU, una vez que esta tecnología “madure”. Muchos advirtieron que podría suplir el uso de combustibles fósiles provocando varios efectos. En el mercado de hidrocarburos se darían precios que tenderían a la baja y mermaría también el consumo del principal demandante mundial. En el mercado de la soja impulsaría un mayor incremento de la producción y su destino a la industrialización. En el comercio internacional en general y en el argentino en particular, el sobrante de la molienda será la harina de soja, el gran producto de exportación de la Argentina.
Qué necesita el sector
Para Zubizarreta, la agroindustria en general y la cadena sojera en especial necesitan “un esquema que equipare la cancha” y que permita un mayor proceso de industrializar y generar más trabajo. “El Estado debe recaudar más pero el camino debe considerar el crecimiento de la producción”, resaltó.
Y concluyó: “Si las alícuotas siguen subiendo van a matar a la gallina de los huevos de oro. Pretendemos que a la larga esta cadena agroindustrial pague lo mismo que el promedio de la economía y tenemos que ver cómo crecemos en acuerdos internacionales para acceder con nuestra producción a más destinos”.
Fuente: Rosario 3