Impuestos argentinos: cómo son, cuánto se recauda y cuál es el destino
A pesar de que existan muchos impuestos, el aporte más importante lo hacen el IVA y el impuesto a las ganancias. El Estado los necesita para cumplir con sus fines, pero el peso tributario y el desconocimiento de la inflación, muchas veces produce el efecto contrario: el incumplimiento.
Según lo que dice la teoría tributaria, de acuerdo a cómo se mide la capacidad contributiva de las personas y de las empresas, los tributos se clasifican en tres categorías:
El grueso de la recaudación está reducido a dos impuestos más lo que se cobra, a los empleados y las empresas, por las cargas sociales. Los recursos recaudados se destinan a la coparticipación de las provincias y los destinos específicos por los que fueron creadas las imposiciones
Impuestos que miden el patrimonio
A pesar de que el patrimonio, que posee una persona, esté compuesto por los bienes y las deudas, este tributo sólo considera para su cálculo los activos. Es un gravamen que alanza a los bienes que posee una persona al 31 de diciembre de cada año calendario.
Para la liquidación del año 2021, el mínimo no imponible ascendió a 6 millones de pesos (antes dos millones). La vivienda está exenta hasta el importe de 30 millones de pesos (anteriormente 18 millones). Se abona por los inmuebles, los autos, los saldos en cuenta corriente, la tenencia de dólares, los créditos y por los bienes del hogar la liquidación incorpora un 5% que se calcula sobre los bienes gravados. Además del pago anual, luego vencen 5 anticipos que se descuentan luego en la próxima declaración jurada. Las participaciones societarias que tiene una persona, es abonada por la empresa, aplicando el 0,5% sobre el patrimonio neto ajustado del balance.
Para este año, se aumentaron las alícuotas de los bienes, al 1,50% y 1,75% a partir de los bienes que superan los cien millones de pesos. Para los bienes que se encuentran en el exterior existen tasas mayores, que pueden llegar hasta el 2,25%, si se repatría el porcentaje que determina el Poder Ejecutivo, a todos los bienes –incluidos los del exterior- se les aplican las alícuotas menores. En el 2021 se abonó, por única vez, el resistido impuesto a la riqueza, fundamentado en la pandemia. Alcanzó a las personas que poseían más de doscientos millones de pesos, incluyéndose las participaciones societarias. En todo el año pasado Bienes Personales aportó el 2,53% de todos los recursos tributarios. El impuesto a la riqueza fue abonado por cerca de 10.000 contribuyentes, alcanzando una recaudación de 237 millones de pesos. Dentro de los impuestos patrimoniales, se encuentran gravámenes provinciales y municipales que se aplican sobre la misma materia imponible que alcanza a Bienes Personales: 1) Patente de automotores, 2) Impuesto Inmobiliario y 3) Impuesto a la transmisión gratuita de bienes (herencias y donaciones) en la Provincia de Buenos Aires, pero que luego de la firma del pacto fiscal queda habilitado para que lo puedan aplicar otras jurisdicciones del país.
Impuestos que gravan a la renta
El principal exponente de este tributo es el impuesto a las ganancias. Lo abonan los contribuyentes autónomos (personas humanas) y las empresas. A partir de este año, por el cierre del 2021, deben pagarse alícuotas progresivas que aumentan a medida que se incrementa la utilidad. Las firmas abonan del tasas que van del 25% al 35%, que junto al pago del 7% que se debe hacer por la distribución de utilidades la alícuota final puede llegar al 39,55%. Luego de la liquidación anual, las personas tienen que abonar 5 anticipos, mientras que las empresas pagan 10. Asimismo, se tiene que pagar en las importaciones de bienes. Durante el año 2021 contribuyó con el 21,32% de la recaudación total, ubicándose en el segundo lugar de importancia.
Impuesto que alcanzan el consumo
El más representativo es el impuesto al valor agregado, que es el que está primero en el podio de la recaudación. Por ejemplo, dentro de la canasta básica de alimentos, que está integrada por 24 productos, los que se encuentran alcanzados a la tasa del 10,50%, son: pan, harina de trigo, papa, batata, legumbres secas, hortalizas, frutas y carnes; los bienes que están gravados a la tasa del 21% son: galletitas, arroz, harina de maíz, fideos, azúcar, dulces, huevos, aceite, bebidas edulcoradas y gaseosas sin edulcorar, sal, vinagre, café, té y yerba. Sólo la leche, por ahora ya que se la intentó incluir el año pasado, se encuentra exenta en el impuesto. la atención médica cubierta mediante la afiliación obligatoria se encuentra exenta, las derivadas de las afiliaciones voluntarias (prepagas) están alcanzadas a la alícuota del 10,5%. Las prestaciones particulares, sin cobertura de obra social, sufren la carga del 21% de impuesto. La venta de medicamentos, en la medida que hayan tributado el impuesto en su primera etapa de comercialización se encuentra exenta del IVA. Por otro lado, la educación vinculada a los planes oficiales aprobados por el Ministerio de Educación también están exentos; sin embargo, todos los demás cursos tienen que pagar la tasa general del impuesto, a pesar que muchas veces se utilicen para una urgente salida laboral. También lo pagan los servicios públicos. Se pagan también las importaciones de bienes en la Aduana. El año pasado el IVA aportó el 29.47% % de toda la recaudación tributaria.
Los impuestos provinciales (Ingresos Brutos) se superponen y gravan la misma materia imponible que el IVA, llegando en forma de “cascada” a través de todas las etapas que le agrega cada eslabón de la cadena de producción, de distribución y de comercialización, hasta el consumidor final, que es quien termina soportando todo el peso final del impuesto. Lo paga el industrial que fabrica un producto en cada uno de los insumos que utiliza, luego lo incorpora en el costo y en el momento de vender el bien final lo vuelve a aplicar, acumulándose en toda la cadena de distribución hasta que llega al consumidor final.
Los Impuestos Internos que gravan selectivamente al consumo de algunos bienes. Se paga sólo en la primera venta, salvo los bienes definidos como suntuarios que abonan siempre, en todas sus etapas de venta. En 2021, internos aportó el 2,36% de la recaudación total.
Los combustibles soportan la mochila de varios tributos. Comenzando por el Impuesto sobre los combustibles se aplica sobre su precio de la siguiente manera: 1) Nafta: 20,798 de monto fijo por cada litro; 2) Gas oil: 12,826 por cada litro. El año pasado, los combustibles contribuyeron con el 3,24% a la recaudación.
Otros impuestos nacionales
A pesar de no contar con jerarquía de impuestos autónomos, a nivel nacional se recauda el impuesto al cheque, que debería servir como adelanto de impuestos. Por débitos y créditos se recaudó un 6,82% de la recaudación total.
El impuesto PAIS, por la compra de dólar ahorro y tarjetas, aportó un 1,01% sobre el total recaudado el año anterior.
Por otros impuestos, en donde se incluyen el de Cigarrillos, Monotributo impositivo, etc. se recaudó un 0,60% del total.
Por impuestos al comercio exterior, consistente en derechos de exportación, de importación y de Tasa de estadística en el 2021 el ingreso significó un 12,12% del total recaudado.
La Ciudad también hizo su aporte, ya que por el retiro de los fondos de coparticipación que le hizo la Nación, incorporó el 1,2% que se aplica sobre los consumos realizados en las tarjetas de crédito.
Seguridad Social
De aportes de los trabajadores y contribuciones patronales el aporte significó un 20,93 % del total recaudado de recursos tributarios.
A qué se destinó la recaudación
Según la ley vigente, la recaudación del Impuesto a las Ganancias, la del IVA y de los Impuestos Internos se coparticipa, los relacionados con Combustibles y Cigarrillos deben destinarse a los fines específicos de las leyes que los crearon, y lo percibido por Ingresos Brutos solventa directamente a cada una de las jurisdicciones provinciales para que puedan afrontar los servicios que fueron descentralizados por el Estado Nacional.
La distribución final total de los recursos del año pasado, que llegaron a 11.004.880 (expresado en millones de pesos), se repartió de la siguiente manera: 1) 43,49% a la Administración Nacional; 2) 19,98% a Seguridad Social, 3) 32,18% a las provincias y 4) 4,35% a destino no presupuestario.
Fuente: Perfil